d o s☆

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Peter era simplemente inocente y adorable, así que, cuando aparece en su apartamento preguntándoles sobre su primera cita y con quienes fueron respectivamente, Steve no sabe que responder y Bucky no sabe si sea correcto hacerlo ahora que está en una relación formal con Steve.

Steve nunca a tenido una cita con nadie, por el simple hecho de que antes del suero nadie lo quería de esa forma. Y después del suero la única chica que se interesó por él, envejeció 70 años mientras él estaba congelado en el hielo sin haber podido tener antes una cita con ella. Bucky, por el contrario, a tenido muchas citas, pero no las considera especiales por el simple hecho de que sólo salía con esas chicas por atención, ego o sexo. Antes de Steve, realmente nunca había amado a nadie con quien una cita fuera memorable o especial.

La cara del pequeño hijo de Tony pasa de una felicidad radiante a una desilusión enorme y difícil de ocultar. El niño sólo tiene 6 años, por lo que Steve no entiende por qué le importa saber aquello, sin embargo se siente mal de no darle lo que esperaba.

—¡Entonces tengamos una cita! — propone emocionado el castaño. Bucky ríe mientras Steve parece realmente sorprendido, como si Peter hubiera dicho algo raro o imposible.

Steve ya no es el hombre que era antes de la segunda guerra mundial, tampoco el hombre que estrelló un avión y se congeló por años, sin embargo aún hay veces que le resulta un poco extraño el hecho de poder caminar libremente con Bucky sujetando su mano sin ningún miedo, por lo que nunca se imaginó pensar en que podrían, ellos, tener una cita como personas normales.

Los tiempos han cambiado, y cuanto agradece Rogers haber despertado en esa época, donde puede hacer real una cita con Bucky, su Bucky.

Como si Peter le hubiera desbloqueado una puerta en su vida, el rubio sonríe con grandeza, ahora animado por la idea de una cita.

Aunque no saben si se puede llamar cita a eso, ambos adultos arreglan sus cosas para salir junto a Peter. Van al viejo pero aún funcional parque de diversiones al que Steve y Bucky fueron la gran parte de su niñez y adolescencia en Brooklyn. El pequeño niño está emocionado de poder ser parte de la cita de sus "tíos" como Peter los conoce, así que no para de hablar de qué harán y de qué cosas se deben hacer en una cita, revelando al fin la raíz de esa loca idea de las citas.

—Papá me contó cómo conoció a mamá y le pidió una cita, también me contó cómo fue, qué hicieron y lo que se hace normalmente en una.

James, como Peter, está tan emocionado de tener al fin una cita real con Steve, aún cuando está el pequeño niño de Stark.

[...]

Cuando llegan, ambos hombres sostienen cada lado de las manos de Peter, quien se emociona enormemente desde la entrada del lugar cuando mira la montaña rusa y los demás juegos.

—vamos, vamos, vamos —jala Peter a ambos hombres, haciéndolos reír con lo apresurado que está de jugar con todo lo que pueda.

Para suerte de ambos soldados, el lugar entre semana está casi vacío, por lo que no tienen que llevar los típicos lentes oscuros y gorras que ocultan a medias su identidad. Peter se suelta por un momento de ambos hombres, corriendo a una vitrina con premios que puede comprar al final del día con los boletos que gane de los puestos de juego.

—¿Has visto algo que te guste? —se agacha Steve hasta la altura del castaño, quien asiente rápidamente sin despegar los enormes ojos café del mostrador.

—Eso —señala hipnotizado por un pequeño llavero de rana. Bucky mira la escena con ternura, sus manos guardadas en los bolsillos de su suéter mientras Steve y Peter se acercan de nuevo hasta él.

O.S 🌸 [stucky]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora