05

7.2K 374 77
                                    

Dancing on my own

Apenas Sebastian abre la puerta de su casa, sonrío y le doy un gran abrazo.

- ¡Feliz cumpleaños sexy seabass! – lo felicito dándole su regalo.

- Muchas gracias – sonríe moviéndose de la puerta -. Pasa, estás en tu casa – voy a caminar por el pasillo cuando me detiene -. Pero antes, tengo algo que decirte.

- ¿Qué pasa?

- No tenía idea de que Chris vendría acompañado, no me dijo nada. Sí quieres me quedo a tu lado toda la noche.

Los nervios me atacan, junto con la vergüenza, y quiero irme de inmediato, pero no sería justo para Seb, no quiero ser egoísta con él.

- No te preocupes, estaré bien, tú debes estar con los demás invitados.

- Me haré el tiempo para acompañarte de cualquier manera – me sonríe.

Stan es el único que sabe que estoy enamorada de Chris, sé que puedo confiar en él, es de las mejores personas que conozco y sabe guardar secretos.

Respiro profundo y entro a la sala. Ya hay bastantes personas aquí, entre ellas mis compañeros de trabajo.

Me acerco a la mesa en que están Anthony y Hemsworth bebiendo y comiendo.

Platico un rato con ellos hasta que viene Seb a pedirles ayuda con la barbacoa, también me pide que vaya, pero no me apetece quedarme afuera mientras hacen la carne.

Reviso mi celular, algo que siempre hago cuando me veo sola en un lugar con muchas personas. Ni siquiera estoy pendiente de lo que hago, así que pronto lo dejo y miro a mi alrededor.

Busco a Chris entre la multitud, tengo que ver por mí misma lo que Stan me dijo, no porque no le crea, sino porque soy una masoquista y sé que eso me hará daño, pero me hará abrir los ojos.

Lo diviso en el centro, está usando un pantalón negro y una camisa azul, seguro le resalta el color de sus ojos, siempre se lo digo.

Frente a él una chica castaña le sonríe tocándole el brazo, él le susurra algo en el oído que la hace carcajear.

Puedo ver claramente cuando se acercan y se besan, mientras él le acaricia la mejilla y ella su cabello.

¿Por qué es tan difícil que alguien te ame de vuelta?

Mis ojos se empañan, y parpadeo rápidamente para que no se me escape una lágrima.

¿Por qué a mí no me ve así? He dado todo de mí con él, siempre estoy cuando tiene un mal día, o le da ansiedad, siempre lo escucho, sé lo que le gusta y le disgusta, conozco su historia, me río de sus chistes, lo hago reír.

Pero no es suficiente, no es a mí a quién llevará a casa esta noche, ni ninguna otra.

Alejo la vista de ellos.Me siento débil, rota, incómoda, pero no me siento mal por haber venido, tenía que darme cuenta, no puedo seguir luchando en vano, Chris nunca va a verme, siempre habrá otras personas antes que yo.

Miro por la ventana al trío junto a la parrilla, están riendo, teniendo un buen momento. Sonrío un poco al escuchar las carcajadas de Mackie, incluso a través de la música.

- Hey, no te vi llegar – trago rápido cuando veo a Evans frente a mí, sigue sonriendo. Cómo no iba a hacerlo si tiene a alguien esperando por él.

- Vine directo a sentarme – explico mirándolo apenas un segundo, por miedo a que mis ojos demuestren algo.

Él está preparando un trago, me levanto dispuesta a salir con los chicos para no tener que encontrarme a Chris de nuevo, pero me impide el paso burlón.

- ¿Qué pasa? ¿Te molesta el olor al alcohol?

- Sí – suelta una carcajada.

- Quiero presentarte a alguien.

Me tiemblan las piernas de inmediato, no sé cuánto más podré contener el llanto, pero la tristeza sumado a la vergüenza van a terminar conmigo esta noche.

No sé cómo decirle que no, con qué excusa, si al final terminará haciendo lo que quiere y en cualquier momento tendré que conocerla.

Lo sigo a través de las personas. Siento que voy a desmayarme en cualquier momento, y ojalá fuera así.

- Jess, ella es una amiga – Chris me pasa el brazo por el hombro para acercarme -, no había llegado cuando te presenté a los demás.

Ella me sonríe y yo intento hacer lo mismo, me presento y luego ya no sé qué decir. Me siento estúpida, en medio de ellos dos, como si fuera la niñita inmadura a la que deben hablarle como si no entendiera las cosas.

- Siéntate a tomar algo con nosotros – me ofrece mi amigo -, no vuelvas sola a la mesa.

- De hecho, iba a salir con los chicos, es que aquí dentro ya se volvió caluroso. Además, no quiero interrumpirlos.

- No nos molesta, ¿verdad Jess? – insiste Chris haciendo que lo odie.

- Por supuesto que no – ella no deja de sonreír.

- Aquí estás – Sebastian se acerca a nosotros para hablarme a mí -. Te estamos esperando allí afuera, nos hace falta tu compañía – sonríe tomando mi mano.

- Lo siento, ya les había dicho que iría – me excuso con la pareja.

- Bien, pero luego vienes con nosotros, Seb no te puede tener toda la noche – bromea mirando a su amigo.

Sin responderle dejo que Stan me guíe de la mano hacia otra parte de la casa, sabe que no estoy bien, por lo que no me llevará con Hemsworth y Mackie.

Mientras nos alejamos de las personas comienzo a llorar en silencio. Sé que ella no puede amarlo como yo, nunca podría, este sentimiento es tan fuerte que muchas noches sentí que se me partiría el pecho guardando tanto sin poder dárselo.

- Ven aquí – Sebastian se apoya en la pared y me abraza fuerte.

Mis sollozos no quieren parar, se me escapan sin poder evitarlo, y él me acaricia el cabello intentando calmarme.

- ¿Puedo irme? – le pregunto quitando la cara de su pecho para mirarlo -. Te lo compensaré, podemos ir al cine, a comer, a mi casa a ver películas y series.

- No tienes que pedirme permiso, sé que no estás cómoda aquí. Pero te cobraré la palabra – me sonríe y yo asiento.

- ¿Por qué nos enamoramos de la persona incorrecta? – pregunto volviendo a apoyarme en su pecho.

- Es injusto, lo sé, la vida nunca es justa, pero a veces pasa para que puedas ver a la persona correcta. Tal vez no puedes notarla día a día, y cuando te llevas una decepción, eso abre tus ojos.

Suelto un suspiro cuando ya estoy más calmada y me separo de mi amigo.

- Gracias Seb, eres el mejor. Perdón por arruinar tu cumpleaños, fui muy egoísta. Debes ir a disfrutar, voy a pedir un taxi.

- No te preocupes, no arruinaste nada – me da un beso en la frente y saca su celular -. Yo lo llamo, vamos a mi habitación para que esperes mientras llega.

Subimos y llegamos hasta el final del pasillo, me siento en su cama mientras él hace la llamada.

Hay un mueble frente a mí, en donde hay fotos del elenco y de su familia. En una de ellas estamos los dos, y sonrío al recordar el día en que la tomamos.

Seb se sienta junto a mí y abrazándome hace que los dos caigamos a su cama.

- Deberías bajar a ver a tus invitados.

- Ni siquiera deben notar que no estoy ahí. Si quieres puedes dormir, te aviso cuando llegue tu taxi.

Me acomodo en sus brazos y me duermo pronto. Estaba cansada y el llanto me había dado sueño, así que mientras sentía los pedazos de mi corazón rebotando en mi pecho, alguien intentaba unirlos, y yo no me había dado cuenta.

Chris Evans - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora