Cada vez que los productores me avisaban que un papel era mío, saltaba de alegría. Siempre se sentía como al principio, como si fuera una novata que se presentaba por primera vez a una película sabiendo que su vida cambiaría.
Siempre me ponía nerviosa conocer a mis compañeros, muchas veces es mejor generar un lazo o conocerse un poco para la química en pantalla, además tampoco es muy agradable trabajar con alguien con quien no te llevas bien.
Ese día llegué al set saludando a todas las personas que ahí trabajaban, me gustaba que sonrieran y que su vida no fuera tan gris, un poco de alegría siempre es buena.
Los productores nos habían citado a todos para conocer al cast. El punto es que estaba hablando con John, uno de los directores, cuando lo vi llegar. Llevaba la barba larga, pero arreglada, también sonreía a todos y les hacía algún cumplido. Ya que habíamos trabajado juntos antes sabía que a veces incluso se quedaba hasta más tarde ayudando a limpiar el set. Así de agradable era.
Cuando nos vio su sonrisa se desvaneció de inmediato, ambos debíamos tener la misma cara de sorpresa, no nos habíamos visto en más de tres años, sin embargo, yo no sentía incomodidad, más bien sentía que mi corazón latía rápido, como si estuviese celebrando.
—¡Chris! — saludó el director y le hizo una seña para que se nos acercara.
Él comenzó a caminar de nuevo, pero en vez de fijarse en el hombre, mantenía su mirada en mí.
—¿Cómo has estado? —preguntó John.
—Bien, gracias. ¿Tú?
—Bien, bien. Ahora mis dos estrellas están aquí, iré a reunirlos a todos nuevamente. Si me disculpan —asintió pidiendo permiso y se marchó.
Chris y yo nos miramos unos segundos más, sin saber exactamente qué decir, hacía mucho que no nos hablábamos.
—Hey —saludó.
—Hola.
—Ha pasado tiempo. ¿Cómo te ha ido?
—Bien, he estado trabajando en varios proyectos —asentí sonriendo—. También tú, he visto tus películas.
—Yo también las tuyas, y he notado que ya manejas bien las entrevistas —me hizo sonreír y él también lo hizo.
Yo no quería dejar de hablar con él, no después de tanto tiempo.
—Ojalá no hubiésemos perdido el contacto —dije—. Te extrañé.
—Era lo mejor en ese momento —respondió él, perdiendo el humor—. También fue difícil para mí.
—Y aquí estamos de nuevo. Supongo que es el destino.
—El destino quiere verme sufrir —se rió sin ganas—. Pero no te preocupes, somos profesionales, estaremos bien.
—No quiero hacerte daño —aclaré—. Nunca quise hacerlo.
—Lo sé.
No sabía si él todavía tenía sentimientos por mí, tres años podían haberlo hecho olvidarme por completo, y no me atrevía a preguntar, no tenía derecho.
—Por cierto, ¿cómo está tu novio? Es agradable, o al menos lo era —preguntó queriendo sonar casual, pero estaba nervioso, no me miró siquiera.
—Estoy soltera, él y yo terminamos hace un tiempo —esta vez sí se volteó a mirarme, con el ceño fruncido—. ¿Estás tú con alguien?
—No. Desde hace mucho no.
Eso me hizo sentir aliviada, tal vez significaba que podía tener una mínima oportunidad, no quería dejarlo ir de nuevo.
—No sé si esto está bien, o tal vez no tiene ningún sentido, pero, ¿te gustaría ir a comer conmigo? —preguntó tímidamente—. Si estoy yendo demasiado lejos muy rápido puedes decírmelo, está bien.
—Perdimos tres años alejados, Chris, creo que el tiempo se nos ha ido demasiado rápido ya, no sigamos perdiéndolo —su sonrisa fue lo más bonito que había visto en mucho tiempo, y recordé cuán feliz me hacía verlo así.
Ese día lo volví a abrazar, ese día me sentí cómoda nuevamente entre sus brazos, y desde ese día no nos volvimos a separar.
—Si no tengo una historia de amor así, no quiero nada —dice Violet, nuestra hija, mirando las fotos familiares—. Tú y papá son almas gemelas, estoy segura de eso.
—Mía mamá —responde Jake, nuestro otro hijo.
—Oye, no seas así —lo molesta Chris—. Mamá nos ama a todos y todos la amamos a ella. ¿Y acaso a mí no me quieres?
Jake se lanza sobre sus brazos y mi esposo lo levanta haciendo que ría.
—¿Todavía se aman como antes? —pregunta Violet.
—Inclusos más —respondo—. Con los años ha demostrado que es el mejor hombre, siempre está para mí y yo para él, en las buenas y en las malas.
—Y tu mamá es la mejor mujer, ella es el amor de mi vida.
Al final encontramos nuestros destinos al encontrar al otro, y ese era el mejor regalo que me había dado la vida, pues luego vino lo más importante para mí; mi familia.
***
No quería hacer tercera parte porque quería mostrar lo que muchas veces pasa, que queremos a alguien que no puede correspondernos o estar con nosotros, pero la pidieron mucho así que aquí está. Espero que les haya gustado :)
Como siempre les dejo mi instagram por si quieren seguirme. Nos leemos.
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Chris Evans - One Shots
Fanfiction"La imaginación nos lleva a mundos que nunca existieron. Pero sin ella no vamos a ninguna parte" - Carl Sagan. 21/06/2020 #15 en chrisevans 24/06/2020 #2 en chrisevans