Tom Holland
Siempre había visto a Tom como un adolescente, incluso siendo mayor que yo, a veces parecía más inmaduro. Nos reíamos juntos y nunca hubo otras intenciones. Hasta que lo vi besarse con alguien más.
No sé qué pasó en mí ese día, pero dejé de verlo como un niño y me fijé más en él, vi la parte de hombre que me estaba perdiendo. Lo vi leer guiones concentrado, hablar de forma seria y formal con los productores y con figuras de autoridad, sin embargo, la parte infantil seguía ahí, pero ahora veía el equilibrio.
La relación con esa chica duró solo un par de meses, yo por supuesto no había intentando nada, no iba a hacerle eso a otra mujer, así que simplemente me mantuve distanciada, admirando la nueva fase de Tom que había descubierto.
Desde que terminaron he estado imaginando lo que sería besarlo, ver su parte dominante, hacer salir al hombre que se está escondiendo tras su actitud diaria. Pero, ¿cómo? No voy a encontrarlo desprevenido y robarle un beso, eso es acoso, tampoco me atrevo a ir y decirle "quiero besarte", aunque eso sería lo más directo.
Camino hacia la sala de maquillaje sin apuros, tengo tiempo antes de que lleguen los estilistas, así que quiero aprovechar este tiempo para seguir estudiando mi guión. Entro tarareando una canción que escucho a través de los audífonos y cierro la puerta, cuando levanto la vista me encuentro a Tom sonriendo mientras me mira.
—Sabía que llegarías antes —dice mientras da vuelta a la hoja de sus papeles.
—Tú siempre llegas a la hora exacta —me acerco dejando mi celular sobre la mesa y mirándolo.
Lleva una camisa negra ajustada que resalta sus músculos, y un pantalón deportivo. Junta las cejas al leer el guión, tienes los labios entreabiertos, y yo no puedo apartar la mirada. Joder, en serio quiero besarlo. Trago saliva y luego me muerdo fuerte el labio, intentando hacerme reaccionar, pero él se da cuenta de mi actitud y levanta la mirada.
—¿Estás bien? —pregunta.
—Sí —me enfoco en mi reflejo en el espejo para dejar de mirarlo como tonta—. Solo pensaba.
—¿En qué?
¿Y si soy directa? ¿Qué pierdo? Bueno, me da un poco de vergüenza, pero no veo otra forma de que pase, ni siquiera sé si le gusto.
—Estaba pensando en besarte.
Apenas suelto esas palabras él abre la boca sorprendido. Sin siquiera yo esperarlo se me escapa una risa, en serio se lo dije así nada más.
—¿En serio? —pregunta creyendo que bromeo por lo que acabo de hacer.
—Sí. La verdad es que llevo tiempo pensando en probar tus labios, quiero saber lo que se siente besarte.
Tom da una mirada a la puerta y luego vuelve a mí.
—¿Qué te detiene? —pregunta entonces, acercándose de a poco.
—No saber si tú también quieres.
—Bien, yo también quiero, desde hace un tiempo, pero no había ocasión. De hecho ni esperaba que tú pensaras lo mismo.
Doy también una mirada a la puerta, pero en vez de acercarme más a él, me alejo. Me mira confundido, pero antes de que piense que es una broma, hablo.
—Pero quiero que tú lo hagas, quiero que tomes el control.
Tira los papeles sobre la mesa y se acerca a mí a paso decidido, con una mano me toma la cintura y con la otra el rostro y en un movimiento brusco me pega a él. Apenas me da tiempo de abrir la boca cuando me besa y pronto el contacto se hace profundo. Creí que sería inexperto, pero sabe exactamente cómo hacerlo. Su lengua se encuentra con la mía cuando lo tomo del cabello y lo atraigo aún más hacia mí, eso parece activarlo pues hace que envuelva mis piernas a su alrededor y me sube a la mesa. Siento el calor a nuestro alrededor y las respiraciones pesadas, en mi cabeza todo parece estar nublado, ni siquiera soy consciente del mundo.
—¡Ay no! —el grito nos hace alejarnos de golpe y me bajo de la mesa de un salto. Es la estilista—. ¡Díganme que están vestidos!
—Estamos vestidos —respondo un poco avergonzada.
Me volteo hacia Tom y ambos soltamos una carcajada. Linda entra entonces, negando con la cabeza y dejando su bolsa en uno de los sofás.
—¿Con todo el dinero que tienen no pueden irse a un motel?
—Hey, solo era un beso —nos excuso.
—Te tenía la lengua en la garganta —se cruza de brazos—. Y no sé donde estaban las manos.
—Vale, lo sentimos —dice el chico.
—No quiero que ensucien mi lugar de trabajo —sentencia, y después de un silencio suelta una risa—. Mocosos calenturientos. Vale, vamos a prepararnos, es hora de trabajar.
Por suerte esa no fue el único beso que Tom y yo tuvimos, pero los demás fueron en un lugar solo para nosotros.
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Chris Evans - One Shots
Fanfiction"La imaginación nos lleva a mundos que nunca existieron. Pero sin ella no vamos a ninguna parte" - Carl Sagan. 21/06/2020 #15 en chrisevans 24/06/2020 #2 en chrisevans