NERD [1] ✔️[Editando]

"No Estás Loca y No Eres Rara"

DOCE

...

PEYTON:

—¿Tú qué crees que pasará cuando le cuentes todo después de lo que pasó?—escuché mientras trataba de moverme.

Auch: Se me hizo que pronuncié pero de mi no salió ninguna palabra.

—No hay tiempo. Andrew debió de contarle todas las cosas desde un principio y talvez todo sería diferente, talvez no estaría muerto.

Al escuchar aquello abrí los ojos como platos.

—Despertó—está vez reconocí aquella voz chillona que habló.

La vista la tenía borrosa, solo alcanzaba a distinguir que talvez las paredes eran blancas y tres rostros borroso en total. Traté de llevar mis manos a mis ojos para tallarlos pero el dolor me lo impidió, hice una mueca de dolor por aquello y prosegui. Necesitaba ver.

Pero cuando mis manos hicieron contacto con esa parte de mi rostro reconocí lo húmedos que estaban, mis mejillas parecían cómo si agua les hubiera caído.

Y todo lo ví en mi memoria de manera rápida cómo un flashback que explotó en mi cabeza. Y me mente dolió al recordar esas cosas.

Andrew.

No dije nada, no me moví para nada y el corazón me paró en seco. Así es. Estaba en shock total.

—Oye, hey—la lejanía de esa voz me hacía sentir tan miserable a la misma vez que el estar respirando este aire que en algún punto me iba a asfixiar para después colocarme agonizar.

Otra mano tomó mi rostro pero no relacione. Llevó sus manos a mi cabello y lo posó detrás de mi oreja para después sentir dos superficies que se adueñaron de aquel lugar. Cuando mi vista se empezó aclarar pude distinguir y saber que eran mis lentes.

Pude ver, lo blanco de la habitación que me abrumó de una vez haciendo que mordiera mi lengua y saborear lo metálico de la sangre.

Pude distinguir a dos hombres que jamás había visto en mi vida, uno con bata blanca y otro con ropa formal cargado de joyas y la última cara que ví me enredó la memoria mucho más.

Y el nudo de garganta que tenía no quería que mi voz saliera por ningún lado pero hice el esfuerzo para pronunciar su nombre: -Kei.

—Si, si, aquí estoy rata, aquí estoy—dijo posándose a el lado mío, yo repasaba cada rincón del lugar como si se fuera a quedar algo en mi mente, mi mano tenía un tubito que atravesaba mi piel y lo seguí con la mirada hasta que llegué a dónde acababa viendo la bolsa llena de líquido colgando a un lado de mi cama.

Comprobé que no estaba en un hospital pero si me estaban alimentando con suero oral, la gran cama y el color de las sábanas hacían contraste con las paredes, unas cortinas de color blanco se adentraron y el frío entró por mi piel.

Tenía algo atorado en mi garganta, la respiración me empezó a faltar, Kei tomó mi mano y la miré para decirle al fin-Esta muerto, lo mataron, Kei, lo mataron- Era verdad que me estaba ahogando.

—Tranquila, tranquila, tranquila— colocó su mano en mi cabello para tratar de calmarme, algo que no me estaba haciendo ningún efecto.

—Peyton—el efecto de aquella voz en la habitación fué tan épico que lo único que puede sentir fue el bombardeo de mi corazón en mis oídos.