"La Escuela No Es Cruel, La vida Lo Es"

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CATORCE

...


Oscuridad, reparación agitada y palpitaciones de un corazón —Peyton—escuché aquel eco por todas partes—Peyton—volví a escucharlo—Levántate Peyton—esta vez fué en lejanía—¡Levántate cobarde!—gritó y hay si que reconocí su voz.

Andrew.

Mis ojos se abrieron como platos ante la oscuridad, mi respiración estaba agitada, tanto que mi pecho subía y bajaba con una violencia que no podía controlar, mi cuerpo sudaba y temblaba a el mismo tiempo, sentía que me ahogaba, el cuarto estaba oscuro así que llevé mi mano hacia la lámpara que pasaba en la mesita de noche y la encendí. Luego me lleve la mano a el pecho para  sentir como este saltaba.

Al despegar las cobijas de mi cuerpo comprobé que hacía demaciado calor en este lugar, necesitaba tanto aire como podía, así que me levanté de la cama después me coloqué las chanclas y cuando ya las tuve firme contra mis pies y entre mis dedos me dirigí hacía la puerta para salir de la habitación.

Lo primero que escuché fué silencio total y lo primero que vieron mis ojos fué el largo pasillo que lo iluminaba una sola luz  colgada en el medio del techo.

Viendo aquello solo me abracé a mi misma y caminé hacia a delante, que me llevaría hacia las escaleras.

Entonces lo escuché de nuevo, provenía de abajo y está vez con más claridad y y fuerza—Peyton—mi nombre con la voz de Andrew—Ven—Eso último había sido como un susurro  que lo había sentido a el odio.

Solo aceleré mis pasos y me dispuse a bajar las escaleras lo más rápido posible. Cuando lo hice reinaba la oscuridad en el lugar, solo  y grande.

Y con dos o tres guardias por los alrededores que parecían estatuas.

Puertas, puertas y más puertas fué lo que ví a mi alrededor, y pronto el salón empezó a dar vueltas, como si fuera una rueda, una ruleta sin detenerse o buscando algún resultado ganador.

Cerré mis ojos y gemí para después llevarme las manos a la cabeza, me estaba más que abrumando aquí.

Entonces sentí que la cabeza se me iba a explotar en cualquier momento, que mi celebro había dejado de funcionar que ya todo se había ido. Paró en seco:

Cuando abrí mis ojos ya todo estaba normal de nuevo, pero aún seguía ahí y de alguna u otra forma sabía a dónde ir. Así que caminé y caminé  hasta donde las piernas me llevaran.

Y cuando me detuve fué cuando ya había llegado a una gran puerta, tan solo sin colocarme a pensar empujé hacia adentro y mis piernas se encargaron del resto; entrar.

Estando ahí, la puerta se cerró detrás de mi y lo próximo que empecé a ver fueron imágenes, escenarios y sucesos ocurrentes, negaba una y otras vez porque ahí estaba yo, justo ahí.

—¡Mira, recuerda!—me gritó esa voz y cerré los ojos con fuerza. No quería, lo que estaba frente a mí era desastroso y horrendo.

No podía siquiera mirarlo.

—¡Mira!—gritó.

—¡No!—está vez fui yo la que lo hice—¡No, no, no!— empecé a repetir una y otra vez.

NERD [1] ✔️[Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora