34. Buena suerte, mi Rey

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Respiré profundamente intentando de relajarme y pensar correctamente en lo que estaba pasando. Céline me había despertado increíblemente temprano, ella había empacado varías de nuestras cosas y me había hecho subir a uno de sus tantos autos, yo era su copiloto mientras que ella conducía a quién sabe dónde, lo peor/mejor es que no éramos los únicos pasajeros en ese viaje, por algún motivo también iban Atsushi, Akutagawa y los hermanos de Jackie y él, era fácil darse cuenta que Jackie y sus hermanos eran trillizos pero era bastante extraño escuchar como Céline les llamaba "trillizos J".

-Céline, ¿podrías explicarme a dónde vamos?- dije masajeando mi sien mientras trataba de relajarme y no concentrarme en la larga carretera.

-¡A Tokio por supuesto! ¿Cómo es que no te habías dado cuenta? Es la Wine & Gourmet Japan- dijo Céline con emoción sin apartar su vista de la carretera pero dando un pequeño saltito en su asiento, yo suspiré.

-Okay, pero, ¿Porqué vienen todos ellos?- dije con cierta molestia señalando hacia él siento trasero viéndola con el ceño fruncido- son sólo niños

-Bueno, los trillizos J tienen 16 así que no son tan niños, Sushi tiene 18 y Cejas y yo tenemos la misma edad, eso te hace a ti el adulto responsable. Cuida bien de nosotros- dijo ella mirándome burlona unos segundos para luego volver su atención a la carretera.

Yo miré hacia atrás y miré con atención a los chicos que me veían entre incómodos y serios. Jackie estaba sentado sobre las piernas de su hermano mayor Jeffrey, que de hecho vi como estaba equilibrando dos libros y una taza parado en un sólo pie, al lado de ellos estaba Atsushi, le seguía el hermano mayor de los trillizos que se llamaba Jean y Akutagawa.

-Pensé que ustedes eran mayores, tal vez de la misma edad de Atsushi- dije sonriéndoles a los trillizos con más tranquilidad, Jackie sonrió.

-Nop, somos muchos más pequeños que eso- dijo ladeando su cabeza ligeramente con entusiasmo.

-A mi también me sorprendió cuando lo supe, Chūya-san -dijo Atsushi sonriendo nervioso mientras rascaba distraídamente su mejilla.

-Eso me recuerda, ¿cómo es posible que Kunikida te haya dejado venir? Pensé que te mantendría haciendo formularios y cosas así en la Agencia- dije arqueando una de mis cejas curioso.

-Bueno, Céline habló con Kunikida-san -dijo Atsushi con una sonrisa de completa inocencia que me daba algo de ternura y pena.

-Sí, sobre eso...- murmuró Céline con tono "nervioso" llamando mi atención, así que la miré con el ceño fruncido.

-Céline- la llamé con un tono de advertencia- si le avisaste a alguien que veníamos, ¿cierto?- ella lamió sus labios nerviosamente a lo que yo suspiré intentando de no perder la paciencia- por favor dime que le avisaste aunque sea a Jacob

-Emm, bueno...- dijo con un tono algo cantarín- ¿sabes? Ya no me dan ganas de conducir- dijo con un extraño tono entusiasta.

De la nada ella soltó el volante, rápidamente yo lo tomé antes de que chocáramos y prácticamente yo comencé a conducir.

-¿Pero qué mierda? ¡CÉLINE, QUÉ CARAJO TE SUCEDE!- grité molesto sin apartar mi vista de la carretera, fue aún más mi enojo al escucharla soltar una risita detrás de mi.

-Tranquilo, tú mantén el volante y yo el acelerador- dijo con tono juguetón mientras comenzaba a revisar los bolsillos de su pantalón.

Céline sacó su teléfono y rápidamente se lo pasó a alguien de la parte de atrás para luego simplemente tomar el volante y haciendo que yo me hiciera a un lado para ahora ver muy irritado como ella sonreía enormemente.

El Lobo y La Oveja ||SOUKOKU||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora