En algún punto de la noche, habían conseguido que la mayor Hange Zoe se emborrachase por completo.
Lo cierto es que habían hecho trampas, ellos estaban acostumbrados al juego y tenían la sana costumbre de emborrachar al nuevo. No es que ella fuese nueva precisamente, pero no formaba parte del escuadrón y como había venido al castillo para estudiar a Eren le había tocado a ella.
Era una borracha muy divertida, llevaban riendo sin parar toda la noche.
El capitán Levi apareció por la puerta, llegaba de una reunión con Erwin y no parecía de buen humor, aunque claro nunca parecía de buen humor.
Miró hacia su mesa y refunfuñó entre dientes.
— ¿ Es esto lo que habéis estado haciendo? — preguntó molesto. — Emborrachar a la mayor Hange cuando deberíais estar limpiando.
— Es la tradición, Jefe — dijo Oluo alzando su copa.
— Unase a nosotros, Capitán — dijo una Petra sonriente que también estaba un poco bebida.
— Beber es una perdida de tiempo — contestó sentando en la mesa entre Gunther y Hange.
— Aaaah Rivaille... siempre olvido que este es otro de tus super poderes, nunca te emborrachas — balbuceó ella riéndose entre dientes.
Apoyó un codo en la mesa, pero se resbaló y comenzó a reírse como una niña pequeña.
El capitán le dedicó una mirada de reproche y apartó la bebida de su alcance.
— No seas aburrido ... — replicó dándole un pequeño empujón.
Él entornó los ojos y le dio la espalda.
— Leviiii quiere limpiar y no quiereeee divertirse...— canturreó apoyándose en él.
Nunca le llamaba por su rango, ni le hablaba de usted.
— ¿Qué tal la reunión Capitán? — preguntó Petra con interés en un intento de desviar la atención, temiendo quizá que Levi se enfadase con ellos por haberla emborrachado.
Pero nunca hubo mala intención, era parte del juego y ella había colaborado encantada.
— Bien — masculló.
— Bien — remedó Hange imitando su postura y su mirada sería.
Oulo se echó a reír y la mayor sonrió satisfecha. En realidad estaban todos bastante borrachos.
— ¿Queréis que os cuente uno de los sucios secretos de vuestro capitán?— dijo dándole un aire misterioso a su voz, mientras le pasaba un brazo por los hombros y apoyaba su cuerpo contra él.
— Cállate, Cuatro ojos — gruñó colocando una mano en su enredado cabello
Vio los ojos de su equipo, sabía que querían conocer algún secreto de su estimado capitán, pero tal vez supondría horas extras de limpieza.
Petra observaba la escena con atención, Levi no se había molestado en apartarse de ella, y ahora tenía la mano en su cuello.
— Siempre que no suponga un castigo para nosotros — apuntó él tratando de no echarse a reír.
— No, no, no, no, no — contestó Hange riéndose de nuevo. — Nadie va a castigaros, yo me hago responsable ... No, no.
— Esos son muchos noes, Hans — murmuró el capitán llevándose la mano. libre la cara.
Volvió a reírse y se inclinó sobre la mesa.
No sabía si alguien más se había dado cuenta, pero el capitán no estaba sujetando el cuello de Hange, estaba acariciando su nunca. Con aquella expresión estoica, como si nada estuviera pasando. Pero allí estaba pasando sus dedos con cuidado por su pelo, mientras ella seguía colgada de él, sin dejar de reirse.
— Adelante Mayor —dijo Gunther alzando su copa.
— Bajo su responsabilidad — añadió Petra apoyando la barbilla en sus mano escuchando con atención.
— De acuerdo, Levi tiene los pies fríos, increíblemente fríos — murmuró son una sonrisa cómplice en los labios.
La cara de decepción del escuadrón fue evidente, el capitán gruñó algo entre dientes que él no llego a oír y se separó de ella, cruzándose de brazos.
Hange volvió a reirse, les había tomado el pelo por completo.
— Me retiro a dormir — murmuró sonriente levantándose de la mesa y despidiéndose de ellos con una exagerada inclinación — Me he divertido mucho esta noche, chicos, muchas gracias.
Lo cierto es que era una mujer muy agradable. Salió del comedor tambaleándose y desapareció por el pasillo sin dejar de reirse a carcajadas.
Levi suspiró agotado y se levantó de la mesa también.
— Deberíamos descansar todos, suficiente diversión por esta noche — dicho esto se despidió con un gesto y salió de comedor.
— Nos ha tomado el pelo — dijo Oulo enfurruñado.
— ¿ Que esperabas, Bozado ? ¿Alguna oscura confesión? — preguntó él divertido.
— Algo más suculento, no se...—masculló Gunther. — Algún secreto o alguna manía que lo hiciera parecer más ... Normal... Algún punto débil o algo asi...
— Oh Dios mío — murmuró Petra de repente.
Se llevó las manos a la cara y se le pusieron rojas hasta las orejas. Todos la miraron y ella se fue haciendo pequeña en su asiento.
De pronto lo comprendió todo, solo había una manera de que la mayor Hange Zoe supiera como eran los pies del capitán.
Se echó a reír, al fin y al cabo sí que había confesado un buen secreto.

ESTÁS LEYENDO
Las cosas que no molestan
FanfictionPequeñas historias de día a día. Sin orden cronológico. Citas, confesiones, celos, miedos...