Las cosas que no molestan

Cansado

Notó como alguien se sentaba a su lado y lo le hizo falta levantar la cabeza para saber que era ella.

Desde el momento en que la vio golpearse contra las paredes del muro, quiso abrazarla, pero una vez mas su nula capacidad para mostrar emociones le hacía incapaz.

Sintió una mano que acariciaba su espalda.

— ¿ Qué tal estás ? — preguntó apoyando la cabeza en su hombro. — Los chicos me han contado que les has felicitado y que has sonreído, están muy sorprendidos —se rió con suavidad y le dio un suave apretón en el hombro.— Los has descolocado por completo.

Se dió la vuelta y apoyó la cabeza en su hombro, pasando los brazos alrededor de su cuerpo.

— Estoy muy orgullosa de ti — susurró pasando una mano por su espalda.

— Estoy muy cansado... — susurró escondiendo la cabeza junto a la de ella.

— Lo se...— Hange pasó los brazos alrededor de su cuello y lo acunó contra ella.

— Creía que era mi padre — murmuró abrazándola con fuerza. — Que estupidez ¿No crees?

— No creo que sea estúpido, Levi — besó su cabeza y pasó los dedos por su pelo con cariño.

— Era mi tío y se marchó porque era incapaz de criar a... joder...— maldijo agarrando con fuerza los pliegues de su camisa. — No entiendo... Joder... No puedo más... Y ahora está muerto.

— Ya está — lo abrazó con fuerza. — Descansa ahora...yo cuidare de ti.

— Mierda, cuatro ojos, no te vayas nunca.

...

Otra historia pequeñita,  se me ocurren historietas de estas y estoy atascada en la otra, no sé cómo llegar de un punto a otro. Jajaja. En fin. 

Muchas gracias a todas por dedicar un poco de vuestro tiempo en leerme. 

Sois muy amables con vuestros comentarios y vuestras palabras. 

Un abrazo.