Las cosas que no molestan

Invencible

"¿Se puede saber que estás haciendo? "Preguntó ella, el tono de su voz sonaba molesto.

" Cambiarme de ropa", contestó con tranquilidad. " Armin parece tener muy claro quien es la titan hembra y vamos a capturarla"

Se ajustó las correas del pecho y comprobó que todo estaba bien. También las que tenía en las piernas, las movió, dobló el tobillo, le dolía, pero era tolerable.

"No vas a  ir," dijo ella, entrando por la puerta.

"¿Quién te ha nombrado comandante?", contestó sin levantar la vista de su equipo de maniobras.

Hange resopló enfadada y se cruzó de brazos, dando un paso hacia la habitación.

"Hans, no tengo tiempo para tonterías", dijo con voz tranquila mientras se paraba frente a ella.

"No vas a ir a ninguna parte", gruñó con la cara roja de ira.

"Déjame pasar", puso la mano en su hombro para moverla, pero ella no se movió del sitio.

"Si quieres pasar, tendrás que matarme", respondió ella dando un golpe con el hombro para liberar la mano de Levi.

"¿De qué coño estás hablando?", preguntó asombrado.

"Estás herido, te han herido... se supone que eres el soldado más fuerte de la humanidad...que eres invencible", gritó ella dándole un empujón.

" Hans..."

"No te voy a dejar salir ahí fuera ... te voy a encerrar en una torre y me voy a comer la llave y..." repitió ella furiosa, golpeando su pecho con su puño una y otra vez.

"Es sólo un tobillo torcido..." contestó, agarrándole las manos.

"Pero... te han herido..." murmuró tratando de soltar. "Eres invencible, nada puede herirte"

" Hans, sabes perfectamente que no soy invencible", dijo con voz suave tratando de calmarla. "Sólo soy un hombre"

"Vivía muy feliz engañada, maldito idiota...", contestó ella, rindiéndose y se echó a  llorar.

"No llores, tonta...", le pasó las manos por la cintura y la atrajo hacia él.

" No vayas....por favor...quédate y descansa...", suplicó, apoyando la cabeza sobre su hombro, abrazándolo." Por favor... por favor."

" Si me quedo, ¿vas a dejar de llorar? " le devolvió el abrazo, pasando la mano por su espalda y ella asintió sin apenas moverse, suspiró y la besó en la mejilla. "Está bien, tú ganas".

....

Un pequeña historieta