Con dueño.

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No tardó mucho en armarse una vez que Taiki y Yaten la llevaron a sus armas, porque, por supuesto, ellos primero habían intentado empujarla en un cuarto y encerrarla dentro. No funcionó.
Yaten le echó una mirada sucia cuando ella ahuecó su entrepierna, una debilidad que Mina estaba dispuesta a explotar. Ellos la habían cogido desprevenida una vez antes y por su vínculo familiar con Seiya, les había resultado fácil, pero con él en peligro no podía permitirse el lujo de perder el tiempo. La preocupación por su guerrero púrpura le corroía por dentro y el miedo de llegar demasiado tarde apretaba su estómago.
Eso la desconcertaba. No podía imaginar a Michiru o a cualquiera de sus hermanas tribales cuidando de los padres de sus bebés si se lesionaban y, sin embargo, a pesar de sí misma, no podía contener las emociones que se arremolinaban en su interior. Sentimientos. Esos sentimientos parecían una traición a todo lo que había aprendido de la tribu que la adoptó y sin embargo, ella no podía dejar de preocuparse por lo que le pasara.
Ignoró su confusión interna y se concentró en la localización de Seiya, y por una vez, los idiotas púrpuras relacionados con él resultaron ser útiles. Taiki pudo manipular las computadoras y hackeó la central de la ciudad en la que estaban atracados. Al hojear las cámaras, descubrió imágenes de Seiya siendo transportado sin contemplaciones por un par de asesinos de burdel y rodeado por al menos una docena más de brutos guardias especializados. Tomó nota del edificio al que lo llevaron, uno entre las docenas en la ciudad, su aguda mirada estudió la seguridad en la parte frontal.
-"Necesitamos una manera de entrar", pensó en voz alta.- "¿Están todas sus entradas tan bien custodiadas? "
-"Es un prostíbulo. Por supuesto que no dejan grietas para que cualquier polla a buen precio pueda entrar. Por suerte para ti, tenemos un plan. "
No le gustaba el camino de su idea—de ninguna manera caminaría desnuda hasta un prostíbulo y exigiría una audición, para su decepción . Además, tenía un plan mejor y para ella, la violencia y el derramamiento de sangre, siempre era la mejor solución.
Mientras Taiki y Yaten abordaron las dos entradas principales y sus guardias — borrachos y beligerantes, los cuales no opondrían demasiada resistencia debido a su estado— ella se coló por la entrada de la cocina. Con su pistola configurada para aturdir disparó a los trabajadores que estaban chupando tubos que escupían remolinos de humo. Un pasatiempo extraño, que, por alguna razón, muchos aliens disfrutaban.
Se ajustó la capucha de la pesada capa a su alrededor, mantuvo la cabeza baja y se dirigió al pasillo principal, que a esta hora del día, estaba vacío, los placeres carnales tenían lugar principalmente durante la hora oscura del ciclo planetario. En cualquier otro momento, no se habría detenido para mirar alrededor de su primer burdel, miró boquiabierta los altos techos dorados, joyas y otras riquezas, acariciaban las paredes de madera pulida y el mobiliario brocado, sin embargo, tenía que localizar rápidamente a Seiya, antes de que descubrieran su presencia y dieran la alarma.
Precisamente en cómo iba a escapar con Seiya una vez lo encontrara, aún se le escapaba, pero confiaba, que entre ellos, encontrarían una solución o morirían en el intento. Michiru siempre decía que el más grande honor era morir en la batalla. Personalmente, preferiría llegar a la vejez antes de probar esa teoría. Y no me importaría unos cuantos combates más de placer con mi guerrero púrpura.
Se le ocurrió tras varias unidades vagabundeando, que no tenía la menor idea de en dónde encontrar a Seiya y cuanto más tiempo le llevaría, era más probable que terminara expuesta. Casi se había topado con algunos sirvientes unas cuantas hasta este momento y no podía contar con que su suerte durara para siempre.
Entonces, como si algún espíritu celestial escuchara su suplica, escuchó el rumor de su voz por detrás la cortina que atravesaba un arco. Pero, ¿cómo deslizarse dentro sin ser vista?
El susurro de pies calzados con zapatillas le hizo esconderse detrás de la estatua adornada de un alien que lucia más pollas que ella orificios—un poco inquietante,por decirlo así. Miró por encima del borde del pedestal y vio a un siervo empujando un carro estacionario cargado de platos abovedados de plata. Se detuvo frente a la entrada cubierta. Se enderezo la túnica primero y el piel- roja-de-tres-ojos corrió la cortina y entró en la habitación.
-" Le traigo los refrigerios solicitados. " Mientras hablaba a los habitantes de la sala, Mina corrió al carro y se agachó para colarse bajo su paño drapeado. Por suerte, sólo había servilletas en el estante debajo y se mantuvo acurrucada, conteniendo la respiración cuando el siervo orientó el carro en la habitación.
-"Tráelo aquí " dijo una mujer, con un hilo de acero en el tono de su voz y que curiosamente le recordó a Michiru cuando le regañaba.
El carro zumbaba suavemente mientras flotaba por el suelo, moviéndose durante una eternidad hasta que paró. Mina contuvo la respiración mientras escuchaba en busca de pistas que le ayudara a saber el número de enemigos en la habitación y la ubicación de Seiya. 
La cubierta metálica de una bandeja fue levantada y el fuerte aroma penetró hasta el tejido que la ocultaba.
-" ¿Puedo tentarle con algunos pasteles Chiba? " preguntó la voz acerada de antes.
-" Realmente tengo que irme", respondió Seiya. Ella reconocía sus estados de ánimo lo suficiente como para saber que sonaba triste. Mina se preguntó qué habría sufrido mientras ella perdía el tiempo armándose y planificando la fuga con sus primos.
-" Pero todavía no hemos empezado. Travieso Seiya. En cuanto me enteré que atracaste, no pude creer que no vinieras a mí de inmediato. Deberías saberlo mejor antes de intentar evadirme."
Mina frunció el ceño por el sutil tono amenazante. Seguía sin poder distinguir el número exacto en la habitación, el tintineo de platos y susurro de telas posiblemente no era fiable. ¿Si se atrevía a intentar mirar a través de la tela en el carro, tal movimiento atraería la atención a su escondite?
-" Tenía otro asunto, asunto del que tus guardias me alejaron. "
-" Sí, me enteré de que estabas retozando con una esclava en el callejón. " La voz de la mujer implicaba una clara repugnancia.- "En realidad, pensaba que tenías más clase. ¿Por qué jugar en las calles con una bárbara dispuesta cuando puedes tener todo esto?. Ven a mí, Seiya y déjame recordarte por qué soy la única mujer que necesitas cabalgando tu polla. "
¿Perdón?. Los ojos de Mina se abrieron como platos y la furia la inundó. No se molestó en comprobar primero, sólo salió de su escondite, con los cuchillos extendidos, sorprendiendo a la mujer desnuda con tres pechos cerniéndose sobre Seiya — mi macho.
Tardó un momento en asumir el escenario. Vestido con un pequeño taparrabos, con los músculos aceitados, el pelo bien peinado y rodeado de demasiadas putas desnudas, sin contar a la que miraba fijamente a Mina, Seiya le sonrió.
-" También vienes a montar mi vara, ¿verdad? "
-" ¡Guardias! " Gritó la mujer con voz acerada.
Enfadada y quizás un poco celosa, incluso si no lo admitía, Mina echó su capucha hacia atrás.- "Pensé que te secuestraron y tenias la necesitad de un rescate. "
Él se encogió de hombros.-" Fui secuestrado por un grupo de bellezas que estaban furiosas porque estaba manteniéndolas a la espera de su placer. ¿Qué puedo decir?. Mi destreza se extiende de la batalla al dormitorio, como también deberías saber. ¿O has olvidado ya el callejón?"
Sus palabras le hicieron recordar algunas cosas que había hecho con ella. Y seguramanete con—¡ estas putas!.
Aunque el recordatorio de su propia debilidad por él hizo que sus mejillas se sonrojaran, ella ocultó su vergüenza con la ira. No era una tarea difícil dado que estaba muy furiosa.
-" No puedo creer que me preocupara por tu bienestar ", le gritó mientras se daba la vuelta para salir de la habitación, al igual que los guardias empezaron a entrar
-"No es mi culpa que mis habilidades sean tan demandadas. ¿No es esa una de las razones por las que me elegiste?"
-" Jódete a ti mismo," escupió por encima del hombro.
-" Disparad a la hembra", gritó la tipa de los 3 asquerosos pechos.
Antes de que la hembra tres-pechos dejara de gritar, Mina levantó su pistola y disparó contra los guardias, sólo para terminar teniendo un cuerpo morado medio desnudo frente a ella. Rugiendo algo así como. -" No te atrevas a dañar ni un pelo de su cabeza, " Seiya se encargó de los guardias restantes, sin frenarse aún cuando algunos de sus disparos paralizantes le alcanzaron.
Mina pensó que podría ayudarle, pero aún estaba demasiado molesta, así que golpeó al guardia que no estaba ocupado en la pelea con Seiya y salió de la habitación. Que se salve a sí mismo, maldito imbécil. Llegó a la sala frontal ilesa, tras más disparos y una decapitación, se ocupó de algunos guardias más por el camino, antes de que Seiya la alcanzara y le hiciera girar.
-" ¿No me oyes hablar, princesa? ¡Dije basta! "
Con una mirada gélida, ella se enfrentó a él.- " Me importa una mierda lo que dijiste.
Ahora que veo cuan equivocada estaba sobre tu necesidad de un rescate, me voy " .
-"No, no lo estas. "
-" Sí, ¡ lo estoy! " Gritó.
-" ¿Por qué estás tan enojada? ", preguntó mientras casualmente apuntaba la pistola a un lado y disparaba a un asesino que se acercaba a ellos.
-"No estoy enojada", gruñó, todavía sin poder librarse de la imagen de las mujeres desnudas alrededor de Seiya y peor aún, del conocimiento de que él había intimado con la prostituta tres- pechos. Con un grito de frustración, se giró hacia un lado y el borde de su espada rebanó al asesino que había pensado acercarse sigilosamente a ella. Limpió su espada en la capa de su víctima y reanudó su salida sólo para que Seiya se plantara de nuevo frente a ella.
-" Muévete ", le ordenó.
-" Obligame ".
Esta vez, ella no se contuvo cuando balanceó su pie, conectando con sus partes masculinas.
Para darle crédito él no gritó como una niña pequeña, ni tampoco se arrugó. Sin embargo, un brillo peligroso llenó sus ojos.- "Eso estuvo fuera de lugar. Pero discutiremos tu castigo por eso más tarde.
¿Ahora te importaría decirme por qué estás tan enojada conmigo?. Yo soy la víctima aquí ¿recuerdas? "
-" Sí, ya vi cuan victimizado estabas rodeado por todas esas mujeres desnudas ", gruñó.
Frunció el ceño y luego una sonrisa curvó sus labios.- " ¡Estás celosa! "
-" No lo estoy", replicó ella.- " Sólo me molesta haber perdido un tiempo valioso intentando salvar tu culo púrpura en vez de abrirme paso a casa. "
Sus palabras borraron la sonrisa de su rostro y la agarró por los brazos.- "No te iras. Te lo prohíbo. "
¿Él qué?. Ella se le quedó mirando, luego se echó a reír. -" Tú no eres mi dueño. Y no puedes detenerme "
Ella se dejó caer al suelo, el impulso repentino le hizo perder su agarre sobre ella. Con un giro rápido, saltó sobre sus pies y echó a correr. Cruzó las puertas del burdel, pasó junto a los primos de Seiya en medio de un montón de guardias caídos, en la calle desierta. Parecía que los inquilinos cercanos habían huido de la violencia.
Mientras corría, escuchó con atención, pero no oyó ninguna señal de persecución, lo que ciertamente no era la razón de la decepción que sintió a pesar de decirse que no le importaba que él no la siguiera. Ella no necesitaba a Seiya. De hecho, le había dado su simiente tantas veces que probablemente ya llevaba a su bebé, lo que significaba que podía volver a casa. Hogar, dulce hogar, donde la vida seguía un patrón establecido sin caos y trastornos emocionales.
Algo la elevo de sus pies y sólo pudo soltar un chillido antes de encontrarse sobre un musculoso hombro. Miró hacia abajo, no pudo evitar observar, con aprecio, las nalgas desnudas púrpuras del hombre que la portaba, la tira de material entre sus mejillas y que sostenía el taparrabos en su lugar, era intrigante por decir más. El placer la inundó, pero el terco orgullo la superó.
-" ¡Suéltame! "
-" Cuando esté bien y preparado", gruñó él.
-" Bueno, estoy lista para ... " A pesar de que había anclado sus piernas con un pesado brazo, él no se había percatado de lo que tenia en las manos. Comprobó la pistola para asegurarse de que se seguía en modo aturdimiento y luego le disparó en una mejilla.
Tembló, pero siguió caminando. Le disparó de nuevo y él respondió con una palmada en su culo.
-" ¿Por qué no caes? " Gritó ella, golpeando su espalda con la culata de la pistola. No por mucho tiempo porque Taiki y Yaten, que los seguían de cerca, se la arrancó de la mano.
-"Inyección de adrenalina. Me la administraron cuando unos guardias me llevaron hacia ellas.
No sólo anuló los sedantes que sus guardias me dispararon, también contrarresta durante un tiempo los intentos de aturdimiento " .
-" Anula esto", gruñó ella, entrelazó sus dedos y golpeó su espina dorsal.
Un gruñido fue todo lo que obtuvo por su acto y un.-" No debiste haberlo hecho" de Taiki.
Nanosegundos después, se encontró con su capa arrojada por encima de su espalda y cubriendo su cabeza. El sonido de una rasgadura le dijo que él le había arrancado la frágil falda. El aire frío acarició su trasero desnudo y ella luchó aún cuando la primera bofetada aterrizó en su mejilla.
-" Sucio, podrido, bastardo", le gritó mientras le calentaba el trasero con la palma de su mano.
¡Slap! Él la ignoró y le pegó de nuevo.
-" Voy a sacarte las entrañas mientras me ves " ella gritó cuando otro golpe aterrizó.
Una ráfaga de bofetadas, duras, la dejó sin respiración por un momento y él por fin habló con los dientes apretados.
-"He aguantado mucho de ti, princesa, pero a partir de este momento, dejaras de intentar herirme o matarme. "
-"¡Nunca! "
Eso le costó un azote.
-" En segundo lugar, no harás algo tan tonto como intentar salvarme de nuevo. Puedo liberarme en poco tiempo y encontrarte " .
¿En serio?. Como si ella necesitara ser salvada. Podía cuidarse sola.- "No te preocupes. La próxima vez, les dejare mantener tu escorbuto cuerpo " .
-" Tenemos que hablar de nuevo sobre los celos. "
Ella le golpeó.
Él apretó su agarre, deslizó una mano entre sus muslos y empujó las puntas de sus dedos en su sexo. Se quedó paralizada, de repente era consciente de lo expuesta que estaba y el silbido apreciativo a su izquierda le recordó que tenían una audiencia.
-" Vas a mirar para otro lado o perderás tus ojos ", gruñó él.
-" Susceptible. Delicada " , dijo Taiki con un chasquido de la lengua.
-"Toca cualquier cosa en ella y perderás una mano , " Seiya gruñó.- " Taiki, sigue adelante y asegúrate de que la nave está preparada para irse.
Yaten vigila nuestro trasero " .
-" Si, si capitán gruñón, " dijo Taiki.
-" Ah, pero yo me perderé toda la acción, " refunfuñó Yaten.
Seiya simplemente gruñó.
Aprovechando su distracción aparente, ella tiró de la tira entre sus nalgas, sin estar segura de qué lograría con eso, pero disfrutando de su siseo irritado. Lo que no disfrutó tanto fue el azote en su trasero.
-" Suficiente. Soy el macho en esta relación y te exijo que dejes tus vanos intentos de hacerme daño y obedezcas " .
Ella soltó un resoplido del tipo “eso nunca sucederá”. Mordió la carne de  su espalda, no tan duro como le habría gustado. Él era tan sólidamente musculoso, que era difícil conseguir un agarre adecuado.
Oyó un ooh de Yaten antes de que la palmada aterrizara en su nalga ya palpitante y gritó de dolor. Luego tuvo que reprimir un gemido cuando su mano se adentró entre sus muslos nuevamente, haciéndole cosquillas.
No puedo estar excitada. Me está humillado. Me ha expuesto a sus primos y a toda la ciudad, sin mencionar los azotes. ¡Le odio!
A su mente podría disgustarle, pero al parecer, a su cuerpo le gustaba demasiado porque respondió a su suave caricia, humedeciendo su hendidura. Por lo menos la capa aún colgaba sobre su cara, ocultando sus mejillas ardientes. Sin embargo, no podía ocultar la evidencia de la excitación, ya que humedeció sus dedos. Afortunadamente y a pesar del interés evidente de su cuerpo, él no llevó la caricia más lejos, aunque aceleró el paso a un trote.
-"Supongo que estamos saliendo de aquí ", dijo Yaten desde la izquierda.
-" En cuanto embarcaremos. Tengo la sensación de que ya no soy bienvenido aquí " .
-" Existen mejores burdeles por ahí, primo," respondió Yaten. -" Estoy seguro de que uno de ellos estará dispuesto a comprar tu humana. "
El sonido carnoso de un puño golpeando carne era inconfundible y se preguntó cual era la causa. Yaten no había dicho nada que Seiya no había dicho ya. Idiota.
-" Alguien está de mal genio, " dijo Taiki, quien al parecer había vuelto junto a ellos.
-" Mina ya tiene dueño, por lo que no quiero oír ni una palabra sobre eso a ninguno de los dos. "
¿Ya me ha vendido?. El conocimiento dolía y muy a su pesar, las lágrimas se agruparon en sus ojos. Al menos su insensible tratamiento le haría más fácil marcharse cuando tuviese la oportunidad—antes de que haga alguna tontería como rogarle que me mantenga.

EL MEJOR SECUESTRO (FINALIZADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora