Mina asintió con la cabeza.
-" Bien, al menos sabes luchar un poco. "
Le miró boquiabierta.
-" ¿Un poco?.
Veremos quién obtiene más muertes " .
Una sonrisa maliciosa inclinó sus labios.
-" Sólo intenta mantener mi ritmo. "
Con una larga zancada, abandonó el centro de mando y ella se apresuró a seguirlo con sus piernas más cortas. Esta vez, la visión de su espalda le hizo pensar en varias formas de derribarlo.
Le mostraré por qué las Zonians son una raza que requiere respeto.
Se detuvo a medio camino en algún lugar de la nave, llevó el dedo a sus labios e inclinó la cabeza en la dirección de una puerta cerrada.
Ellos flanquearon el portal y esperaron. Con un chasquido de aire comprimido, la puerta se abrió y una fea bestia asomó su cabeza. La espada de Seiya cortó al baboso, cuello arrugado, líquido verde salió a borbotones de la herida.
-" Uno", articuló con una arrogante sonrisa antes de lanzarse por la abertura.
-" Gilipollas ", murmuró mientras le seguía, con una daga en cada mano.
Justo más allá de la apertura, el olor a metal quemado y plástico derretido bromeaban en su nariz, pero el aroma embriagador de la batalla le encantaba. Seiya ya estaba peleando con dos enemigos mientras otros cuatro entraban por el improvisado agujero.
Con un grito de guerra aprendido en las rodillas de su maestra, Mina se zambulló en la refriega, los bordes plateados de sus cuchillas parpadeaban bajo la luz roja de la alarma, que seguía sonando. Avanzando y girando entre los piratas, interpretó una danza mortal, cada rebanada de sus dagas, cada patada, aterrizaba en las partes carnosas de los maleantes que habían interrumpido esta aventura. Junto a ella, podía ver al prisionero púrpura creando su propia escena de muerte, los poderosos golpes dejaban heridas mortales.
Y el número de muertos aumentó hasta no quedar ninguno.
Jadeando, se puso frente a Seiya, el brillo de la sangre no era disuasorio, no cuando demostraba el valor que tenía. Con ojos brillantes, él avanzó hacia ella y ella debió moverse también porque un instante después, estaba presionándose en su contra, con las dagas en las manos y los brazos a los costados, mientras él capturaba sus labios con los suyos. El primer beso. De hecho, el único beso. Y ¡oh, cómo encendió las llamas del deseo!.
Un gemido escapó de sus labios cuando recorrió la lengua contra la comisura de los labios del ex-prisionero.
" Abre la boca ", le ordenó.
Ella nunca supo que habría echo; obedecer y explorar el placer sensual o morder la lengua presuntuosa, porque en ese momento, el ruido pesado de las botas y los gritos guturales de la segunda serie de invasores que debieron atracar en un punto diferente de la nave, llegaron hasta ellos.
Instantes después, quedaron atrapados otra vez en la refriega de la batalla, pero Mina no pudo ignorar el hormigueo en sus labios, el rápido latido de su corazón en su pecho. Eso la hizo torpe y uno de los enemigos finalmente se anotó un largo corte en el brazo. Con un grito de rabia, alzó su cuchillo más largo y le cortó la cabeza.
El segundo equipo, no era tan numeroso y no tardaron en caer, dejándola a solas nuevamente con el prisionero.
Una parte de ella esperaba que reanudara el beso. En cambio, él evitó reunir sus miradas. Limpió sus cuchillos en la túnica de un enemigo muerto y empezó arrojar los cuerpos de vuelta a la bodega de la nave pirata anclada a ellos. Una parte de ella sabía que debía reafirmar el dominio y encadenarlo de nuevo, pero otra parte de ella disfrutaba del compañerismo que compartían, cómo lo haría con su maestra. En verdad, no estaba ansiosa por terminar la tregua y volver a la pelea verbal, aunque la sangre aún corría caliente por la batalla, no podía negar el deseo de subirse encima de su vara y comprobar si por segunda, obtendría el mismo placer. Un pensamiento que obviamente él no compartía dada la forma en que ignoraba su presencia mientras limpiaba la nave de los restos.
Como si notara que estaba observándolo, sus ojos finalmente se encontraron con los suyos.
-" ¿Vas a quedarte ahí todo el día, princesa o vas echarme una mano en la reparación de este agujero antes de que terminemos en el espacio? "
Su reprensión resultó ser un frío recordatorio de que la relación de ambos no se basaba en la necesidad mutua o el afecto. No es que sintiese algo así por él. Es un macho, después de todo, bueno sólo para darme un poco de su semilla.
Se obligó a moverse, pero no le respondió, porque cualquier cosa que dijera, probablemente transmitiría su decepción por la situación. Abrió un panel deslizante en la nave y sacó algunos materiales de reparación. Le sostuvo la lamina de metal en su lugar, sólo el tiempo suficiente para que él remachara la pieza en el sitio para soldarla a continuación. Salió cuando él encendió el soplete y se encargó del segundo agujero, que por suerte para ellos, era mucho más pequeño y pudo sellarlo sola. Asegurada la nave, se giro para volver al corredor y se asustó cuando vio que Seiya estaba a un paso detrás.
Sus ojos claros la examinaban, su rostro era una máscara en blanco, que la puso nerviosa, incapaz de moverse. Cuando él no dijo nada, ella dijo la primera cosa que le vino a la mente.
-"Luchaste bien", un halago banal que él admitió con una sonrisa fría.
-" Agradezco tu ayuda. Ahora debes regresar a tu camarote, debo retomar mi misión " .
Su sonrisa se amplió, pero no estaba contento, si el malvado destello en su mirada era una indicación.
- " Oh, estoy de acuerdo en volver, pero no como tu prisionero. "
Dio un paso atrás y deslizó las manos a los costados, donde descansaban las fundas de sus cuchillos. Entrecerró los ojos.
- " Juraste que volverías cuando venciéramos a los invasores. "
Dio un paso adelante y ella retrocedió, manteniendo la distancia entre ambos.
-" Sí, lo hice, pero pareces olvidar algo. No tengo honor. Pregúntale a mi hermano. " Mina apenas logró esquivar la estocada. Ella barrió el pie y le hizo tropezar, pero de inmediato se enderezó y se acercó a ella de nuevo, con los ojos brillantes de placer.
Un escalofrío la recorrió a pesar de la situación. Maldita sea, es atractivo cuando está intentando matar las cosas, incluso a mí. Resistió el impulso de negar con la cabeza, no sólo por sus descarriados pensamientos en esta peligrosa situación, también por la estupidez de creer por un sólo instante que volvería dócilmente a su papel de prisionero. Ella sacó un puñal y lo sostuvo frente a el.
- " No me obligues a matarte. "
Él se echó a reír con claro desprecio.
- " Inténtalo, princesa. Te advertí lo que sucedería cuando fuese libre. Ahora se una buena princesa y corre. Estoy de humor para una persecución ".
Inclinó la cabeza obstinadamente y soltó un bufido. -" Nunca. Prepárate para morir " .
-" ¿Qué, mataras al futuro padre de tu hija? ", Se burló.
-" Hay más hombres de dónde viniste " respondió. Pero no tan irritante – y tentador, maldita sea.*****
La rabia lo envolvió después de oír las palabras casualmente arrojadas. ¿Cómo se atreve a pensar en compararme con otro?. Él desenvainó su propia espada, aunque prefería no matarla. La venganza que tenía planeada la requería con vida. Bloqueó sus embestidas y esperó su oportunidad.
Él tenía que admitir de mala gana que ella luchaba bien, sus movimientos eran fluidos y complicados. Sin embargo, tenia la ventaja al ser más grande y más fuerte, por no mencionar, la determinación.
No se perdió la constatación de que ambos se abstuvieron de dar un golpe mortal. A pesar de su afirmación, ella no era capaz de acabar con él. Para su confusión, tampoco podía, pero eso no significa que la dejaría ir. Iba a castigarla si o si.
Tardaron más de lo esperado —y le hizo reconocer a regañadientes que tenia destreza — antes de que el cansancio desacelerara sus movimientos. Como si sintiera si fuerza menguante, ella le arrojó un cuchillo, pero su proximidad no le dio el impulso necesario para hacerle daño. Mientras él se desvió para evitar la punta afilada, ella echó a correr.
Y Seiya se lanzó en persecución.
La sangre le corría caliente mientras iva tras ella, sus pies descalzos volaban por el pasillo.
Sin embargo, ella no podría escapar, su zancada era más larga, por no hablar, de que conocía esta nave como la palma de su mano.
Pero no había contado con sus trampas.
-"Medida de seguridad uno B ", gritó cuando se acercaba a la bodega de carga.
Seiya no tuvo tiempo de preguntarse por el comando porque se estrelló contra un muro invisible. La descarada levantó un campo de fuerza. Rebotó, pero se las arreglópara mantenerse en pie y la furia lo envolvió al ver la sonrisa que le lanzó por encima del hombro.
Y entonces ella desapareció en la bodega. Las pesadas puertas se cerraron mientras Seiya ladraba órdenes a la nave, que no respondió, al parecer no estaba bajo control. Él arrancó un panel de mando de lapared y mientras jugaba con los componentes eléctricos, sintió una vibración en la nave, como la puesta en marcha de una nave acoplada a la misma. Con una chispa que le chamuscó los dedos, el campo de fuerza se disipó, él corrió hacia las puertas pesadas y miró por el grueso cristal a tiempo para verla abrir la puerta del compartimiento utilizada para que las naves acopladas en el espacio.
Como si sintiera su mirada, se detuvo y se volvió. Sus ojos se encontraron y pese a su ira, la belleza de sus ojos le hicieron temblar de excitación, una muy repentina y feroz excitación. La necesidad de poseer a la irritante hembra de hermoso rostro y cuerpo curvilíneo era demasiado intensa.
La rabia rápidamente superó al deseo cuando hizo un gesto con las manos elevando 2 dedos, algún tipo de despedida tal vez , con una sonrisa en sus labios y desapareció.
Sin perder tiempo, él echó a correr al centro de mando, sus pies devoraron los pasillos, y a pesar del esfuerzo, fue demasiado tarde. Llegó lo sufiecientemente rapido como para ver la nave alejarse de la suya y luego perderse.
-" ¡Computadora, sigue la nave desacoplada! ", Gritó.
-"No esta permitdo", respondió el dulce tono de su máquina.- " Materiales extraños están unidos a est ... "
Seiya dejó de escuchar al ordenador mientras enumeraba los daños causados por los piratas, y el hecho de que aún permanecían pegados al casco, impidiéndole seguirla. Mientras reparaba los problemas uno por uno, incluyendo la reversión del control del ordenador, intentó enumerar mentalmente las razones por las que era estúpido seguir a Mina.
Lo más importante es que soy libre y ella no consiguió lo que que se había propuesto.
Pero eso significaba que su tortuosa princesa rubia vagaría por los puertos espaciales de la galaxia, en busca de un nuevo macho que capturar y ejercer sus inocentes encantos. Mostraría las deliciosas curvas de sus dos pechos a otros ojos. Tocaría fascinada otra polla. Sus mejillas enrojecerían, su respiración se volvería jadeante y su canal apretaría la vara de alguna victima mientras lo cabalgabaria sin piedad en nombre de su misión.
Inaceptable. Intentó convencerse de que tenía que rastrearla para salvar a otros machos de sus intentos de violación y robo. Pero en el fondo, una pequeña parte de sí mismo se negaba a reconocer, que algo parecido a celos —y una enorme dosis de lujuria no correspondida— hacia que no pudiera soportar el pensamiento de ella dando placer a otro. Ella me pertenece. Sólo que no sabía qué quería hacer con ella cuando la atrapara, aunque a pesar del plan de venganza que tenía planeado, su polla tenía algunas ideas bastante buenas.
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EL MEJOR SECUESTRO (FINALIZADA)
Ciencia FicciónElla deliberadamente lo secuestró por su destreza, por lo que cuando se presentó la oportunidad, él la secuestró por venganza -y para apaciguar su lujuria. Mina está en la misión de quedarse embarazada y según la antigua tradición de su pueblo, t...