Lovers who uncover [Adaptación] HYUCKHEI

Todo está lleno de amor. I

"Te darán amor

Tienes que confiar en ello

Quizá no de las fuentes en las que has vertido el tuyo

Quizá no de las direcciones en las que estás mirando

Gira la cabeza a tu alrededor

Todo está a tu alrededor

Todo está lleno de amor"

Bjork – All is full of love

El alucinante efecto del LSD invadía las neuronas de Lucas que intentaba tocar los manchones de colores y memorizar el tacto de la piel de Haechan; era como si pudiera sentir cada una de sus células moviéndose y reproduciéndose, en las ráfagas color marrón y chocolate de los ojos del coreano encontraba los misterios del universo y en el rozar de sus labios podía saborear todos los sabores del mundo, pasándole los dedos por la cara leía los símbolos de la tristeza como si estuvieran escritos en su rostro en una especie de repujado.

Y Haechan igualmente pasaba sus manos ansiosas por el torso de Lucas sin quitar la vista de sus orbes hermosamente cafés ¡Cafés como la tierra mojada, café que le robaba el sueño! Y en el  castaño claro de su cabello veía los primeros tímidos rayos del sol, y las raíces de los viejos árboles en el color tostado de su piel, su sabor salado se impregnaba en su lengua como si acabara de beber agua de mar. Cuanta perfección en un momento que sabía no duraría para siempre ¿Era por ello que esos lapsos eran tan efímeros? ¿Era porqué una mente racional no podría soportar un estado de perfección tan pura? Oh, ya no importaba, solo importaba besar a Lucas, ver los ruidos, escuchar los colores, dejarse llevar en ese remolino de arcoíris envueltos por la música que se escuchaba todavía más distorsionada.

El éxtasis también los embargaba, la euforia que tomaban como amor y la desesperación de deshacerse de ropas innecesarias. Querían la piel, pasar sus manos por ella, leer las historias representadas en cicatrices, lunares, marcas de nacimiento, raspones que se hicieron cuando niños, quemaduras; todo, querían todo el uno del otro.

Sin pensarlo más se tomaron de las manos como amantes de una novela épica, corrieron fuera del lugar admirando también la colección de luces que les regalaba el paisaje nocturno de la ciudad y era bello, como si estuvieran viendo un firmamento lleno de estrellas y galaxias, una vía láctea que estaba al alcance de sus manos.

Corrían, Lucas realmente no sabía hacia donde iban y Haechan aun en medio de las imágenes patrocinadas por el ácido parecía medio consciente de la dirección que estaban tomando y solo guiaba al chino por las calles que a pesar de estar destartaladas para ellos era como si fueran por un campo sacado de un libro de fantasía.

Lucas solo alcanzó a distinguir una puerta de un viejo edificio abandonado que Haechan abrió como si nada y subieron escaleras que desde su punto de vista era como trepar una montaña empinada pero el menor seguía sin soltarlo, como el ángel de la guarda que te guía al paraíso así que el alto solo se dejaba arrastrar. Para cuando se dio cuenta Haechan se dejaba caer en un colchón viejo y lo jalaba hacía él para seguir con lo que habían empezado en el club nocturno.

Para Lucas el sexo nunca había sido más perfecto, podía escuchar cada suspiro de Haechan contra su oído, podía ver cada milímetro de su piel erizarse ante sus solas caricias, besaba su cuerpo y podía notar las marcas de su saliva dejando un caminito que marcaba al coreano como suyo, divisaba a la perfección como los músculos se contraían ante las sensaciones placenteras y las pupilas se dilataban cuando chocaban miradas.