"Todo sera cómodo sin una conversación. Cualquier lugar que sea será mi casa si tú estas ahí"
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
--¡Vamos, Mina-sshi, ¡será divertido! —Insistió Yonna a Mina mientras la chica terminaba de limpiar una de las mesas de la heladería en la que trabajaba y de la cual un par de clientes acababa de retirarse.
--No. Sinceramente solo quiero ir a casa y estudiar.
--Min-sshi, todos sabemos que no vas a estudiar, te quedaras en casa a ver dramas y pedir comida a domicilio mientras te enfadas con tu hermano por que la música es demasiado fuerte y después te enfadarás porque subiste de peso.
--Esta vez será una película. —le mostró una sonrisa cuadrada y blanquecina.
Terminando con la mesa, guardo el trapo dentro del delantal en su cintura y de dirigió hacia la caja siendo seguida por su mejor amiga.
--Mina, tienes que salir. Estas perdiendo tus mejores años fantaseando sobre el amor en lugar de vivirló.
--Yonna, estas hablando de una noche de pollo y cerveza, no creo encontrar el amor en ese lugar.
--Nunca se sabe. —se encogió en hombros. Entonces miro a su mejor amiga decidida. —Pasare por ti a las 7, será mejor que estés lista, ponte algo lindo.
--Yonna...
--¡Algo lindo he dicho! —chillo antes de prácticamente salir corriendo del establecimiento y dejar a Mina con un ceño fruncido y un plan de viernes por la noche de dramas y palomitas... arruinado.
☆
Mina salió de casa de su madre con una falda de mezclilla a mitad del muslo, una blusa de cuello de tortuga y sin mangas amarilla y un par de botines negros. La noche era bochornosa en Gwangju y se ameritaba tan vestimenta, por más que su hermano mayor dijera que estaba mostrando demasiada piel. ¡Demasiada piel su trasero! ¿Cómo podía decir eso alguien que pasaba la mitad de su vida viendo porno?
Ridículo.
El pequeño Spark de Yonna estaba aparcado a la orilla de la acera, a pocos metros de la chica. Acelerando el paso fue a en su dirección y subió en el lugar del copiloto. Ambas amigas se saludaron con alegría, antes de emprender camino al bar en el que se verían con el resto.
--¿Quiénes dijiste que irían?—cuestionó Mina viendo su reflejo en el espejo del parasol. Lo iba aceptar simplemente porque estaba orgullosa de si misma; se había esmerado en su aspecto.
Había alisado su cabello y peinado las orillas del mismo dándole un aspecto dulce y ordenado y a pesar de que solía maquillarse de tal forma que por lo regular lucia como si no tuviera maquillaje esta vez se había arriesgado un poco más usando aquellas sombras en el fondo de su cajón y tintas para mejillas y labios. El resultado, era un aspecto femenino y delicado.
