"Cualquier camino que tomes espero que te lleve a mi"La mañana había iniciado como un constante campo de batalla; silencioso y con la tensión tan alta que era casi tangible. Si no fuera por los gemelos que había despertado especialmente inquietos lo más seguro es que nadie hablaría en ese lugar.
La combinación de emociones que había dejado la pelea de anoche en la pareja iba entre el enojo, el cansancio y la confusión. Mina se preguntaba casi temerosa que partes habían sido reales o cuales solo habían sido lanzadas por el calor del momento y Hoseok se cuestionaba todo desde el momento en le que dejo a Mina en casa de sus padres años atrás; haciéndolo creer que todo estaba bien, que las cosas eran fáciles para ella...cuando no fue así, cuando Mina estaba sufriendo por estar sola.
Durante el desayuno la chica se dedicó a alimentar y contestar las preguntas de Han, mientras Hoseok hacia lo mismo con Mang.
--Yoona quiere que la vaya a ayudar algo. —exclamo Mina de pronto, con los ojos en la cuchara que llevaba la boca de su hijo con arroz en esta. --¿Puedes ocuparte de los gemelos por unas horas?
--Hum.—asintió Hoseok igual de distante y distraído.
Se escucho un suspiro de la joven.
☆
--Se quedarán con papá ¿Esta bien? —dijo la chica saliendo de la habitación ya duchada y lista; con un par de jeans amplios de mezclilla clara, una blusa básica de manga tres cuartos negra y un suéter abierto color hueso.
Los gemelos que estaban completamente embobados con las caricaturas de la TV asintieron en la cabeza sentados en la alfombra del lugar. Mina miro a Hoseok detrás de los niños sentado en el sofá.
--Si pasa algo llámame y vendré, los números de emergencia están en el refrigerador si les da hambre no les des bocadillos, dale la mitad de una banana a cada uno o alguna galleta de avena, están en las gavetas...—ladeo pensando en que más debía decir. Aquella era la primera vez que Hoseok cuidaba por su cuenta a los pequeños. – Hum... ya sabes dónde están las hojas de papel y los marcadores por si quieren pintar, trataran de convencerte de usar pintura, no los dejes a menos que quieras pagar a un equipo de limpieza. Ya se que no van a salir, pero dúchalos y vístelos, ellos saben dónde está la ropa, pregúntales.
--Min. —la detuvo. —Estoy seguro que nos las arreglaremos. ¿Cierto chicos?
Con los ojos en Pororo y la boca abierta asintieron con la cabeza.
--De acuerdo. – murmuró la joven y antes de salir fue a la pequeña mesa junto al sofá para tomar su collar que en algún momento de ayer se lo había quitado y dejado ahí. Lo coloco alrededor de su cuello ante la atenta mirada de Hoseok.
--Min ¿Dónde esta el anillo que te regale?
--¿He?—Miro sus delgados dedos desnudos.—Ah... en alguno de los cajones, es más fácil cambiar pañales y lavar platos de esta forma.
Como si aquellas palabras no le hubieran afectado a Hoseok el asintió con la cabeza y con el teléfono en mano se enfoco en contestar los numerosos mensajes que tenia de su manager y los chicos.
--Ya me voy. Cualquier cosa, lo que sea, llámame.
--Si. Que te vaya bien.
Sintiéndose un tanto vacía por la fría despedida del chico Mina se acercó a los gemelos para besar sus cabezas y se marcho tomando su gabardina, su bolso y colocándose un par de botines.
Hoseok soltó el aire que había contenido y miro a sus hijos. ¿Cuánto tiempo duraban esos programas infantiles? ¿Sera suficiente para que Mina regrese?