A través De Un Sueño 《 Omegaverse YOONMIN》

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Casa de los Park

Estar en casa era algo extraño para Jimin, había estado mucho tiempo fuera de esta que ya casi no recordaba lo acogedora que era. Su padre le contó que su madre estaba en el cementerio algo alejado de su casa, que su lazo había hecho que si padre cayera en una gran depresión, pero que se mantuvo de pie por Jimin, no podía irse y dejarlo solo. Le contó también que la aldea había mejorado mucho últimamente, ya que el Alfa líder les dio muchos más beneficios del que solían tener, todo claro fue a causa del ataque que habían sufrido.

Jimin a pesar de estar en casa, por fin se sentía vacío, no quería estar allí. Al entrar a casa tuvo un sentimiento de paz y quietud que poco a poco fue convirtiéndose en miedo y terror al recordar todo lo que había pasado en esa casa, su corazón empezó a latir muy fuerte y su cuerpo empezó a hiperventilar. El miedo se apoderó de él y a paso lento se fue retirando de aquel lugar, no quería estar allí definitivamente, no estaba bien. Los sucesos de aquel día se repetían en su cabeza una y otra vez y todo el dolor que sintió aquel día se volvía a sentir en todo su cuerpo como si volviera a ocurrir.

— ¿Minnie?. — el padre trato de acercarse a Jimin, pero este quitó su mano bruscamente y empezó a negar con su cabeza.

— No, ¡NO! — con sus manos agarro su cabeza mientras se acurrucaba en una esquina de la casa. — No otra vez, ayuda, ayuda. — susurraba.

— Jimin, tranquilo estas a salvo, solo estamos tú y yo. Soy tu padre Jimin yo te protegeré. — no quiso acercarse más hacia el joven, omega por miedo a que se pusiera peor de lo que ya estaba.

— Y-yo, ya se me paso, So-lo no te acerques ni me toques. — Hablaba mientras trataba de respirar adecuadamente, se abrazó de sus piernas y escondió su cabeza en medio de esta. 《Alfa》 Susurraba Jimin.

La noche apareció más rápido de lo que se imaginó y Jimin estaba dispuesto a dormir, aunque la mayoría de personas que despiertan de un coma, tienden a tener un poco de temor a dormir por miedo a ya no despertar otra vez, pero Jimin no, él quería volver al lugar que lo hacía enormemente feliz. Y así sucedió por muchas noches, soñando con el joven alfa y despertando con ansias de que volviera a anochecer y poder verlo otra vez.

Un mes después

Ese mes había transcurrido mucho más lento de lo que tendría que haber ocurrido. La ciudad estaba emocionada porque este era el mes en el que el alfa líder paseaba por todas la calles atendiendo a los reclamos de algunos civiles, era un día importante, ya que no muy a menudo uno se honraba con la visita del Alfa líder.

En las calles había centenares de residentes riendo y celebrando, Jimin no recordó nunca haber visto a su pueblo ser tan alegre.

Mientras todos reían y hablaban animosamente, a lo lejos se podía observar a una gran escolta y en el medio estaba él, Yoongi caminaba de manera firme mientras saludaba o hablaba con algún civil que se le acercaba, el corazón del joven Park latía de manera apresurada mientras veía al hombre acercarse a él. El trayecto nunca se le hizo más largo en su vida, pero allí estaba él esperando con ansias al Alfa.

— Dicen que ayer despidió a una mujer que trabajaba en su mansión porque le había robado unas joyas, no le dio tiempo de explicar nada y la botó. —- Taehyung, el mejor amigo de Jimin, lo saco de sus pensamientos. — Es muy cruel.

— No lo es. La mujer robó algo de aquella casa, ella fue la que cometió el error, no hay excusas que hagan que su delito sea menor. — Jimin hablo con un tono firme.

— Bueno, tienes razón. Lo bueno de todo esto es que hay un puesto disponible en la mansión, aunque yo ya trabajo allí, pero es bueno para alguno de los demás que quiera trabajar.

Jimin quiso responder, pero justo en aquel momento Yoongi paso por su lado, sus miradas se cruzaron por un momento y todo después de eso pasó en cámara lenta.

Yoongi frunció en ceño cuando sintió el dulce aroma de aquel omega. No había muchos aromas dulces que a Yoongi le gustara, pero ese en particular era muy delicioso para su alfa, ese aroma lo había sentido antes. Yoongi se paró unos pasos más adelante de Jimin y se volteó.

— Tú eres nuevo por aquí, ¿Verdad? — Jimin había escuchado su voz mucho tiempo, pero escucharlo así, en todo sus sentidos, era mucho mejor. Hizo una referencia antes de contestar y hablo:

— No, realmente, acabo de salir de un coma Alfa Líder, es por eso que no me vio antes.

— Oh, bueno, eso lo explica. — levantó su mano y la sacudió como quien espanta a una mosca y se fue.

Después de eso, Jimin no puso atención a nada de lo que pasaba a su alrededor hasta que Yoongi se alejó de su campo de visión, pero su aroma seguía impregnado en su nariz, el delicioso aroma de café y canela.

Por otro lado, Yoongi seguía algo confundido con el dulce aroma de aquel omega, quería regresar y enterrar su nariz en su cuello y respirar profundamente. Su lobo estaba gruñendo a cada paso que daba lejos de él. No entendía nada de lo que le ocurría o quería no pensar mucho en ello si no quería terminar teniendo una respuesta que no le agradaría.

— Hoseok. — el alfa líder llamó a su segundo al mando. — ¿Tú sabes quién era ese omega?

— Oh, por supuesto. Ese joven omega es Park Jimin. Según lo que escuche, él sufrió un accidente y quedo en coma. — hizo un sonido con la lengua mientras pensaba. — Por 4 años si no me equivoco Yoon, pero despertó hace un mes. Su padre es un artesano de las afueras de Daegu.

— Espera, esa no es...

— La parte de la ciudad que atacaron los Jeon, sí. — le corto Hoseok.

Yoongi había quedado muy mal desde aquella vez, muchas personas murieron aquel día y él no movió ni un solo dedo, cosa que le costó muy caro después, porque aunque trato de remediar su error dándole muchos beneficios a aquella zona, él jamás podría quitarse de encima las vidas que fueron arrebatadas. Se preguntaba si Jimin había sido lastimado aquella vez, o si fue su accidente antes de ello. Solo pensar en la idea de que alguien había puesto las manos en aquel omega le causaba una gran rabia.

Jimin, por otro lado, había salido con Tae a una parte alegada del montón para poder hablar con tranquilidad, le contó todo lo que había visto en esos cuatros años de su extraño coma. Taehyung no se lo tomo muy en serio al principio, pero término por creer la loca historia de su adorable amigo.

— Y entonces... — hablo Jimin luego de un largo silencio. — Hay un puesto disponible en la mansión, ¿verdad?

— Sí... oye no estarás pensando... — dejando la frase a medias mirando a su amigo.

— Sí, justamente eso Taetae.