A través De Un Sueño 《 Omegaverse YOONMIN》

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Mansión de los Jeon
Busan

— ¿Cómo que mi hijo no está? — el viejo alfa estaba furioso.

— No lo encontramos, señor, no está en ningún lugar de la mansión, también buscamos en el bosque y nadie lo encontró. — en ese momento uno de sus empleados entró en la habitación diciéndole algo al oído del joven beta. — Señor, mi guardia dice que rastrearon el olor del alfa y los llevo hasta la casa de la madre de Jungkook.

— ¡Tráiganme a esa zorra de inmediato!

El beta al mando salió junto con los demás empleados. Al cabo de unos minutos los hombres trajeron a la mujer encadenada.

— Muy bien Lee, pueden retirarse. Déjenme a solas con mi omega. — dejaron a la mujer en el suelo y se retiraron.

El señor Jeon la miraba con desprecio y asco, se paró de su asiento y fue hasta donde se encontraba la mujer con algunos cortes en distintas partes de su cuerpo.

— ¿Dónde está mi hijo?. — se arrodilló a la altura de la omega.

— No lo sé. — no pudo decir nada más, ya que la palma del viejo alfa se estrelló en su mejilla.

— ¡Te prohibí verlo!

Se paró y empezó a caminar por toda la oficina, mientras golpeaba o tiraba distintos objetos a quien sabe donde.

— Ahora me vas a decir. ¿Dónde está Jungkook?.

Un agudo aullido se escuchó del fondo de la garganta de la vieja omega.

— Tu voz ya no funciona en mí.

— Claro que lo hace, soy tu media luna. ¡Debe de funcionar! Por qué eres mía. ¡¿Dónde está?!

Otro aullido se escuchó, a la omega le lastimaba no obedecer a su alfa predestinado. Desde hace muchos años su loba interior moría cada vez que estaba lejos de su alfa, pero ella no permitiría que aquel hombre pusiera una sola mano encima de ella, nunca más.

El viejo alfa ya se había rendido con aquella omega, sabía que ella jamás le haría caso y jamás lo aceptaría como su destinado, a sí que llamó a sus empleados y les ordenó que se llevarán a la omega a los calabozos hasta que se dignara a confesar.

El humor del señor Jeon era realmente muy malo y esperaba que su omega confesara de una vez por todas el paradero de su hijo.

Su teléfono empezó a sonar y con mala gana el alfa contestó. -- ¿Kato, que sucede?

— Alfa Jeon, tengo una noticia que darle... Yoongi se emparejó, tiene un omega y no a cualquiera es su media luna, al parecer sobrevivió.

— ¡¿QUE MIERDA TE ORDENE AQUELLA VEZ KATO?! Te dije que tenías que matarlo.

— Yo creí que así había sido, pero el estúpido omega estaba en coma.

El alfa estaba más que furioso, todo estaba saliendo mal y no quería pensar siquiera que ese estúpido omega pudiese acercarse a él.

— Arregla esta mierda Kato, y esta vez no quiero errores.

— Le prometo, señor, que no fallaré otra vez, no a usted.

Al alfa ciertamente le asombraba cuan leal era Kato, siempre haciendo lo que le pedían sin objeciones y bueno, en la mayoría de los casos cumplía con la orden al pie de la letra.

— Te pareces a tu madre Kato. Aunque debo admitir que tu ambición la sacaste de mí.

Mansión de los Min
Daegu