A través De Un Sueño 《 Omegaverse YOONMIN》

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Mansión de los Min

— Mi madre. — comenzó a hablar Nam. — Creía que yo sería un beta, y ella no quería que alguien así fuera el sucesor, luego de unos años yo me presente como un alfa, pero yo no quería el puesto de todos modos, por lo que me fui. Mi padre respetó mi decisión y me apoyo como siempre, pero mi madre no.

Todos escuchaban atentos a aquel relato, nadie se esperaba algo como aquello de Nam, él parecía ser un hombre tan normal y corriente.

— A sí que desde los quince años, me aleje de casa y viaje. Como siempre quise, viaje a tantos lugares como quise y aprendí tantos idiomas como pude. — Nam agarro la mano de su dulce omega y sonrió. — Hasta que me empareje con Jin... mi padre siguió el mandato hasta que yo me decidiera a regresar o hasta que no lo haga y mi hermana menor tome el cargo.

Como desde el inicio de aquella conversación el silencio volvió aquella habitación, nadie sabía qué decir ni qué hacer.

— ¿Crees... poder convencer a tu padre para que no se alíen con nadie y nos apoye?. — preguntó Yoon.

Nam asintió. — Mi padre siempre me escucho, y las pocas veces que lo vi ha seguido de aquella forma. No será un problema.

— Te lo agradecería mucho. Y si eso ya es todo, con su permiso me retiro. — Yoongi podía sentir la angustia de su omega. — Mi omega me espera, él...

Tanto Tae como los demás se quedaron confundidos con aquella frase sin terminar.

— ¿Qué tiene mi Chimchim?. — hablo Jin, lo había agarrado demasiado cariño a aquel pequeño omega.

— Él está embarazado. — hablo un sonriente Min.

Ninguno de los presentes había visto a Yoongi tan feliz en sus vidas, les alegraba la idea que al fin aquel alfa solitario había encontrado la felicidad. Y antes de que cualquiera pudiera decir algo, Yoongi ya se había ido a su habitación para estar cerca de su omega, aunque jamás espero encontrar aquella escena tan caótica.

Jimin había estado demasiado nervioso desde aquella noticia, había pasado toda la mañana en aquella cama durmiendo y también caminando. Quería con todas sus fuerzas salir, pero sabía que su alfa se pondría muy furioso si lo hacía.
Yoongi se acercó hasta donde su omega descansaba y reafirmo sus sospechas, su omega había hecho un nido con las prendas de su alfa, y este no podía estar más feliz.

— ¿Mochi?. — pregunto desde lejos, sabía que los omegas eran muy sobre-protectores con sus nidos e incluso no dejaban ni que su alfa entrará, cosa que esperaba no fuera su caso.

— ¡Yoonie!. — grito Jimin abalanzándose a sus brazos. — Por fin llegas.

Yoon lo atrapó entre sus brazos besando cada espacio en su hermosa cara, terminando en aquellos hermosos labios abultados, en realidad el celo del alfa no había terminado, pero con todo lo que había pasado aquella mañana no había pensado en él.

— Mi amor, hiciste un nido. — hablo después de un rato basándose. — ¿Puedo entrar en él? — preguntó temeroso.

Jimin fingió pensarlo un momento. — Claro que si alfa tonto, necesito de tus mimos en estos meses. — el omega se abrazó aún más fuerte de su alfa mientras esté lo llevaba hasta la cama.

— Y yo voy a darte todos los mimos que desees.

Aquella cama sería testigo otra vez del gran amor que ellos se profesaban entre besos y caricias, ninguno de los dos dejaba de mirarse con lujuria y amor. No había nada que pudiera contra aquel sentimiento tan puro, luego de hacer el amor por primera vez en aquel día, los dos se acurrucaron dentro de aquel hermoso nido.

— Yoonie ¿qué paso con tu hermano?. — Jimin no sabía si era momento de preguntar.

— Está aquí, mañana iremos a Seúl para hablar con el Alfa Supremo y que nos ayude con aquello. -- Yoon abrazaba a su omega mientras acariciaba su vientre.

— Ya veo ¿Iré contigo? — pregunto Jimin, no quería separarse de su alfa.

— No volveré a dejarte solo en ningún lugar. — el alfa gruño pensado en aquel día que fue secuestrado.

Después de una larga conversación sobre todo lo acontecido aquel día, tanto Jimin como Yoongi quedaron completamente dormidos esperando que aquellos problemas acaben pronto. Tenían en camino a un bebé y ellos deseaban con todas sus fuerzas que este naciera en un hogar lejos de los conflictos.

Casa de la familia Kim

— NamJoon ¿Estás seguro de volver a Seúl?. — un preocupado Jin abrazaba a Nam con todas las fuerzas que tenía.

— No te preocupes, no iré solo. — Jin volteo su cara hasta verlo directamente. — Me acompañará un omega. — dijo al final.

Jin lo soltó por completo. — ¡¿Qué?!. — aquel omega estaba más que celoso.

— Sí, es alguien que siempre quise presentar a mis padres. — hablo Nam sonriente mostrando esos adorables hoyuelos.

Jin se sentía herido, su alfa jamás había querido presentarle a sus padres y el empezaba a sospechar que era porque sentía vergüenza de estar con un simple civil.

— Haz lo que quieras. — hablo con la vos llorosa y se fue hacia su habitación encerrándose allí.

Nam empezó a creer que su omega lo había malinterpretado y corrió hasta la habitación para tocar la puerta hasta que Jin le abriera.

— Príncipe, no es lo que piensas. — Nam tocaba la puerta sentado en el suelo.

— Te dije que hicieras lo que quieras, no me importa. — Jin trataba de que su voz no sonara herida, pero Nam lo conocía demasiado bien.

— Príncipe, me refería a ti. — Nam no quería que su omega llorara. — Te quiero llevar y presentarte oficialmente como si omega y pareja.

Del otro lado no se escuchó más que una nariz sorbiéndose, luego unos pasos hasta que la puerta se abrió. Nam se paró de un salto y observó los pequeños ojos hinchados por el llanto de Jin.

— ¿De verdad? — hablo muy bajito.

— Claro que si príncipe, te amo y quiero que mis padres lo sepan.

Jin salto sobre su alfa y estos dos cayeron al suelo entre risas, se abrazaron allí tendidos en el suelo.

— Yo también te amo Joonie.

Al día siguiente
Mansión de los Jeon
Busan

Kato había recibido la carta que le mandaron desde Daegu, en esta el alfa Líder de Daegu se negaba a entregar a su hermano y juraba que llegaría a la verdad de aquellas acusaciones falsas. El alfa había enloquecido, él creyó que Yoongi aceptaría, pero como siempre estaba equivocado.

— MiHye, alista mis cosas. Nos vamos a Seúl hoy en la noche. — Kato aún creía que podía ganar.

La omega entusiasmada hizo caso a su alfa, lo que no sabían era lo que en Seúl les esperaba.