A través De Un Sueño 《 Omegaverse YOONMIN》

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Especial KookV

Ya habían pasado dos meses desde el día que Kook y Tae se habían conocido, dos meses desde que empezaron a salir y conocerse mutuamente.
Habían descubierto que tenían muchas cosas en común, por lo que estar juntos siempre era muy divertido y cómodo.

Jungkook no regreso a Busan desde el día que rescataron a su madre y al omega de su hermano, no había nada en aquel lugar que le interesará allí. Los rumores de la muerte de su padre nunca fueron hasta sus oídos, por lo que él pensaba que su padre seguía con vida.

— Kookie. — hablo con voz temblorosa Taehyung.

Jungkook no tuvo que preguntar nada, ya que pudo sentir el aroma de su omega inundar toda la habitación. Volteo a ver a su omega y se dio cuenta de que este estaba sudoroso y sumamente sonrojado.

— ¡Tae!, vengo en un minuto traeré tu supresor de tu cuarto. — Kook salió corriendo siendo detenido por el llanto de Tae.

— ¡NO!, no quiero un supresor. — Tae se acercó hasta Kook. — ¿Acaso tú no quieres marcarme?

Ver aquel rostro con lágrimas hizo que su corazón se estrujara. Él quería marcar al omega desde el primer momento en el que lo vio, pero no quería ser precipitado.

— Claro que quiero Taetae, pero no quiero lastimarte.

Tae agarro la mano de su alfa y lo llevó hasta su habitación en el piso de arriba. Abrió la puerta y lo hizo sentar en la cama de un solo empujón.

— Tú jamás me lastimarías. — hablo en un susurro. — Ahora ayúdame con esto, por favor.

Kook jalo al omega hasta que esté se sentara a horcadas sobre él, Tae gimió al sentir el despierto miembro del alfa cerca de su entrada. El omega empezó a moverse en círculos encima de la pelvis de Kook, las manos del joven alfa se posaron en la espalda contraria subiendo la camisa hasta sacarla.

Pov Kook

Pose mis manos en sus erectos botones rosados, pellizcándolos y frotándolos con las yemas de mis dedos.

— Ah~ Kookie~. — Tae se veía tan sexy con las mejillas sonrojadas mordiendo sus labios para no dejar escapar los gemidos.

— No muerdas tus labios cariño. — Kook posó sus labios en los contrarios, empezando con el delicioso vaivén.

El beso empezó muy suave y tranquilo, pero el ambiente se cargó al instante haciendo que el beso se volviera más carnal y lujurioso. Las manos temblorosas del omega se dirigieron hasta el abdomen plano de su alfa, quitando poco a poco la camisa del joven.

— Desnúdate para mí. — susurro Kook al oído del omega.

Tae se paró y se posó en frente de su alfa quitándose con lentitud sus pantalones, al caer al suelo este empezó a bajar su bóxer ya húmedo por el lubricante que chorreaba por sus muslos. El cuerpo de su omega era tan hermoso.

Tae se acercó a mí haciendo que este me acostara en medio de la cama, sus manos desabrocharon el cinturón de mis pantalones bajando los estos junto con mi bóxer. Al estar los dos desnudos, Tae se sentó de rodillas entre mis piernas, agarrando mi miembro ya erecto entre sus manos. Sus manos subían y bajaban haciéndome gruñir.

— Tae... hazlo de una vez. — hable con dificultad.

Mi omega se agachó hasta posar sus labios en la cabeza de mi miembro, poco a poco empezó a engullirlo por completo en su húmeda boca, con su lengua empezó a lamer toda mi extensión.
Su boca subía y bajaba cada vez más rápido, succionando y ahuecando sus mejillas de vez en cuando para hacer más placentera la situación.

— Si sigues así me vendré en tu boca — dije con dificultad.

Tae negó con su cabeza mientras sacaba mi miembro de su boca, posiciono cada pierna a cada al lado de mis caderas, haciendo fricción entre nuestros miembros, moviéndose en círculos.
Poco a poco levantó sus caderas para posicionar su lubricada entrada encima de mi erección, bajón lentamente hasta que estuviera completamente dentro de él.

— Mnngh~ muévete Kookie~
— hablo entre gemidos.

Puse mis manos en sus caderas, agarrándolas con fuerza mientras empezaba a moverme primero lentamente y luego aumentando de velocidad, causando rápidas y profundas estocadas. Él empezó a dar saltitos para darnos más placer.

— ¡Ah! Tae. — gruñí agarrando más fuerte sus caderas, dejando pequeñas marcas rojas en ellas.

De pronto paro con las embestidas posando sus manos en mi pecho, podía notar lo agitado que estaba en aquel momento, su pecho subía y bajaba con rapidez mientras mantenía la boca abierta para dejar pasar el aire.

— Ponte en cuatro. — él rápidamente se agachó en la cama flexionando los codos y las rodillas, dejando su entrada a mi merced levantando su trasero.

Me arrodillé detrás de él y volví a posicionar mi miembro en su entrada entrando lentamente. Primero saque y metí mi erección con suma lentitud haciendo que se desesperara.

— Más... rápido...Kookie. — hablaba entre agudos gemidos.

Decidí acabar con el sufrimiento de mi omega empezando las embestidas rápidas y profundas, mis manos tocaron su espalda mientras me agachaba y dejaba besos por todo su cuello y espalda. Tae gemía mientras yo gruñía los dos llegando al clímax al mismo tiempo sin pensarlo mucho mordí el cuello de mi omega dejando mi marca en su piel. Mi miembro en aquel momento empezó a llenar de mi esencia a mi omega mientras mi mano derecha acariciaba su erección haciendo acabar junto conmigo.

Lamí la marca para borrar toda mancha de sangre de esta, al quedarnos en aquella incómoda posición nos reímos de la situación, luego de unos minutos cuando el nudo se desinfló caímos rendidos a la cama.

— Eso fue genial cariño. — dije ya más calmado.

— Lo fue alfa. — se escuchaba hermoso que me llamará de aquella manera.

Mordí mi muñeca aproximándola a su boca para que bebiera de mi sangre para terminar con el enlace.
Después de que mi omega se saciará los recostamos en cama en posición de cucharita tratando de recargar energías.

Los siguientes cuatro días pasaron volando entre besos, caricias y otras cosas más. Por fin había marcado a mi dulce omega, ya nada podía salir mal ¿verdad?