A través De Un Sueño 《 Omegaverse YOONMIN》

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Pov Yoongi

— Entonces déjame marcarte. — mi lobo realmente añoraba poder marcar a Jimin y ciertamente yo también lo deseaba. Saber que aquel pequeño omega era mi predestinado, hacía a mi corazón latir mucho más rápido de lo que debería y me encantaba esa sensación.

— ¿Re-realmente quiere eso? — podía notar su miedo al preguntarme aquello.

— Más que nada. — no sé en que momento había pasado esto, pero mi alma entera querían a Jimin. Estar a su lado me hacía sentir feliz, era como si ya hubiera estado a mi lado desde mucho antes. Se sentía tan correcto todo esto.

— En-entonces haga-galo.

Pose mi mano a una de sus mejillas mientras me acercaba lentamente hacia sus labios, y nos uní en un profundo beso. Era diferente a la anterior vez, esta vez el beso era delicado, podía sentir nuestras emociones a flor de piel. Sus labios encajaban perfectamente con los míos, mordí su labio inferior y este abrió más la boca dándole paso a mi lengua, recorrí cada parte que me lo permitiera.

Lo acomodé para que se sentara frente a mí a horcadas, acaricie toda su espalda por debajo de su camiseta y baje mis manos hasta sus abultados glúteos. El beso cada vez fue más intenso hasta que ya nos faltaba la respiración haciendo que nos separáramos.

— No sabes cuánto tiempo estuve esperando por esto. — hablo Jimin con voz entre cortada.

— Y no pienso detenerme pequeño.

Me acerqué otra vez a sus labios mientras desabotonaba su camiseta. Lo cargué un poco para echarlo en medio de la cama, empecé a besar su cuello y bajé lentamente hasta sus pezones donde lamí y mordí haciéndolo delirar.

— Ah~ Yoon~. — oh por la madre luna, mi nombre se escuchaba muy bien en sus labios.

Sus manos empezaron tocar mi espalda tratando de quitarme la camisa. Aliviando el sufrimiento de mi omega me la quité rápidamente dejándonos a los dos solo con pantalones. Seguí con mi trabajo en sus pezones mientras le bajaba su pantalón, dejándolo completamente expuesto a mí.

— Quítate el tuyo. — hablo entre gemidos.

Me erguí en la cama y empecé a quitarme el pantalón de manera lenta a vista y paciencia del pequeño Park, podía notar la lujuria en sus ojos. Cuando mi ropa desprecio mi erección dolía, sabía que no iba a aguantar mucho más.

Me acomodé en medio de él, este abrió sus piernas enganchándolas en mi cintura. Acaricie su erección de arriba a abajo, Jimin era un manojo de gemidos, era realmente sexy verlo de aquella manera, arrugando las sábanas con sus pequeñas manos mientras mordía su labio inferior.

— Nn-no juegues con-migo, no quiero tus dedos, te quiero a ti. — sonreí de un costado mientras subía sus piernas encima de mis hombros. Alineando mi miembro en su entrada que chorreaba de lubricante natural.

Jimin me miraba expectante de lo que haría, adentré mi miembro en su interior mientras volvía a besarlo de manera profunda. Espere hasta que se acostumbrará a mi intromisión, cuando él empezó a mover las caderas yo empecé a moverme lentamente de arriba hacia abajo, sin apuro alguno. Mi miembro se sentía demasiado bien en su interior.

— Ya no hay vuelta atrás, pequeño.

Jimin solo gemía, acaricie cada parte de ese hermoso cuerpo marcado; su perfecto vientre, aquellas piernas marcadas y su pecho manchado de sudor, besando y dejando algunos chupetones por varias partes visibles de su cuerpo, quería que todos supieran que era mio.
Nuestros gruñidos y gemidos eran cada vez más fuertes, estaba seguro de que se escuchaban por toda la mansión.