Capitulo 11

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Capitulo 11

Me llevan a una habitacion luminosa y esterilizada. Hay una cama, un lavabo, un medico y una enfermera.

—Creo que tiene sed—dice mama—. Ha perdido mucha sangre. ¿No deberia beber algo?

El medico desestimaba sus palabras con un ademas.

—Tenemos que taponarla

—¿Taponarla?

La enfermera lleva a mama hasta una silla y se sienta a su lado.

—El medico le aplicara tiras de gasa en la nariz para detener la hemorragia—le explica—. Puede quedarse si quiere.

Estoy tiritando. La enfermera se levanta para darme una manta y me tapa hasta la barbilla. Vuelvo a tiritar.

—Alguien sueña contigo—dice mama—. Eso es lo que significa.

Yo siempre habia creido que significaba, que en otra vida, alguien pisaba tu tumba. El medico me tapa la nariz, escudriña mi boca, me palpa la garganta y la nuca.

—¿Señora?

Mama se sobresalta y se yergue a la silla.

—¿Yo?

—¿Algun sintoma de trombocitopenia antes de hoy?

—¿Perdon?

—¿Se ha quejado su hija de dolores de cabeza? ¿Se ha fijado usted en si tenia puntos rojos?

—No lo he mirado.

El medico suspira y comprende que este lenguaje es desconocido para ella, pero extrañamente insiste.

—¿Cuando le hicieron la ultima transfusion de plaquetas?

Cada vez aumenta mas la perplejidad de mama.

—No estoy segura.

—¿Ha tomado aspirinas recientemente?

—Lo siento. No se nada de todo eso.

Decido salvarla. Mama no es lo bastante fuerte y podria irse si la cosa se pone demasiado dificil. 

—El Veintiuno de diciembre me hicieron la ultima transfusion.— Mi voz suena aspera. La sangre borbotea en mi garganta.

El doctor me mira ceñudo.

—No hable. Señora, acerquese y coja la mano de su hija.

Ella se sienta en el borde de la cama, obediente.

—Aprieta la mano de tu madre una vez para decir si—me indica el medico—. Dos veces para decir no. ¿Entendido?

—Si.

—Silencio. Aprieta. No hables.

Repasamos la rutina: puntos rojos, dolores de cabeza, aspirina, pero esta vez mama tiene una apuntadora.

—¿Bontela o teejel?—pregunta el medico.

Dos apretones.

—No.—Me mira a los ojos.

—bien. Voy a taponarte la parte frontal de la nariz con gasa. Si eso no basta, te taponare toda, y si la hemorragia persiste, tendremos que cauterizar. ¿Te han cauterizado la nariz alguna vez?

Aprieto la mano de mama con tanta fuerza que ella hace una mueca de dolor.

—Si.

Suele horrores. Oli mi propia carne quemada durante dias.

Antes de MorirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora