11-Todo es blanco.

126 9 4
                                    

Cruzar una palabra con mi hermano después de lo sucedido había sido muy difícil,hubiese dicho que completamente imposible si no nos hubiésemos cruzado unas insignificantes palabras hoy en la mañana.

El trayecto al colegio fue completamente silencioso,se que le había dolido que yo hable de papá y más si era culpándolo de haber hecho una cosa que en mi interior,yo sabía que él no era capaz de hacer. Se que sabía que le estaba ocultando algo importante,y que estaba rompiendo una promesa. A mi me dolía más que a él,de eso estaba completamente segura. Romper con una promesa iba totalmente contra mis principios,y no me gustaba ir en contra de ellos.

Me encontraba mirando mi reloj,esperando a que este marcara el segundo cero el siguiente minuto,para que se hiciera oficial la hora del almuerzo,en la que inevitablemente,tendría que hablar con Harry,no podíamos seguir así por mucho tiempo,no me gustaría pasar a ser de esos hermanos que se dejan de hablar por años,aunque se que eso no pasaría,tanto yo como Harry dependemos completamente el uno del otro,a pesar de que a veces siento que es el peor ser de la tierra,en nuestros buenos momentos somos como mejores amigos.

Eran increíbles las diferencias que teníamos,no tanto físicas,si no que haciendo referencia a la personalidad,el era más confiado y simpático,y yo bueno,no es que era antisocial,solo que me costaba socializar con las personas.

La campana sonó,esperé a que toda la estampida de adolescentes hambrientos saliera por la puerta del salón para levantarme de mi asiento. En realidad,eso de esperar era porque odiaba sentirme apretujada y unirme a la estampida salvaje,en la cual todos se roban el aire mutuamente,aparte no tenía tanta hambre como para salir con tal desesperación.

Abrí la puerta de mi salón y traté de dirigirme a mi casillero para guardar mis cuadernos,técnicamente esto era una misión imposible,pero para mí nada lo era,así que insistí y llegue a mi casillero.

Me di vuelta y busqué con mis ojos a mi hermano y aunque odie admitirlo,busqué a Dereck,solo porque quería aclararme muchas dudas que tenía con respecto a él y su curiosidad.

Llegue a la cafetería y empujé la puerta,la cual no era muy fácil de abrir ya que era muy pesada.

Busqué un asiento vacío y ni siquiera me moleste en ir a buscar algo de comida,mi hambre era completamente escasa.

No había ningún rastro de Harry.

Observé el lugar. Se podía notar la gran división grupal que había,en una mesa habían dos chicos tres chicos con camisas a cuadros,pantalones de tiro alto y una chica de pelo castaño claro,el cual lucía despeinado,aún más que el mio. No podía distinguir que tenía puesto,al parecer un buzo floreado,el cual era unos 20 talles más grande que ella. Estaban todos haciendo tarea o eso parecía,excepto uno de los chicos quien estaba apoyando sus codos en la mesa y sosteniendo su cabeza con sus manos,suspirando y mirando a la chica. Y así era,hay gente que simplemente no puede ocultar sus sentimientos y otras personas que bueno...son como yo,una persona a la que se les hace difícil identificar lo que sienten,y para ser sincera,hasta a mi misma también se me hace difícil.

Por otro lado estaban las chicas huecas,digo,las chicas “coquetas” en la que se encontraban Jenna y sus secuaces,podría decir sus clones,ya que todas estaban exactamente igual,con sus labios rojos,y sus vestidos que no les llegaba ni a la mitad del muslo. Debe ser triste que te vendan solo la mitad del vestido,si fuera ellas les haría una denuncia al vendedor por estafa.

En fin,mis ojos se posaron en la mesa de un grupo de chicos que estaban vestidos aparente normales. Este grupo estaba compuesto por unos 5 chicos y 3 chicas,todos reían entre ellos sin creerse más ni menos que el resto. Me hizo acordar a mi antiguo grupo de amigos.

No me correspondes.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora