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n/a: perdón por los guiones cortos :(

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Chequeé una vez más mi celular, leyendo por quinta vez el mensaje de Ben.

Ben
Estoy un poco retrasado, el tráfico me atrapó. Lo siento. Te lo compensaré con lo que quieras al llegar :)

Habían pasado al menos unos veinte desde que había visto su mensaje.

Gabriella
Voy a matarte, Jones.

Escuché una leve risa tras de mí tan sólo un minuto después de que había enviado mi mensaje. Me volteé para encontrarme con el dueño de la voz.

Creo que dejé de respirar. Mi corazón comenzó a latir rápidamente y podría jurar que iba a desmayarme allí mismo. Realmente me cuesta definir todo lo que sentí en aquél momento, y todo lo que pensé.

—Hola —saludó. Su atractivo acento se notaba a kilómetros y junto a su grave voz, sentí que eso fue suficiente para matarme de amor.

—Hola, Ben —sonrió ante mi simple saludo, por lo que yo también lo hice.

No me contuve y lo abracé, pasando mis manos por su cuello e inevitablemente poniéndome en puntillas para alcanzarlo. Él me devolvió el abrazo por mi cintura, y me apretujó hacia él, alzandome levemente, pero lo suficiente para hacerme separar mis pies del suelo. Reí levemente, y me soltó.

Tuve el tiempo suficiente para grabar en mi memoria su sutil olor a vainilla.

Me ofreció su mano, y cuando la tomé comenzamos a caminar por el parque donde habíamos quedado. Era cerrado, no había mucha gente, así que podíamos andar tranquilos y sin preocuparnos por reporteros y la privacidad de Ben.

—¿Cómo estás? ¿qué te ha parecido Londres? —me preguntó.

—Estoy bien, ahora que estoy contigo —me sinceré. No era el tipo de persona que guardaba lo que sentía. En realidad, me costaba mucho quedarme callada—. Londres es hermoso. Aunque el frío de las noches terminará matandome —soltó mi mano y dejé de caminar, porque no lo esperaba. Con su brazo rodeó mi hombro, y me hizo continuar la caminata.

Bueno, así era aún más agradable.

—Llegas a acostumbrarte. ¿Cuándo te vas?

—El domingo en la tarde...

—¿En serio? ¡Eso no es justo! —su respuesta me hizo reír, pero debía admitir que también me entristecía mi corta estadía en el lugar— Entonces tendré que aprovecharte al máximo.

—Así es -sonreí de lado y lo miré—. Ben Jones, tienes los ojos más hermosos de todo el planeta. —susurré lo suficientemente alto para que él me escuchara.

—No puedo decir lo mismo de ti —dijo, y levanté una ceja, esperando que continuara hablando—. Es que toda tú eres lo más hermoso que he visto, no puedo simplemente seleccionar algo en específico de ti.

Aparté la mirada, estando segurísima de que mis mejillas estaban rojas. Pasamos algunos minutos en un cómodo silencio, hasta que llegamos a un lugar donde habían algunas mesas con sillas. No había nadie alrededor, y supongo que era una ventaja.

Nos sentamos en una de ellas, y él se quedó mirándome.

—¿Qué me ves? ¿te debo algo? —le pregunté, con una sonrisa burlona en mi rostro. Creo que mientras él estuviera presente, me iba a ser difícil dejar de sonreír.

—Sí, tienes que cumplir la condición a la que llegamos. Eso me debes.

Solté una risa floja y lo abracé de lado, apoyando mi mejilla en su clavícula. El me rodeó con sus brazos, y Dios, podía quedarme en ese momento toda la vida.

—Cuéntame algo.

—Los chicos dicen que me tienes mal.

—¿Qué? —me separé. Sólo lo suficiente para verlo a la cara, pues aún seguía abrazada a él. No quería soltarlo.

—Sí —rió levemente—. Dicen que me traes enamorado y que ya me perdieron, ¡que incluso ya superé a Joe! —esta vez, ambos reímos— Pero no los culpo. Si estoy un poquito perdido por ti.

—¿Un poquito nada más? —asintió.

—No estoy enamorado de ti, Gabs, pero si estoy seguro de que siento cosas por ti que no había sentido antes, y no sé de dónde han salido. ¿Me lanzaste un embrujo?

—Oh, rayos. Me atrapaste —le respondí, tratando de mantenerme seria, pero fallé—. ¿No crees que es muy rápido? Sólo han pasado tres semanas desde que comenzamos a hablar.

—¿Crees que el tiempo verdaderamente importa en todo? —me encogí de hombros levemente— Porque yo no. Aprendí que el tiempo sólo está, y si tú lo deseas, puedes ignorar su existencia. Así se vive más feliz, más tranquilo. No hay preocupaciones, no están esas preguntas típicas como "¿estoy yendo rápido?", "¿debería esperar?", y cosas así que te detienen cuando quieres hacer lo que verdaderamente deseas.

—Vaya.

Me quedé callada, admirando como se veía así de cerca. Pocos centímetros nos separaban, y a esta distancia podía detallar cada pequeña parte de su rostro, cada imperfección, cada detallito que lo hacía tan... él.

Se acercó, sacandome de mi ensimismamiento, y de un momento a otro, nuestros labios llegaron a rozarse. Pero fue sólo eso, un roce. Pude percibir lo húmedos que eran sus labios, puesto que tenía la evidente manía de mojarlos con su lengua a cada rato.

Algo lo hizo sonreír, y yo lo miré extrañada, pero también con una sonrisa en el rostro.

—¿Ahora qué, Ben?

—Nada. Es sólo que por alguna razón, estoy feliz de que estés aquí.

Volvimos a nuestra posición inicial, y nos quedamos así un rato más. Ese día me enamoré un poco de él.










n/a:
AMO ESTOOOOOOOOOO
En serio amo a este par y como son juntos (y lo que falta de ellos).

Btw, alguien ve Supernatural o Midnight, Texas? NECESITO URGENTE HABLAR DE ALGUNA CON ALGUIEEEEENNNNNN

Gracias por agregar YSLM a sus listas de lectura, son unos amores.❤

❤

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you should love me; b.hardy | pausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora