-A veces siento que si Arianne nunca le hubiese escrito a Joe, y él no la hubiese notado, no estaríamos aquí -le dije a Ben.
Llevábamos un rato tumbados en mi cama hablando de cosas al azar. En un rato debíamos estar en casa de Arianne, pero nos tenía sin cuidado. Él me tenía abrazada, mi pierna estaba sobre la suya y distraídamente trazaba circulos en su pecho descubierto. Podía quedarme en ese momento durante un buen tiempo.
-Tal vez no... o tal vez sí. Tal vez estábamos destinados a conocernos y ellos sólo nos facilitaron las cosas -respondió. Podía escucharlo hablar y jamás me cansaría de su acento y su voz tranquilizante.
-¿Realmente crees que estábamos destinados a estar juntos? -pregunté, y me sentí como una niña enamorada.
-Seamos honestos, tú eres un nueve y yo el uno que te faltaba, Gabriella. Ya incluso deberías amarme, ¿sabes? Es parte del curso natural de la vida -solté una carcajada ante su comentario, y me incorporé para mirarlo. De otra cosa que nunca me cansaria, era de mirar sus ojos.
Un comentario salió de mi boca, y no pude ni siquiera pensarlo antes de decirlo.
-Ya te amo, Ben. Mi corazón es tuyo incluso desde antes de que me conocieras, y me temo que ya no hay vuelta atrás en esto. Me tienes, y espero que sepas apreciar todo lo que estoy dispuesta a darte -él se quedó callado, y no pude descifrar la expresión que había en su rostro. Me miró detenidamente, como no lo había hecho en los cinco días que llevaba aquí.
No me importaba que no dijera que me amaba, porque era comprensible que no lo sintiera. Él no me conocía desde hacía años, yo a él sí. Pero quería que dijera algo, cualquier cosa.
Al contrario, apartó el cabello que caía a un lado de mi rostro y dejó su mano en mi cuello. Me acercó a él, y me besó. Y no fue como veces anteriores, esta vez fue tranquilo, paciente. Se encargó de transmitirme una paz increíble a través del delicado toque de sus labios, acompañandose de leves caricias en mi espalda por debajo de mi camisa.
Me ubiqué sobre sus piernas, quería estar más cerca de él. Algo en mí necesitaba tenerlo. Mis manos se colaron entre su cabello y comenzaron a acariciarlo, y luego de lo que me pareció una fantástica eternidad, nos separamos.
BEN
Ella tomó un poco de distancia, y me dejó apreciar sus mejillas coloradas y su cabello desordenado, junto a su notable respiración acelerada. Mis manos aún estaban en su espalda y las suyas en mi abdomen. Me miraba con una sonrisa, esa que venía matandome lentamente desde hacía dos meses, aproximadamente.
Realmente no supe como reaccionar al momento en el que ese comentario, tan lleno de sentimientos, salió de sus labios.
Me sentía afortunado por tenerla a ella conmigo. Era tan increíble, tan hermosa por dentro y por fuera. Me tenía perdidamente loco por ella y no me quejaba, pero no sabía que sentía tanto por mí.
Me hizo hacer mis pensamientos a un lado cuando se quitó su camiseta y comenzó a dejar pequeños besos en mi cuello. Juro que esta chica me iba a matar.
La hice volver a mis labios, olvidandome del ritmo lento que llevábamos hace un momento. La necesitaba, ya no podía contenerme más y sabía que ella tampoco.
-Gabriella... -murmuré en medio del beso. Ella lo detuvo y sólo me observó esperando que hablara- Puede que aún no te ame, pero te quiero. Mis sentimientos son lo suficientemente fuertes para decirte que te quiero, y que me tienes a mí también. No sé que me hiciste, pero lo cierto es que ahora que te tengo, no te dejaré ir.
Ella sólo me regaló su cautivadora sonrisa, y volvió a mis labios. La extrañaría cuando me fuera mañana.
Ps: disculpen los guiones cortos y también por dejarles tanto tiempo sin actualización
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you should love me; b.hardy | pausada
Fanfiction"deberías amarme. ambos sabemos que en la escala del 1 al 10, tú eres un nueve. y yo el 1 que necesitas. acéptalo." -tercer fanfic de los chicos, antes de éste vienen Talk to me, de Gwil, y Pay attention to me, de Joe.-