Cautivo

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Dedicado a:

Nyu­Yuki y Yakuro

por:

AitoLight

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La oscuridad era todo lo que sus ojos podían ver, Yuto trato de apartar la sensación de mareo mientras su vista se aclaraba. Parpadeo un par de veces y se incorporo con lentitud, notó que se encontraba en una habitación pequeña poco iluminada, la única iluminación que tenía era una pequeña vela que casi estaba apunto de apagarse. Era muy diferente de los lujos que tenía en su casa.

El peli negro se sentó, sintiendo un peso en su cuello, se llevo la mano a su cuello, encontrándose con una cadena alrededor de este, "Pero ¿¡que demonios!?" hizo una mueca, tratando de quitar la cadena en vano ¿como fue que llego allí? ¿que estaba pasando?

"Puede que haya exagerado con la cadena, pero no iba a arriesgarme a que me dieras un golpe" comento una voz profunda. Yuto volteo la cabeza para ver a un hombre de cabello blanco con verde y ojos amarillos, usaba una gabardina negra, camisa roja, pantalones negros y zapatos negros. Este lo miraba con una sonrisa, sin embargo, sus ojos remarcaban un aire siniestro en ellos.

"¿Quien eres tu?" pregunto con voz ronca, su garganta estaba seca.

"No estas en posición de exigir nada" contesto el oji dorado agarrando la barbilla del oji gris con una sonrisa. "Aunque debo admitir que eres bastante valiente para estar cautivo, los demás estuvieron llorando o fueron demasiado estúpidos como para hacerme enojar" el oji gris aparto la cara de la mano del hombre, haciendo que este sonriera. De seguro disfrutaba jugar con él. "Bien, ya que preguntaste, mi nombre es Zarc, mejor conocido como Haouryuu"

El oji gris se tensó al escuchar eso. Haouryuu se conocía por ser un asesino, muchas personas exitosas eran secuestradas por él, nadie ha podido saber donde estaba el escondite de Zarc, así que no podían salvarlos y debían pagar una gran cantidad de dinero.

"¿Vas a matarme?" pregunto directamente. Zarc libero una carcajada cuando oyó esto.

"Ah por supuesto que no, sería un desperdició para ti y para mi," dejo de reír, sonriendo de una manera burlesca "Ya tu hermano menor parecía listo para dar parte de la recompensa, sin embargo, los idiotas de tus padres lo detuvieron y enviaron a la policía, claro, fue en vano" no iba a mentir, adoraba a su hermanito y le aliviaba que se preocupara también, sus padres por otro lado, eran otra cosa, ellos solo se preocupaban por la herencia que tendrían si llegaba a morir, ya que sus abuelos fueron suficientemente listos como para dejárselos a sus nietos y no a la desgracia que tenía por padre. "Te aconsejo que no hagas nada, al menos, no mientras la anestesia no desaparezca de tu cuerpo" comento Zarc sentándose junto a él, viendo como el oji gris se removió un poco lejos de él con cautela. El albino agarro una bandeja de comida que estaba en la mesa de noche, Yuto frunció el ceño cuando Zarc se la extendió, "No esta envenenado ¿que ganaría con eso?" pregunto divertido ­ aunque fuera en su opinión, envenenar a alguien era la manera más cobarde de matar.

Yuto dudosamente lo tomo y agarro la cuchara, no era nada extravagante, era simplemente sopa, un pedazo de pan y un poco de pollo. Aunque agradecía eso. A pesar de vivir en una mansión, su hermano menor hacia comidas humildes y sencillas, nada complicado como lo que hacían los chefs en su casa.

A pesar de ser uno de los CEO más populares de la ciudad, no estaba para nada feliz, fue obligado desde niño a ser lo que quisieran sus padres, ellos no se preocupaban realmente por ellos, de hecho, solo planeaban tenerlo a él por la herencia. Claro que apenas nacer pensaron que pudieran hacer lo que quisieran con su herencia, lo bueno era que sus abuelos le dieron instrucciones especificas a sus amigos y abogados para evitar que pusieran las manos sobre ellas hasta que tuviera 20 años.

Hoshi no iro - estrella de coloresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora