ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 11

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Bellthorne estaba en completo silencio y todo era por mi culpa

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Bellthorne estaba en completo silencio y todo era por mi culpa. Cuando puse un pie fuera del auto de alguno de los chicos, toda la población estudiantil quedó helada.

—Ignóralos, siempre son así de extraños. — me susurró Jayden al oído. Lo miré con una mueca y suspiré. Miré a los chicos y los seis estaban mirándome.

—¿Qué?

—¿Estás lista para lo que se viene? — me preguntó Evan. — Escucharás rumores sobre ti, te insultaran, te tendrán miedo o quizás quieran matarte. También habrá gente falsa que querrá acercarte y ni hablemos de...

—Creo que es suficiente. — lo cortó Wyatt. Estaba asustada con todo lo que Evan me había dicho, es decir, nunca se me había cruzado por la cabeza lo que implicaría socialmente estar relacionada con estos seis chicos. — Estaremos siempre contigo Emily, no lo olvides.

JJ y Thomas terminaron sus cigarrillos y volvieron a la pequeña reunión de apoyo que estábamos teniendo.

—¿Entramos? — preguntó Thomas, mirándome a mí específicamente.

—Entremos.

Suspiré y acomodé mi mochila en mi hombro derecho. JJ iba delante de todos nosotros, con los hermanos a sus lados. A mi izquierda se encontraban Wyatt y Evan, y a mi derecha Jayden. Habían creado a mi alrededor una especie de escudo humano.

Una vez que pisé el suelo de Bellthorne no había vuelta atrás. Los cuchilleos y miradas no tardaron en llegar. Intenté ignorarlos, pero dolía lo que estaban diciendo. Pero lo que más me dolió fue ver las caras de Bailey, Nathan, Daniel y Andrew al verme entrar con ellos.

Tanto Daniel como Andrew estaban confundidos y sorprendidos. Ese par no entendía absolutamente nada de lo que estaba pasando: ayer había estado con ellos en los recesos y hoy estaba con estos seis chicos rodeándome.

Nathan también estaba confundido, pero en sus ojos pude notar que estaba dolido y enojado. Nuestro contacto visual no duró más de dos segundos ya que él, golpeó con fuerza el casillero y se fue corriendo quién sabe dónde.

Bailey lo siguió, no sin antes de darme una mirada igual o peor que la de su hermano. Estaban heridos y se sentían traicionados por mí. Intenté salir del pequeño escudo humano para poder ir y hablar con ellos, pero el brazo de JJ impidió que siguiera mi camino.

—Olvídate de ellos, Emily. — demandó JJ. Lo miré confusa y furiosa. ¿Cómo quería que me olvidara de ellos? ¡Eran los primeros amigos que había hecho en Bellthorne! — Créeme, será lo mejor.

—¿Estás consciente de lo que me estás pidiendo, JJ? — medio grité, atrayendo la atención de los alumnos y profesores que estaban en los pasillos. — Ellos son mis amigos, no puedes pedirme eso.

Saqué mi brazo del agarre de JJ y fui corriendo tras ellos. Sabía que no iban a querer hablarme, pero quería que me escucharan. Necesitaba que ellos sepan el porqué estaba haciendo todo esto.

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