ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 24

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Habían pasado dos semanas desde mi secuestro

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Habían pasado dos semanas desde mi secuestro. En estas dos semanas, yo viví un vida relativamente cotidiana: iba a Bellthorne, pasaba los almuerzos con los chicos, a la salida de la escuela iba a la cueva y a eso del atardecer Jayden me traía nuevamente a mi hogar.

— ¿Vas a hacer algo hoy? — me preguntó Jayden una vez que habíamos llegado de mi casa. Hoy era viernes, los chicos habían dicho que mañana iríamos a una fiesta, por lo tanto tenía pensado descansar un poco hoy y tener ganas suficientes de querer salir de mi casa mañana.

— No lo creo. — dije con un mueca en la boca. — Seguramente mire alguna película con la abuela.

Jayden asintió y se rascó la nuca. Sabía que estaba conteniéndose en decir algo. En estos meses, había estudiado las manías y actitudes de cada uno de ellos.

— Suéltalo. — dije mirándolo fijamente. Él no me miraba, miraba enfrente y tenía sus manos en el volante, como si estuviera manejando.

— ¿Te gustaría ir al cine? — preguntó tan rápidamente que me costó entenderlo. — Sé que te gusta el Universo de Marvel y salió esa película nueva...

— Si claro. — le corté con una sonrisa. Hace mucho tiempo no iba al cine y no vendría mal distraerme un poco. — ¿Vamos a ir ahora?

— Tengo que hacer unas cosas ahora pero te paso a buscar en una hora, ¿está bien?

— Claro. — saludé a Jayden y bajé del auto. Entré en la casa y la abuela Grace estaba en la sala de estar viendo su novela mexicana mientras tejía un nuevo suéter rojo.

— ¿Jaydy es tu novio? — me preguntó mirándome debajo de sus lentes, mientras dejaba de tejer.

— Absolutamente no. — le dije con seguridad, pero me había sorprendido  su pregunta. Me dirigí a la cocina a buscar un jugo de naranja y luego volver con ella. — Solo somos amigos.

— Ajá. — dijo sin creerme, lo que hiciera que rodara los ojos. Le ofrecí un poco de jugo y ella negó.

— Me voy a bañar. — anuncié. — En un rato saldré.

— ¿Con Jaydy? — preguntó pícara.

— Sí, con Jayden. — me levanté del sillón y emprendí viaje a mi habitación. —¡Y déjalo de llamarlo así!

Escuché la risa de mi abuela y como la novela mexicana volvía a reproducirse. Entré a mi habitación y me tiré en la cama. Agarré mi celular y revisé la hora, todavía tenía más de media hora para prepararme, era más que suficiente.

*

POV: Cinco.

Estaba nervioso, demasiado. Me miré al espejo por quinta vez y volví a acomodarme el pelo. Me había dado la ducha más rápida de la vida, todo con tal de llegar a tiempo. Me puse perfume y agarré mis cosas.

— ¿A dónde vas? — cuestionó Liv, entrando a mi habitación, sin preguntar.

— La próxima toca la puerta, ya sabes. — dije arreglándome las mangas de la camisa.

— ¿Saldrás con una chica? — Ignoré su pregunta y esquivándola, salí de mi habitación. Pero mi hermana no se rinde facilmente, por lo que me siguió mientras bajaba las escaleras. — ¿Saldrás con Emily no? Es linda.

— ¿Puedes cuidar a Sophie? — le pregunté ignorando nuevamente sus preguntas. Ella rodó los ojos pero igualmente aceptó. — Gracias.

Subí al auto y me dirigí a la casa de la castaña. Mis manos transpiraban de los nervios, quería que todo saliera bien. Paré en el semáforo y mi celular sonó. JJ me estaba llamando y sabía que no vendría nada bueno con su llamada. ¿Ignorarlo era una buena opción? La llamada se cortó así que no pude responderlo. Justo el semáforo se puso en verde, así que mis ojos se volvieron al camino.

Llegué a mi destino y bajé del auto. No paraba de secar mis manos en mi pantalón, maldita sean los nervios. Toqué timbre y me abrió la puerta una sonriente castaña. Si decía que estaba espantosa, mentiría. Decir que estaba preciosa tampoco alcanzaba. Sus ojos verdes estaban delineados, los que los hacían resaltar aún más. Sus labios estaban pintados de un bordó, haciéndolos así, más besables.

— Hola. — me sonrió. Le sonreí de vuelta, pero estaba sin palabra alguna. — ¿Vamos?

Seguro habré quedado como idiota por no haberla saludado. Asentí y ambos nos dirigimos al auto. Le abrí la puerta del vehículo y lo rodeé para entrar yo en él.

El camino estaba en absoluto silencio por parte de los dos, excepto por la música que sonaba en la radio. Estando ahí en el cine tampoco fue la excepción. Solo hablamos lo necesario y era mi culpa. Estaba tan nervioso que no podía seguir una conversación.

— ¿Estás bien? —me preguntó una vez que entramos a la sala. La película estaba por comenzar así que este era nuestro único momento en el que podríamos hablar.

— Sí, ¿por qué? — le pregunté sin mirarla mientras me tragaba un puñado de pochoclos.

— Estas... - dijo dejando en suspenso. - Raro.

No le respondí porque la película daba inicio. A mí me gustaban estas películas, pero no era tan fanático como Emily. Ella estaba con la piernas cruzadas mirando con toda la atención la película, siendo solamente ella y Iron Man.

Si era por mí la hubiera mirado durante toda la película, pero sería muy extraño y acosador de mi parte. Además, lo que me distrajo de observarla, fue el sonido de mi celular. La sala entera se volteó a mirarnos cuando la llamada entró y no dudaron en callarnos. Silencié el celular y pedí disculpas, pero que incómodo había sido eso. Miré la pantalla y JJ me volvía a llamar, una y otra vez.

— Deberías atenderlo. — Susurró Emily sin quitar los ojos de la pantalla. No podía negarlo que tenía razón, porque JJ ya me estaba llamando por sexta vez. Salí corriendo de la sala, dejando a la castaña sola, y fui a atenderlo.

— Ho...- no pude terminar ni siquiera de saludarlo, que sus gritos y de más gente, me interrumpieron.

— ¿¡Dónde carajos estás, hijo de puta!? - me gritó JJ. Antes de que pudiera responderle, continuó. — No me interesa, te quiero en media hora en el ringo.

Fruncí el ceño. ¿Para qué estaría yo hoy ahí? Mi pelea era el domingo, no hoy. Había tenido todo calculado para tener la noche libre hoy, pero mis cálculos habían fallado.

— Ya sé que estás con ella.- dijo refiriéndose a Emily. - Tráela, pero apúrense.

Mi noche se había ido al carajo.

*

¡Hola! Ya sé que es corto, pero quería escribirles algo para hoy. Es mi cumpleañito, así que no iba a poder dedicarme como yo quería a la historia. Y como ustedes son especiales para mí, quería dedicarles algo hoy. Estoy soft así que el capítulo fue soft jaja. No olviden comentar y votar, los leo;) 

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