Midnight Pleasure [♥Diabolik Lovers♥] |Book #1|

#9: "Príncipe de los Caídos".♠

N/A: Jujuju~~ Hay dos noticias que darles xD

La primera: ._.)/ Este capítulo es aburrido porque explica demasiadas cosas xD

La segunda: Apenas lleguemos al capítulo diez, se subirá la portada del nuevo libro.

Un plus (?): Vamos escribiendo el capítulo cuatro del segundo libro ya xD

Otro plus: Pueden haber faltas de ortografía y así...No lo corregimos >_<

Y ya ta'. Se ha dicho todo.

Mentira, un breve agradecimiento a todo el mundo porque ya tenemos 8k de lecturas y más de 400 votos y eso...eso es demasiado *O* En verdad alucinante y nada, gracias.

We Love You :'3

Emi & Dei.

El aire se me antojaba cálido, agradable y suave, aunque no estoy realmente segura de que fuera real, creo que más bien era que se sentía así porque el cuerpo del sujeto que me cargaba irradiaba una temperatura corporal mucho más notable que la de una persona normal. Su corazón latía con fuerza y sus brazos me sujetaban con fuerza. Se sentía agradable, nada que ver con la sensación que me invadía el cuerpo cuando uno de los hermanos Sakamaki me tocaba, o como cuando aquellos híbridos del instituto me aprisionaron. Sus temperaturas corporales eran tan frías que me contagiaban la sensación a mí. Ryuuta, en cambio, era cálido…Muy diferente.

Miré a su pecho y descubrí la herida que le había perforado el sitio, era desagradable ya que todavía la sangre descendía por el espacio delgado que se había formado cuando la daga había ingresado en su cuerpo.

— ¿Estarás bien?-pregunté, algo nerviosa.

Realmente no es que me estuviese preocupando por él, es sólo que literalmente, le habían apuñalado injustamente. Y las injusticias no me gustan.

Noté que me miraba con una dulzura más que notable reflejada en sus ojos. Entonces esbozó una pequeña sonrisa de costado y me dijo:

—No voy a morirme por esto. Un vampiro podría ser seriamente debilitado si una daga de plata como la que me lastimó a mi lo hubiese lastimado a él, pero como has de haber notado…Yo no soy un vampiro. Tampoco un híbrido.

Asentí con la cabeza.

— ¿Qué eres?

—Un ángel del infierno.

— ¿Hay ángeles en el infierno?-pregunté, asombrada.

—En este mundo existe un balance perfecto. El Creador se aseguró de crear luz y oscuridad, agua y tierra, noche y día, calor y frío…Cielo e infierno. Un mundo de simetría y equilibrio…Es por eso entonces, que puedes suponer que si existen los ángeles puros, aquellos de alas blancas que abundan en la literatura popular, también existen sus contrarios: Los ángeles del infierno, aquellos de alas negras, no tan comunes ni tan conocidos.

— ¿Eres malvado entonces?

Rió por lo bajo y negó con la cabeza.

—No por ser del infierno tengo que ser esencialmente malo. Tampoco un ángel del cielo tiene que ser necesariamente bueno por provenir de allí. Como en todo, hay excepciones. Podrías llamarme a mí una de esas llamadas excepciones.

Mi curiosidad estaba hambrienta. Me había revelado que en este planeta hay más criaturas que sólo los vampiros y los híbridos. Muchas más…Y él es una de ellas. Un ángel del infierno…Un real ángel oscuro. Necesitaba saber más, todo me parecía tan nuevo, tan interesante…