Midnight Pleasure [♥Diabolik Lovers♥] |Book #1|

#6: "Jardín de Rosas Azules"♣

N/A: Atención! ewe...Los contenidos en este capítulo pueden ser altamente complicados de entender y también darán tendencia a creer cosas que no son xD Bueno ya u_u Mejor me calmo... ¡En fin! Un pequeño anuncio: Emi se está mudando de casa ._. Por lo que escribir se le hace prácticamente imposible (no es nada grave como sin querer hice creer en la otra historia >//////<), así que...Las demoras por los capítulos tienen su justificación .-.

En fin, los comentarios que dejen (que por cierto amamos con todo nuestro heart ya que nos dan muchísimo ánimo a seguir escribiendo) los contestaremos apenas podamos :'3 Perdonen por la espera c:

~~Capítulo no Editado~~Posibles faltas de ortografía~~

Llegamos a la mansión cayéndonos de sueño. Bueno, yo al menos. Subaru no. Algo que noté fue que al estar cerca me soltó y volvió a ser el mismo de siempre: Tosco, desinteresado y malhumorado.

Más me recordó una vez más que era “suya”.

Luego me dejó ir.

Más cuando estaba haciendo eso, vi que alguien se aparecía en la sala de la casa: Karlheinz.

—Hay una clara regla de volver a casa enseguida del instituto. Y les hablo a los dos.

—No es culpa nuestra que los otros idiotas estos se fueran y nos dejaran sin vehículo. Tuvimos que caminar y ella es humana. ¿Esperabas que fuéramos un tipo de súper héroe o qué?-Subaru era el que estaba siendo sarcástico.

Yo me limitaba a mirar a Karlheinz como una pequeña niña a la que están reprendiendo duramente.

—Mira las pintas que tiene-Karlheinz me apuntó con su dedo índice-. Parece cualquier cosa.

Y me miré en un espejo que había por allí y descubrí las dos heridas de mordidas en mi cuello (una del híbrido, la otra de Subaru). También mi desprolijo cabello, mi ropa desordenada y las rotas medias largas de encaje. Me sonrojé. Básicamente parecía una cualquiera.

—Culpa mía te aseguro que no es, así que cierra la boca-Subaru estaba también enojado.

—Además, idiota…-Karlheinz se había acercado amenazadoramente a su hijo- ¿Matar? ¿Quién te ha dado el permiso?

—Nadie tiene que darme permiso para hacerlo, esos imbéciles se lo merecían. Mira lo que le han hecho a tu preciosa “nueva hijita”…-y me tomó por un hombro y me plantó delante de su padre, en lo que señalaba una de mis mordidas.

— ¿Te mordieron?-me preguntó.

Asentí con la cabeza.

— ¿Y de quién es la otra mordida?

—Tenía hambre-se encogió de hombros Subaru.

—Kira, a tu habitación-me ordenó Karlheinz-. Él y yo tendremos una acalorada discusión de cómo debe tratarte.

—No ha hecho nada malo-aseguré-. Yo…Yo se lo permití.

¿Que por qué mentía por él? No lo sé.

— ¿Segura?

—Sí.

Karlheinz suspiró con cansancio y nos dijo:

—Vayan a dormir ahora.

— ¿Puedo ducharme?-pregunté-No me siento muy limpia que digamos.

—Adelante.

Y eso fue todo en la planta baja. Karlheinz se desvaneció y Subaru y yo comenzamos a subir las escaleras.

—No te diré gracias-me aseguró el menor de los hermanos Sakamaki.