Midnight Pleasure [♥Diabolik Lovers♥] |Book #1|

#1: "Kira Murasaki, Karlheinz Sakamaki"♦

N/As: Los personajes que salen en el reparto aparecen por orden de aparición, no de importancia. Les sugerimos que presten atención desde el inicio, porque desde ya hay cosas inconclusas n.n ¡Esperamos que lo disfruten y que nos puedan dejar su opinión! #Emi & Dei

Pd: Si tienen alguna duda o consulta, pregunten n.n No nos cuesta responder siempre y cuando la respuesta no adelante hechos que pasarán en la historia. 

En la foto: La Mansión Sakamaki n.n

De pequeños siempre nos dicen que tenemos que ser buenos, amables y considerados. Nos enseñan a respetar para ser respetados y nos dicen que hacer travesuras está mal.

Yo crecí en una familia religiosa muy estricta, mis padres son británicos y a pesar de eso, yo soy japonesa. Papá era el jefe de la policía y mamá una oficial de libertad condicional. Ambos creían en Dios fervientemente y al nacer en el seno de semejante familia, era lógico pensar que yo tenía que creer en lo mismo que ellos. Fui la primera y única hija que tuvieron. A pesar de la religión tan fiel que ambos tienen, decidieron llamarme Kira, nombre que significa asesina.

Desde pequeña demostré ser una niña introvertida, rara y para nada amable o sociable. Llamé siempre bastante la atención por poseer ojos violetas brillantes en conjunto con un largo y lacio cabello castaño opaco, algo para nada normal. Desde pequeña me llamaron la niña Creepy, por mis actitudes extrañas y mi manía de alejarme de cualquier persona que se me acercara. En realidad no sé porqué demonios me alejo de las personas si me siento sola, pero así pasa siempre.

A medida que iba creciendo me iba convirtiendo en alguien más y más fría, en alguien más callada y extraña. Ni siquiera me llevaba bien con mis padres. A papá nunca lo veía y por eso casi ni me interesaba lo que pasara con él o lo que él pensara sobre mí. Y mamá, aunque dispuesta a acercarse a mí, nunca tuvo la oportunidad porque yo no se lo permitía.

Cuando cumplí quince años, mi vida dio un giro drástico de 360 grados.

Cierto individuo extraño, de largo cabello blanco con ojos extrañamente carmesís se presentó en la humilde morada de mi familia durante una noche tormentosa y en la cual no hubieses esperado recibir visitas.

El reloj empolvado de la sala había marcado las doce en punto para cuando la puerta comenzó a sonar; por supuesto, como mis padres estaban en la cocina, me levanté del sofá donde había estado sentada leyendo un libro y tras haberme calzado mis pantuflas grises, me había acercado perezosamente a la puerta, para entreabrirla y ver quién se presentaba a esas horas.

— ¿Qué desea?-pregunté, enarcando una ceja y mirando hacia arriba porque el hombre era mucho más alto que yo, que me estanqué en mi metro con cincuenta y cinco.

El hombre esbozó una sonrisa bastante horripilante que me erizó los vellos de los brazos.

—Tú has de ser Kira, la hermosa hija de Jack Murasaki.

Enarqué una ceja, extrañada porque aquel tipo que yo lógicamente no conocía supiera mi nombre.

—Aguarde un momento-pedí y cerré la puerta, fui a la cocina y le avisé a mis padres que alguien que no conocía estaba en la puerta de entrada y que parecía conocer el nombre de papá.

Cuando mi padre oyó salir de mis labios la descripción física de aquel hombre abrió los ojos de la sorpresa y me apartó de su camino con un empujón algo brusco. Mamá le siguió de inmediato y yo, algo confundida salí tras ellos algunos segundos más tarde.

Para cuando llegué a la sala, me encontré con mis padres deshaciéndose en reverencias ante aquel personaje que rondaba el metro con ochenta y ocho más o menos.