#12: "La Pesadilla Continúa"♦ |Capítulo Final|

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Funcionaba mecánicamente desde que aquel anillo fue puesto en mi dedo. Realmente me había rendido. Desde aquel momento tenía más paz, aunque sin embargo no tenía toda la que yo quería tener. Sentía que era el objeto de charlas en el instituto.

Lógicamente, el hecho de que me hubiese comprometido con Shuu sólo podía significar que todos se iban a enterar de que la familia Sakamaki iba a tener una nueva integrante. La gente hablaba sobre mí descaradamente y mencionaba cosas que yo prefería olvidar.

Yui y Emi, que constituían todas las “amistades” reales que yo podía contar, me intentaban ayudar con mis problemas, pero siempre resultaba complicándome la vida un poco más. Ayato en ocasiones también intentaba animarme, aunque no le funcionaba, puede ser debido a que tenía una paciencia muy escasa y que se agotaba con facilidad, o debido a que tenía menos tacto que una roca, pero no podía.

Por otra parte, las cosas con los demás hermanos habían empeorado. Algunos ni siquiera se tomaban la molestia de mirarme cuando me veían en las comidas o cuando por casualidad nos cruzábamos en los pasillos. Estos eran, claro está, que Subaru y Reiji, mientras que Raito y Kanato se limitaban a hablarme en escasas ocasiones y cuando no les quedaba de otra.

—Es casi como si sintieran que es mi culpa…-mencioné una tarde, plácidamente acostada sobre el pasto de uno de los tantos patios que aquella mansión tenía-Cuando claramente yo no he escogido nada.

—Es difícil acostumbrarse…-mencionó la muchacha rubia a mi lado, que jugaba con una florecita rosada muy pequeña que tenía en su mano derecha-Cuando me comprometí con Ayato-Kun pasó lo mismo: Demoró mucho tiempo hasta que volvieron a dirigirse a mí como lo hacían normalmente.

—Al menos vas a casarte con alguien a quien amas y lo más importante: Con alguien que te ama. Yo no tendré la misma suerte.

— ¿Ya has dejado de pelear?

Suspiré y asentí con la cabeza.

— ¿Para qué pelear contra un cabeza hueca que no dejará sus ideas de lado jamás?-le hice la lógica de la situación-KarlHeinz es un dogmático sin causa. Estoy condenada a una vida acompañada de un marido al que no quiero y que no me quiere y más importante aún: Estoy condenada a pasar el resto de mis días en un lugar que no considero como mi hogar.

—La mansión es fría y puede que algo oscura…Pero al final, cuando aprendes a querer a quienes viven en ella y te acostumbras a la idea de ya no poder salir, termina siendo tu hogar.

— ¿Quererles? ¿A ellos?-cuestioné, mirando a la chica como si estuviese loca-No, eso nunca va a pasar.

—Lo mismo decía yo-sonrió divertida- y a pesar de las cosas horribles por las que me hicieron pasar, a pesar de que sufrí como nunca antes cuando llegué aquí encontré muchas cosas: La verdad sobre mi padre, algunos secretos de este sitio y, lo más importante de todo: Encontré una familia que, aunque si bien es un poco rara, a la larga…Es buena.

—Lo que pasa es que estás enamorada-negué con la cabeza-, yo no voy a enamorarme de ese rubio, ni de ninguno de ellos.

—Sin embargo, cuando estás cerca de Subaru…

La corté antes de que quisiera decir cosas que no eran ciertas o que podían haber confundido a cualquiera:

—No, no. No estoy enamorada de él ni por asomo. Es sólo que al ser el que mejor se ha portado conmigo, le tengo algo más de…-busqué la palabra indicada por unos segundos-de confianza, que al resto. Bueno, él y Ayato…Pero sospecho que sólo es amable porque es tu prometido.

Dejó escapar una risita cantarina que me llamó la atención.

— ¿Qué?-pregunté.

—Ayato-Kun es muy egocéntrico, es verdad; pero sin embargo, nunca deja de ser alguien que realmente se importa por los demás. Es dulce aunque su apariencia y sus formas de actuar siempre van a mostrar lo contrario; sólo hay que aprender a ver su verdadero yo. Así como también deberías hacer con el resto de ellos. Cada uno tiene algo bueno, aunque puedan ser molestos, pervertidos y algo extraños.

Midnight Pleasure [♥Diabolik Lovers♥] |Book #1|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora