Sus labios eran suaves y parecían bailar una suave melodía; con altos y bajos, movimientos lentos y rápidos, teniendo tiempo suficiente de exploración por sus bocas y que despertó unas ansias de estar mucho más cerca, unidos no solo por sus lenguas, sino por completo.
Pero sabían que tenían que detenerse, porque en el hombre despertaba algo que prefería esconder con vergüenza, quería apagar la llama de su excitación y de su pasión para unirse con su mujer, a la que respetaba, cuidaba, amaba y atesoraba como lo más valioso en su vida, y lo más hermoso también.
Ahora en esta hermosa mujer se formaría un nuevo ser y es por eso que demostraban su amor de esta forma tan intensa, después de todo, sus ideas se apoderaban de sus cuerpos pidiendo más cercanía, más calor y estar en la cama.
—Kurumi-chan... —dijo Satou al separarse de su esposa, pero solo fue para besarla en la mejilla y después rodearla en los brazos, juntando su mejilla con la suave piel de su rostro—. Te amo, Kurumi-chan, te amo mucho. No puedo creer que por fin estés embarazada, creí que tardaríamos más, pero estoy muy feliz.
—Anata... —dijo con una sonrisa mientras se dejaba abrazar, feliz por recibir tanta atención de una forma tan cariñosa, parecía ser la heroína de la historia—. Bueno, eso es porque Anata se volvió algo pervertido, si así hubieras sido antes...
—No me volví un pervertido... —respondió un poco ofendido, pero la abrazó un poco más fuerte y su mirada se alejó de ella—. Es solo que mi cuerpo... hacía cosas extrañas y luego tú...
—¿No te gustó? Todo esto es para hacer bebés y para demostrarte cuanto te amo, y lo cerca que quiero estar de ti, mi Anata —respondió al alejarse de él y mirarle con cierta tristeza fingida, además de que lo tomó de las mejillas con una sonrisa—. ¿No deseabas que estuviéramos conectados?
—Sí... —respondió en voz baja y ella sonrió con seguridad—. Pero se sentía raro y a veces perdía el control, perdón por eso.
«De esa forma me gusta más». Pensó con una sonrisa y se levantó del sillón para ir a la cocina, él solo la observó irse.
La verdad es que Kurumi y Satou lo hicieron muchas veces, las suficientes para que se volviera una costumbre, además de que el hombre era muy amable y trataba con delicadeza a su esposa, ella no podía ser más feliz por lo lindo que era.
Por esto lo hacían dos veces, el trato dependía de quién tomaba el mando, cuando era Kurumi, ella era la guía y le indicaba a Satou que estaba bien perder el control, dejarse llevar y terminaban teniendo sexo con velocidad y teniendo bastante placer.
Con Satou las cosas eran distintas, él era gentil y se la pasaba más tiempo besándola en los labios y por muchas partes de su cuerpo, como dejando marcas de amor, mientras tocaba su cuerpo bien proporcionado y después tener sexo con ella de forma lenta y cariñosa.
Kurumi no tenía quejas, obtenía el placer que quería y todo el amor también.
—Anata —dijo su esposa desde la cocina, mientras reunía ingredientes para preparar espagueti.
—¿Qué sucede? —preguntó Satou al entrar a la cocina, ella no se giró a verlo, estaba entretenida en su quehacer.
Ella tenía una blusa de tirantes de color café escotada, y como no estaba usando nada debajo, sus pechos podían notarse siendo un poco observador, también estaba descalza y con una minifalda negra, su cabello estaba suelto y tapándole un poco su ojo amarillo.
—Escucha, ahora que estoy embarazada, y sé que eres bastante ingenuo... —dijo un poco divertida, él solo le quedó mirando fijamente—. Algunas cosas van a cambiar en mí, así como hay muchas cosas qué hacer, pero no quiero que te preocupes.

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Amor Inocente
FanfictionFanfic especial tipo secuela de "Guía para enamorar a un espíritu". Después de que la DEM es derrotada, la paz por fin reina para las vidas de Shidou y los espíritus, años han pasado de esto y ahora viven vidas tranquilas y normales, teniendo proble...