33 (Final)

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~_____~

Durante la noche, me convertí de una mujer joven y flexible a una vieja con artritis.

No dormí. Dudaba que alguna vez fuera capaz de volver a dormir con la emoción que traería el día de hoy.

Yoongi me lo diría.

Finalmente, lo sabría.

Ayer por la noche, pensé en leer el Diario Weaver para ver cómo se sintieron mi madre y mi abuela con pagar la segunda deuda. ¿Tomaron nota de ello? ¿O fueron como yo y vieron que el diario era... una manera de monitorear nuestros corazones y mentes? Quería ver si hicieron lo que yo hice: enamorarse de sus verdugos.

Pero a pesar de mi mente dando vueltas y la energía contagiosa, mi cuerpo se volvió más rígido con el tiempo.

Dolía, gritaba, necesitaba descansar.

Retorné de la muerte.

Volver a aprender a vivir no sería fácil.

Tendría días de recuperación por delante y se hizo dolorosamente obvio cuando me fui a poner de pie. Mis hombros gritaron con el simple movimiento de hacer a un lado mi sábana, mis piernas se pusieron en huelga rápidamente cuando tocaron la alfombra gruesa.

Permanecí vertical por un breve momento, antes de caer de frente.

No volví a caminar, cojeé.

No hablé, grazné.

Llevaba dos brazaletes de moretones alrededor de mis muñecas y tobillos, y mi piel conservó un blanco fantasmal, como si no hubiera soltado por completo el agarre de la muerte.

Sin importar cuán viva estuve con Yoongi anoche... hoy, hoy pagaba por ello.

No quería que él se fuera; no cuando se abría y profundizaba. Hubiera preferido quedarme dormida en su abrazo. Pero sabía que, a pesar de nuestra alianza el uno con el otro, su familia seguía a cargo. Las cosas seguían como si nada hubieses cambiado; a pesar de que, todo cambió.

Mi estómago rugió, añadiendo otra molestia encima de todo lo demás.

No podía recordar la última vez que comí.

Después de una lenta ducha y un rato aún más lento vistiéndome, me dirigí hacia la puerta, siseando entre dientes con cada paso.

No le permitiría a mi cuerpo robarse mis planes para hoy. Yoongi me llevaría lejos. Hablaría. Nada destruiría eso.

Quizá podría esperar hasta mañana.

La idea de volver a la suavidad de mi colchón casi me hizo darme la vuelta.

¡No!

Solo estaba rígida; eso era todo. Siempre y cuando pueda seguir con vida, sanaría con rapidez.

Mientras abría las puertas dobles y entraba en el espacio cavernoso con sus paredes de color rojo sangre y excesivamente grandes retratos de los Mins antiguos, mi atención se abalanzó a la armería y al lugar vacío que ocupaba mi daga.

La misma daga que ahora se encontraba escondida en la cintura de mis pantalones de yoga.

Los aromas del café recién hecho y pasteles mantecosos retornaron mi hambre en una punzada aguda.

Cut levantó la vista del periódico, con una gran sonrisa dividiendo su rostro. -Ah, ¡_____! Te despertaste de entre los muertos. -Se rió de su broma de mal gusto. Envolviendo el papel, hizo gesto hacia una de las pocas sillas libres.

Endeudado: Segunda Deuda//MYG Y TÚ//+18 [TERMINADA T3]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora