Capítulo 22

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Habían pasado dos horas desde que Miss Fortune había sido vencida, Marinette había sido llevada a su casa, y la habían recostado en la cama para que descanse, lucia completamente exhausta, además de que su cuerpo tenia moretones y raspones que demostraban la crueldad de la Autoridad.

─¿Que me paso?─ pregunto la adolescente viendo de lejos su cuerpo adulto

─Ni yo lo se Mari─ contesto el pelinegro ─No te veo desde el día de la invasión, cuatro años para ser exactos─ suspira ─Fuiste capturada, te interpusiste entre un ataque y yo, y desde ahí te perdí, te busque pero nunca fui capaz de salvarte, la Autoridad me lo hizo muy difícil

─Resolveremos esto─ comento la chica viéndolo fijamente ─Vamos a vencer a la Autoridad y ustedes tendrán su futuro de regreso

─¿Podrían dejar de hablar?─ se quejo la adulta levantándose ─Hace años que no duermo bien─ sonríe forzadamente

Lo sentimos─ contestaron ambos como si fueran dos niños retados por su madre

─¿Por que el cambio de look Adrien?─ pregunto levantándose y caminando hacia los contrarios, su yo joven abrió los ojos como platos y fijo su vista en el adulto ─Me voy por un tiempo y ya sos todo un rebelde─ bromeó golpeando con su puño el hombro de su esposo

─Bueno cariño, verás, aun no sabias esa información─ ríe mientras rasca su nuca con nerviosismo ─Tuve que disfrazarme─ se excuso

─¿podrías olvidar lo que dije?─ cuestionó viendo a su versión más joven

─No creo que pueda, si es el Adrien que creo que es─ y automáticamente se desmallo, casi cae al suelo, pero el hombre la sostuvo para que no se lastimara

─¿Te diste cuenta que viajaste en el tiempo?─ se quejo el chico recostando a la joven en la cama

─Perdón, no medi mis palabras, vengo de un futuro apocalíptico en el cual fui torturada por años y posteriormente akumatizada─ se excusó sentándose en el borde de la cama mientras veía a su yo joven dormir

─Perdóname tu a mi─ se disculpo el sentadose a su lado ─Fue difícil para todos

─Lo se─ suspira y posa su diestra sobre la rodilla de su amado ─Fueron cuatro años de dolor─ se queda callada ─Mayura intento detenerme

─¿Sigue viva?─ comento asombrado viendo que la chica no se haya despertado

─Parece que si, estuvo cuidando de ti todo este tiempo─ hace una pausa y se levanta ─Vamos a arreglar todo esto

─¿Que vamos a hacer con ella?─ pregunto copiado su accionar

─Déjamelo a mi─ comento coqueta ─Mientras deberías ir a verte─ suspira ─De seguro te estas muriendo de la intriga en tu habitación 

─Tienes razón─ se gira ─Amor que debo decir?

─Se prudente─ le da un beso en la mejilla ─No hagas lo que yo─ guiña un ojo

El héroe se transformó y abandono la habitación, su esposa se posó sobre el barandal del balcón y se quedo observando como su amado se alejaba a gran velocidad con la ayuda de su bastón; ¿cuantas veces había hecho eso?, miles, y siempre que el se va queda una sensación de vacío en ella, pensó que jamás podria contemplar esa vista otra vez, menos desde que vivían juntos, pero sus vidas cambiaron tanto que lo que parece imposible se vuelve posible.

Tan sólo unos minutos le tomaron a Chat llegar hasta lo que en esos días es su hogar, su yo menor parecía que lo esperaba, le había dejado la ventana abierta, raro en el si ya había acabado con su labor, después de pensar con cuidado lo que diría, suspiro y se animo a entrar, con un sigilo propio de un gato y la astucia de un ladrón, se posó en la ventana y empezó a moverse por la gran habitación que estaba a oscuras, recordaba muy poco de aquel cuarto, pero eso bastaba para que no se choque con nada.

Miraculous: Viaje al pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora