Capitulo 39

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Después de una larga caminata en completo silencio, ambos jóvenes llegaron al instituto, la mañana transcurría tranquila ahí, todo parecía normal, tan normal que la joven por unos minutos se olvido de que era una super héroe, y que había sufrido tanto por amor en los últimos días.

─¡¡Luka!!

Se oyó decir a una voz en un tono bastante molesto, ambos se giraron encontrándose con chica de brazos causados viéndolos fijamente.

─¿Donde estabas?; ¡mama estaba preocupada!─ recriminó acercándose a el mientras lo apuntaba con su dedo índice

─Tranquila Juleka, salí por ahi─ se excuso

─¿Y te encontraste a Marinette?─ acotó observado a su amiga

─Si. . .¿algún problema?─ replicó frunciendo el seño

─N~No─ suspira ─Solo avisa la próxima vez, mamá enloquece. . .

─Que raro, es la primera vez en años que la veo preocuparse

─No digas eso cachetitos─ lo interrumpió jalando sus cachetes ─Ella te ama, y se preocupa a su manera

─No hagas eso aqui─ la reto avergonzado

─Tranquilo, Marinette no dirá nada, ¿verdad?─ le sonrie

─Lo prometo. . .cachetitos─ ríe también tras decir eso

─Vayan a clases de una vez, o las van a regañar─ se quejo apartandose

─Vamos Mari─ dijo la pelinegra, y tomó a la chica del brazo, llevándola hasta adentro impidiendo que se pueda despedir de su amigo

Las dos amigas entraron al lugar, encontradose con Alya en el camino; el joven se quedo observando hasta que las tres desaparecieron de su vista, el no pudo evitar sonreír como tonto al recordar la dulce voz de su enamada diciendo aquel embarazoso apodo que su hermana le había puesto cuando eran más chicos.

─Luka.

Escucho que alguien lo saco de su trance, este se giro rápidamente encontrándose con unos ojos verdes que lo veían fijamente.

─Adrien, compañero, que bueno verte─ saludo lo más amigablente posible

─Lo mismo digo─ contesto mientras ambos estrechaban manos

─¿Como vas con el teclado?; a ver cuando venis de nuevo a tocar con nosotros.

─Estoy bien, ya termine todas mis lecciones─ hace una pausa ─Si mi padre me dejara iría encantado─ agrego melancólico

─Yo se que algún dia podras ingeniártelas y venir─ acotó con una sonrisa

─Es lo que más deseo─ suspira ─¿Que te trae por aquí?─ pregunto curioso

─Tengo una hermana, creo que estudia contigo, ¿la conoces?─ bromeó sin borrar su sonría

─Claro, que tonto soy─ contesto riéndose de si mismo ─Bueno, fue bueno verte Luka

─Lo mismo digo Adrien.

Ambos chocaron manos, y el rubio entro rápidamente al lugar, ya se había demorado bastante; Luka se gira y se queda observando por unos minutos como Adrien ingresa en el lugar.

─¿Que pasa Romeo?─ pregunto su kwami asomándose por su chaqueta

─Una extraña sensación─ comento dejando de mirar hacia donde el modelo había ido ─Deben ser ideas mias─ suspira

─Espero no sea nada─ acotó el ser escondiéndose

Dentro del instituto Adrien llego con total normalidad, como todas las mañanas, entro en el salon; saludo a su mejor amigo, saludo a Alya y por último se dirigió a Marinette, esta se veía extraña, penso que la relación entre ambos despues de lo que había pasado estaría algo extraña, pero no fue asi, ella lucia normal, hasta parecía que no le había pescado atención, ¿su actitud seria producto de la visita de Viperion?; lo dudaba, pero había una gran posibilidad de que si sea por el.

Las dos primeras clases transcurrieron tranquilamente, nada nuevo en la vida de un estudiante; aunque Adrien no se pudo concentrar en toda la clase, su mente lo llevaba a hacerse miles de preguntas y todas y cada una de ellas tenían a la azabache como factor de curiosidad, en algunos momentos se llegó a preguntar, ¿como seria su vida ahora si Kagami no estuviera en ella; se habría puesto de novio con Marinette; o seguirían siendo amigos?, estuvo a punto de replantearse su vida, pero el timbre del recreo lo saco de aquel trance en el que se había sumergido.

─¿Vines Marinette?─ escucho que su amiga le pregunto invitándole a salir al patio

─No, me quedaré aquí un momento, te alcanzo luego─ contesto ella abriendo su libro de diseños, esa sería la oportunidad del rubio para poder preguntar por lo de anoche

─¡¡Adrien!!─ sintió que alguien le grito en el oído

─¡Nino!─ lo reto ─¿Que pasa?─ replicó molesto

─¿Salimos o no?─ pregunto señalando la puerta

─Ve tu, ya salgo─ respondió viendo inconscientemente hacia atrás

─Entiendo, bien, te dejo.

El moreno salio como si dejo un rayo se tratara y Adrien no perdió oportunidad para acercarse a la chica y poder hablar de lo que había visto anoche, obvio, sin revelar que el es aquel gato fisgón que solía visitarla.

─¿Que tal Mari?─ soltó el dándose la vuelta

─Marinette─ replicó ella causando sorpresa en el joven ─Trabajo en diseño que pensé durante la clase─ agrego antipática

─¿En serio, puedo verlo?─ pregunto elevando su cabeza, la joven cerro su cuaderno y chocó miradas con el

─No puedes─ dijo con un tono molesto mientras entre cerraba sus ojos

─Esta bien, estoy seguro de que es bellisimo─ se queda viéndola a los ojos con un sonrojo en sus mejillas que no percato que estaba ahi

─¿Estas bien?─ cuestionó al ver la extraña actitud que el tenia

─Estoy excelente, ¿que hiciste anoche?─ preguntón sin rodeos desconcertado a la chica

─Dormir, que otra cosa podría hacer─ contesto poniendo su cuaderno de diseños debajo de la mesa

─¿Estas segura que no hiciste otra cosa?─ replicó fijando su vista aun más en ella

─Adrien, ¿a que va todo esto?─ el chico cae en cuentas de lo que estaba haciendo y se aleja unos centímetros ─Intento que esto me deje de doler, intento enfocarme en otra cosa─ suspira ─Sabia que decirte era la peor cosa que podía hacer

─No digas eso, fue bonito─ la interrumpió

─¿¡Que es lo que fue bonito!?─ soltó llena de ira intentando contener las lágrimas ─Confesarmele a un chico comprometido y sufrir porque no me corresponda, ¿¡¡eso es lindo!?

─No quise decir eso, no me mal entiendas

─¡¡No te mal entiendo, dijiste eso─ no aguanta y lágrimas comienzan a descender por sus mejillas ─Me duele esta situación aunque no lo parezca, puedo verme fuerte pero por dentro estoy hecha pedazos─ se levanta ─Por favor Adrien, te lo suplico, si quieres mantener lo poco que queda de nuestra amistad no me hagas estos planteos como si fuéramos algo

La chica intenta huir pero el la detiene tomándola del brazo, ella se gira y ambas miradas se cruzan, las dos llenas de dolor.

─¿Y si quiero corresponderte?─ soltó melancólico sin apartar la vista de los zafiros de ella

─No digas cosas que no podes cumplir.

Marinette pega un jalón y se suelta del agarre, para poder salir corriendo, ahora no se contiene más y corre hasta los baños con su cara llena de lágrimas, siendo observada por todos los que estaban en el patio, y por alguien que particularmente estaba allí debido a una mala sensación que tenía.

Miraculous: Viaje al pasado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora