Capítulo 8 Lin Jing y su pasado

72 12 10
                                    

Mis manos tiemblan, al igual que mis piernas, lo que ven mis ojos no dan crédito, es como si fuera un fantasma lo que estoy viendo en este momento, llego a cómo puedo a su lado, mi vos es un susurro, casi inaudible, - abuelo, quien rayos te tiene acá- le digo a mi abuelo kalan, mientras acaricio su mejilla suavemente, el trata de darme una sonrisa, pero está demasiado débil, me dice – te estado esperando mi niño, sabía que llegarías, que tú eras el que me rescatarías- me dice en un susurro...

Trato de soltarlo, pero sus cadenas están sujetas por candados, y las llaves al parecer no están acá, - no tienes que soltarme, solo escucha con atención lo que te voy a decir, todo lo que debes saber- él sabía que su tiempo estaba por llegar a su fin,- me mantuve vivo solo por esperar a que llegaras, ¡él me dijo que vendrías!, me dijo que tú eras la persona que habíamos estado esperando, que no era Dackmo, que tenía que ser paciente, han sido 10 años de dolor y sufrimiento, pero ahora, todo eso ya no importa- me dice mientras trato de escuchar, pero mis hipidos lo hacen casi imposible.... ¡Cálmate! me dice, trato de tranquilizarme, ya que sé que tengo el tiempo justo... en cualquier momento pude aparecer mi padre y sus hombres...

-Wayo, pon tu mano en mi pecho...date prisa-, me indica el abuelo, pongo mi mano temblorosa sobre su pecho, en ese mismo instante una luz brota que se eleva sobre nosotros, de esa luz resplandeciente aparece un anillo de plata, con un elefante.... – tómalo ahora y vete-.... Cuando estoy a punto de salir, entra mi padre acompañado de Maemd y de esos dos hombres, mis ojos se abren a mas no poder, el inmediatamente me grita, - niño estúpido que haces aquí- , -nada papá buscando unos libros que Ming y yo guardábamos aquí cuando éramos niños-, le dijo tratando de no sonar tan nervioso, Maemd instintivamente busca mi mirada, pero parece que no la logra descifrar, le susurra algo a papá ... -vete a la casa inmediatamente, no me estorbes-... me dice mi padre.

Salgo caminado lo más rápido posible, mamá nos había dicho que no la viéramos a los ojos, que ella podía saber que había pasado solo con verla a los ojos, pero fue extraño , no logro ver a través de mis ojos... por ahora debo hablar con Ming y contarle que el abuelo está encerrado en la cabaña, que debemos sacarlo de ahí... pienso mientras camino a la casa; llego a su habitación de Ming, toco la puerta, espero que me autorice a entrar, pero nada, vuelvo a tocar y abro la puerta, entro , quizás esta en su baño, me dirigía a la puerta del baño y toco, pero no hay respuesta.. - es extraño, si papá ya vino, ¿dónde está él?-.......

Me retiro a mi habitación, me baño con agua caliente, para que relaje mi cuerpo, lo que mis ojos vieron hoy me dejo sin aliento... papá tiene al abuelo ahí, ¿pero por qué?, el abuelo siempre fue bueno, él nos amaba, adoraba contarnos una historia cada noche, a Ming y a mí, del hombre que rescato al mundo... salgo de la ducha, me dirijo a mi closet, saco mi pijama, me acuesto en la cama, con más preguntas que, respuestas...

Mañana iré a buscar a Ming a casa de los Sukhothai, es probable que este ahí, ellos lo aman mucho, desde que hace feliz a su hijo menor. También pienso en la cita con Phana Angkor, suspiro al pensar en el chico alto, con la capacidad de derretirme con esa sonrisa.... Poco a poco pienso que debí haber correspondido sus sentimientos hacia mí, y aún más importante haber reconocido los míos hacia él, pero mañana le pediré ayuda y luego, hablare sobre aceptar sus sentimientos, ya con un plan en mente, caigo poco a poco en un sueño pesado.... Extrañamente me siento protegido y a la deriva....

Todo está oscuro, trato de caminar, pero mis pies están pegados al suelo, lucho, pero no me muevo ni un centímetro, de un momento a otro escucho gritos... ¡ayuda!, ¡ayúdennos!, sálvanos, eres la respuesta, ¡perdóname!, busco en medio de la oscuridad esa vos, esa vos es la Ming, le grito- Ming, ¿dónde estás?, porque me pides perdón-, un destello de luz ilumina el lugar y veo en el suelo a Ming, gritando- lo siento KitKat, por no protegerte, Wayo, perdóname por abandonarte, perdóname-, a su lado esta Phana, no se mueve, intento moverme, grito, lloro, hasta que por fin me logro mover corro al lado de Ming, sus ojos me miran con dolor, impotencia, tristeza, una serie de sentimientos que hacen que mi corazón se estruje, me repite que lo perdone, que ya no podría protegerme... pero ya no me responde más, mis lágrimas ya recorren mi mejillas.... Me siento impotente de no poder hacer nada....

Amarte en tú pasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora