«1»

2.2K 197 666
                                    

El amor muerde, el amor sangra.

Entró con su amigo hacia el centro comercial, ambos iban hablando normalmente y sin preocuparse, tenían listo todo lo relativo a la universidad y se estaban relajando.

— Ya te dije, lo mío con Mary terminó —declaró su amigo.

— ¿Y eso por...?

— No me atraen las chicas —respondió simplemente— aunque con Mary seguimos siendo amigos.

— Oh, ya veo —le sonrió.

— Iré a comprar algo para comer, querido —le dijo su amigo—. Busca una mesa o algo.

— Ah, claro, Fred —le dijo— ¿Por aquí cerca?

— Como quieras, después me llamas —le respondió Freddie encogiéndose de hombros y yéndose.

Brian se dirigió a sentarse a una mesa con unos espacios disponibles y decidió esperar.

¿Por qué Freddie tardaba tanto?

Estaba empezando a hartarse cuando un chico rubio de ojos azules se sentó al frente de él y sin prestarle mucha atención se puso a ver su celular.

— Eh... ¿hola? —saludó Brian con intriga, puesto que no lo conocía— ¿te conozco?

El rubio no dijo nada al principio, solo lo miró y abrió sus azules orbes un poco más de lo normal. Brian pensó que se iría sin decir palabra alguna, pero simplemente el rubio pronunció.

— Ah no, no nos conocemos.

Simplemente eso, ni una palabra más y el rubio seguía allí mismo sentado jugando o hablando con alguien con su teléfono celular.

— Ah y... ¿Esperas a alguien o...? —siguió Brian intentando que se fuera, pero de manera sutil para no ser grosero.

El chico seguía sin hablar, Brian lo miraba confuso.

— Bueno, no sé —respondió luego de un pequeño rato en silencio.

Volvió a permanecer callado y Brian decidió estudiarlo, por así decirlo.

Llevaba una chaqueta de cuero negra, una camiseta ploma de Guns N' Roses, jeans rasgados y negros y zapatillas... ¿rosadas?

A Brian le llamó la atención, puesto que la ropa que llevaba lo hacía ver como una especie de punk o un músico de heavy metal ochentero, pero las zapatillas hacían un gran contraste. Sin contar que además de ser rosadas, tenían brillos.

Además del atuendo, pudo notar que el cabello le llegaba a poco más abajo de los hombros, y que lo tenía despeinado haciendo que algunos mechones le cayeran sobre la frente. Creía haberle visto pulseras, pero no estaba seguro.

Sus grandes ojos azules como un mar caribeño estaban apuntando en dirección al móvil, tenía la nariz pequeña y la piel bastante blanca.

Brian pensó que de seguro era de los tipos que tienen o han cientos de novias, por su apariencia y físico, el tipo era atractivo.

De todas formas seguía sumido en un incómodo silencio, ya que le daba vergüenza pedirle que se fuera o seguir hablándole.

Entonces llegó Freddie con una bandeja con comida proveniente de McDonald's.

— ¡Darling, ya llegué...! —exclamó dejando la bandeja en la mesa— ¿y quién es él?

El rubio miró a Freddie y volvió a mirar su celular. El persa miró ahora a Brian, quien se encogió de hombros señalándole así que no tenía idea de quién era.

Danger [Maylor] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora