Danger [Maylor] [Terminada]

«15»

You say it's your birthday
It's my birthday too, yeah
They say it's your birthday
We're gonna have a good time
I'm glad it's your birthday
Happy birthday to you

— ¿Queda mucho? ¿Cuando demonios va a llegar? ¡Me aburro...!

— No seas burro —le respondió Roger a Syd—. Llegará pronto, solo espérenlo.

— Rog, ¿de dónde sacaste todo esto? —preguntó George mirando alrededor.

— De por ahí —respondió Roger simplemente—. Es el cumpleaños de Bri, debo hacer algo ¿no?

— Me siento sucio —dijo Syd frotándose los brazos, Roger rodó los ojos.

— Me refiero a celebrar.

— Yo entendí eso de un principio —John inclinó la cabeza.

— No dejes que te corrompa, pequeño John —dijo Syd abrazando al castaño, básicamente apretándolo.

— Ayuda, no logro respirar...

— Ya suelta al niño —pidió Roger y Syd obedeció—. ¿Me ayudan a colocar esto?

— Soy más o menos igual que enano que tú, pídeselo a Metalpunch —dijo Syd—. Además estoy cooperando con lo más importante.

— Yo no te veo haciendo nada —rió George acomodando unos aperitivos en la mesa.

— ¡Exacto! Estoy cooperando con mi presencia.

Era una fiesta pequeña en el departamento de Brian, a fin de cuentas Roger ya llevaba unos cinco o seis meses con él y ya tenía llave.

Habían conseguido básicamente todo, Roger horneó un pastel incluso, solo quería celebrar bien el cumpleaños de su novio.

Celebrarlo bien, y celebrarlo siendo novios por primera vez.

— ¿A qué hora llega Freddie? —preguntó John.

— No lo sé, Deacy —respondió George—. ¿No te dijo nada a ti, Rog?

Roger negó.

— Horse-Face debería poner estas serpentinas —observó Syd intentando saltar para llegar al techo—. El enanismo es lo mejor.

— No te quejes, enano es Ringo —rió George.

— Da lo mismo, si quiero digo que tengo enanismo, porque quiero, porque puedo y porque se me da la gana.

— ¿Podrían dejar de hablar estupideces por un segundo y ayudarme, por favor? —pidió Roger intentando poner un cartel subido encima de un sofá.

John fue obedientemente a ayudar, mientras que Syd y George se quedaron allí parados.

— Ayuda, ¿por favor?

— Meh, no gracias.

— Estoy bien.

Roger rodó los ojos y se dispuso a seguir acomodando todo.