Danger [Maylor] [Terminada]

«2»

You're a mystery, always runnin' wild, like a child without a home...

— No necesito que me lo digas, ya lo hice —dijo el rizado rodando los ojos.

— No, no lo hiciste —respondió el azabache con una mano en la cintura y la otra hacía el aire—. Dejaste que el tipo se quedara allí sin decirle nada de nada.

— Bueno, no quise ser maleducado —dijo Brian a tiempo que terminaba de pagar la camiseta que había comprado para regalarle a su primo.

— No era ser maleducado, Bri —respondió Freddie—. Era simplemente hacer saber que tú estabas allí, nada más, ¡Es raro que alguien desconocido se siente al lado tuyo en una mesa privada habiendo más desocupadas!

Brian rodó los ojos y miró al lado contrario, pudo ver a un chico de rizos cortos y a otro con corte de pelo Arthur hablando y comprando algunas cosas. Ambos llevaban chaquetas que decían Leopards from Northeast Side.

Recordaba haber visto aquella chaqueta en el rubio que anteriormente se había sentado con él sin decir palabra alguna. Al notar que lo miraba, el más alto, que era el de rizos cortos, se dio vuelta a verlo.

Y lo saludó sonriente mientras agitaba la mano rápidamente y la dejaba lo más alto posible.

Brian nervioso desvió la vista fingiendo no haberlo visto y estar mirando a otra persona, estando dudoso si el chico se la había creído.

— Hey, Fred —le dijo a lo que el azabache lo miró.

— ¿Qué cosa, querido?

— Creo que fuiste grosero con un chico de una banda...

— Ay por Dios, que toque instrumentos no significa que me matará, darling —respondió Freddie haciendo un gesto con la mano para restarle importancia.

— No me refiero a una banda musical, Fred —dijo Brian— ¿ves a los chicos de allá?

Freddie miró hacia donde Brian apuntaba.

— ¡No los mires! —susurró.

— ¡Pero dijiste que mirara! —reclamó el persa— agh, nadie te entiende Brian.

— Como sea, ¿los ves? —pregunto algo irritado.

— ¡Por supuesto que los veo! No soy ciego, ¿sabes querido? —contestó Freddie.

— Bueno, el tipo de la mesa tenía exactamente la misma chaqueta —dijo Brian— si te acuchillan en la calle...

— Ay, Dios mío —bufó Freddie— para de supersticiones, quizás simplemente tenían la misma chaqueta, y si son de una banda ¿qué tanto asunto? Son personas igual que uno, Brian.

Brian abrió los ojos sorprendido, a fin de cuentas su amigo tenía razón, no podía andar por allí juzgando personas solo por cómo se veían.

— Bueno... tienes razón —le dijo.

— Siempre tengo razón, querido —respondió el contrario— ahora acompáñame a comprarme unos pantalones.

Brian rió y se dirigió con el azabache hacia la tienda a la que quería ir este.

(...)

— ¡Leopard!

— Vamos, Syd, ya no es gracioso —dijo Roger dándose la vuelta, pero solo vio a un tipo un poco más alto que él, moreno, de ojos pequeños, nariz grande y con el cabello castaño oscuro muy corto.

Un Jumper-Frog.

— ¿Qué quieres, renacuajo? —habló de forma agresiva el contrario dirigiendo su mano hacia su bolsillo, justo en ese momento se quedaba solo y aparecía un Jumper-Frog, lo que tenía era solo mala suerte, pensaba él.