Danger [Maylor] [Terminada]

«10»

Close your eyes and I'll kiss you
Tomorrow I'll miss you
Remember I'll always be true...
And then while, I'm away
I'll write home every day
And I'll send All My Loving to you...

— Necesito que me expliques cómo eres capaz de ablandarme tan fácil... —rió Roger.

— Hm... no sé —sonrió Brian— supongo que depende de ti.

— Es algo que emana de ti —dijo Roger— así que es asunto tuyo...

Brian sonrió.

Roger también lo hizo, pero al recordar la pelea su sonrisa se borró.

Se sentía egoísta estando sentado en aquella cafetería con el rizado mientras sus amigos se encontraban defendiendo y vengando a su compañero.

Sentía que estaba traicionando a los que siempre lo habían apoyado.

— ¿Sucede algo? —le preguntó el mayor, más el chico negó volviendo a sonreír.

— Nada, estoy bien.

(...)

— ¡Y...! ¡Boom! ¡En tu cara perro! —exclamó Syd tras que un Lion cayera debido a un golpe que este le dio.

— Cálmate, Crazy Dimond —rió Meltedboy a tiempo que esquivaba un golpe de un miembro de la pandilla contraria y le proporcionaba uno él.

— ¡Esto es...! ¡Esparta..! —gritó Syd con todas sus fuerzas.

— ¡Hey! ¡Voy a ayudar a John! ¡Ya vuelvo! —exclamó George dirigiéndose a donde John intentaba enfrentarse con dos Lions.

La pelea había comenzado hacía poco, golpes iban y golpes venían, era un mar de violencia donde los chicos se perdían en sus propias moléculas de hidrógeno.

Todos los Leopards estaban presentes, a excepción de Roger.

Meltedboy lo supo y no se hizo mayor problema, a fin de cuentas no podía obligarlo.

De todas formas, allí estaban peleando cuando el rubio apareció.

Llegó corriendo, llegó con Brian tras suyo, a quien le pedía a gritos que volviese y lo dejase allí.

El mayor no quería irse, quería ayudar y acompañarlo en todo momento, y aún más tras saber de su mutuo sentimiento y tras haber probado los rosados y dulces labios del rubio.

— Brian... por favor... déjame ir... —le rogó el rubio.

— ¡T-Te lastimarán y es lo menos que quiero! —exclamó Brian— por favor Rog, no vayas...

Roger tomó la chaqueta de Brian entre sus dedos para acercarlo a él y proporcionarle un beso en los labios, un beso el que el mayor correspondió mientras con una mano acariciaba el brazo del rubio.

— Por favor —imploró.

Brian suspiró y miró al suelo.

— No es que no lo haría por ti... sabes que sí... —siguió pidiéndole el rubio— solo... es algo que debo hacer...