Danger [Maylor] [Terminada]

«13»

But try to understand... try to understand... try, try, try to understand... he's a magic man

— ¡Bien! ¡Ahora cuentas todo! ¡Vomítalo! ¡Como cuando John se embriagó y vomitó encima de Geo! —exclamó Syd.

— No recuerdes eso, fue asqueroso —pidió George estremeciéndose.

— Lo siento —se disculpó el contrario— Bueno, Rog, cuenta ¡Ya me tienes desesperado! Tu vida amorosa me entretiene más que ver La Rosa del Guadalupe.

Roger rió.

— Digamos... que somos novios —sonrió bobamente y sonrojado.

— ¡Bien! ¡Lo sabía, el moco de tu hermano! —gritó Syd como desaforado, a lo que George rió.

— ¿Cuándo fue? —preguntó John— ¿En la fiesta?

— Sí —respondió Roger—. Me llevó afuera para que habláramos, me besó, y... me lo pidió —sonrió.

— Es tan lindo, me dan diabetes, chicos —dijo Syd fingiendo que se secaba una lagrima imaginaria, George seguía riendo como idiota al igual que John— adoro que seas la chica de la relación.

— ¿¡Q-Qué?! —exclamó Roger— ¡Y-Yo no soy la chica!

— Ajá, hace unos días lo parecías cuando te quejabas porque aún no te pedía nada —dijo Syd.

— Ya déjame, Barrett —bufó Roger rodando sus azules orbes mientras que el de rizos cortos reía.

— ¿Entonces los veremos a él y a Freddie más seguido? —preguntó John con emoción.

— Claro, ¿por qué no?

(...)

— ¿A dónde me llevas? —preguntó el rubio mirando a su novio sin separar sus manos entrelazadas mientras caminaban.

— Andas impaciente, ¿no? —le sonrió el contrario.

— Claro, literalmente me sacaste de la nada de la casa de Syd y me dijiste "acompáñame", luego no has dicho nada más además de besarme.

— ¿Y eso no te gustó?

— Qué va, me encantó —respondió Roger algo rojo— pero quiero una explicación.

— Está bien, señorito "quiero mi explicación", la tendrás, pero deberás ser paciente —dijo Brian colocando uno de sus delgados dedos en la nariz del rubio, quien sonrió.

— Hm... está bien —dijo este—. ¿Me das un beso?

— Claro —respondió Brian para luego ponerse frente a él y besarlo. Roger correspondió sonriendo y acariciando con el pulgar la mano de Brian que se mantenía entrelazada con la suya.

Había pasado ya un mes de noviazgo, donde ambos chicos empezaban a gustarse y a quererse cada vez más.

Brian estaba con Roger la mayoría del tiempo, y mientras no estaban juntos hablaban por chat, teléfono o video-chat.

— Vamos, dime a donde vamos —pidió, pero el de rizos negó sonriendo.

— Hoy es un día especial, Roggie —le dijo.