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— Aquí tiene sus papeles que respaldan tu ingreso, tu carnet estudiantil, tu horario asignado por nosotros por ser nuevo ingreso, y nada más queda decir; bienvenida a la Universidad de Konoha. 

Sumire le agradeció por sus cordiales palabras, hizo una reverencia y salió de aquel pequeño cubículo cargando con sus cosas. Una vez afuera del edificio de control de estudio, se permitió mirar más detenidamente su carnet, sus mejillas se sonrojaron de la emoción. 

— ¡Hola universitaria!

Alzó la mirada al escuchar esa voz, encontrándose con Wasabi sentada a dos bancos de su persona, quién le señalaba su carnet orgullosa guindado a su cuello a medida que se acercaba.  

— No dormir en una semana para pasar ese examen de admisión, valió la pena — bromea Sumire. Dejo su bolso en el banco y guarda sus cosas para antes de sentarse — ¿A que hora llegaste? 

— Desde la siete, mi mamá prácticamente me tiro de la cama.

Sumire ríe al imaginarlo, la madre de Wasabi era muy graciosa. 

— ¿Sabes algo de Namida? no responde mis mensajes desde hace dos días — saca su teléfono y mira la sección de mensajes. 

Aquello había sido un regalo por parte de Akita y Katasuke;  por haber sido aceptada en la Universidad. El correo con su aprobación había llegado hace dos días. 

— Lo mismo. Lo ultimo que me comentó fue que estaba instalándose en su apartamento. La conozco, seguro está tan concentrada en entrar a la academia de Mei Terumi que ni presta atención a su teléfono.

— Estoy segura lo logrará.

— Definitivamente.

Tomaron sus cosas y decidieron ir por algo de comer a la cafetería. Ese día no comenzaban las clases para nuevo ingreso, así que solo comerían algo y marcharían, para finalmente comenzar con la pesada rutina de la universidad el día de mañana. 

Piden de comer y buscaron una mesa donde sentarse. 

— ¿Y ya averiguaste lo del equipo femenino de fútbol?

— Si, tengo que esperar dos semanas más para inscribirme y dar el examen.

Sumire iba a comentar algo más cuando su teléfono suena. Sus mejillas se ruborizaron al ver quien era, y la sutil sonrisa en sus labios fue suficiente para que Wasabi adivinara quien era la persona que le llamaba.

— Anda, contéstale a tu novio — animó Wasabi. Sumire sonrío nerviosa por su tono burlón.

Izuno solo siguió con su delicioso pan relleno mientras su amiga hablaba por teléfono. 

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— Bien, nos vemos mañana. 

Se despide Wasabi ya en el centro del pueblo. 

— Si, nos vemos mañana — se despide igual Sumire alzando su mano, pero al ver que Izuno se le quedo mirando con mucha seriedad, parpadea inocente al no comprender su repentino cambio de humor— ¿Ocurre algo?

Ella alzo un dedo como queriendo recalcar algo importante. 

 — Cuidado mi Sumire, las hormonas están mas alborotadas a esta edad. 

— ¡Wasabi! — se exaltó super sonrojada Sumire, pero su amiga solo se marchó riendo a carcajadas, tanto, que las personas se le quedaban mirando extrañadas.  

Desde que comenzó su relación con Boruto, sus amigas no dejaban de hacerle bromas. 

Luego de calmar su corazón por la broma de Wasabi, siguió su camino. Llegó a una bonita cafetería al estilo vintage, la cual no había tenido el placer de visitar desde que llegó, hasta que Boruto la llevó a comer hace unos días. 

Breathe [Boruto x Sumire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora