#14

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Sumire sonrió cuando su novio le pasa una taza de té y se sentó en el sofá continuo a ella. Frente a ellos la televisión prendida en un canal de noticias sobre el clima.

Afuera aun seguía lloviendo a cantaros, y Boruto al ver que su novia se había empapado no vio inconveniente seguir el camino hacia un lugar más cerrado, así que le sugirió ambos irse a su apartamento hasta que parara esa tempestad. 

Boruto le ofreció algo de ropa mientras la de ella se secaba. Un pantalón corto y una camisa que le quedaba algo grande. Así que de vez en cuando no podía evitar hacia sus piernas,  y virar la mirada luego avergonzado. Meneo la cabeza y se recrimino duramente para ya no volverlo hacer. 

Le sonrió. 

— Realmente mi novia me encanta. 

— Oh ¿a que se debe ahora? — ella le mira con una dulce sonrisa. 

Sumire no se lo había dicho, y no sabía si podría decírselo en voz alta alguna vez, pero le encantaba sus repentinos halagos. Le hacían sentir tan querida, especial y amada. Donde de igual manera sentía que a ella le gustaría mimar un poco más a Boruto, pero aun no se atrevía, por el simple hecho que aun no podía soltarse del todo. 

Recordó entonces ese mes que llevaba juntos. 

Boruto  se había convertido en su bálsamo, ya no solo era la lluvia que la hacía respirar con calma, su cercanía le hacía olvidar lo malo y con solo tomar su mano, ya no podía pensar en más nada que estar junto a él y disfrutar de esos momentos que él siempre con mucho cariño le ofrecía. 

Era un bálsamo diferente, a como se sentía con Akita, Wasabi y Namida. 

¿Era eso estar bajo los hechizo del noviazgo?

Por supuesto, le había hecho saber Namida a Sumire una vez. 

— Las chicas que conozco no querrían mojarse bajo la lluvia, ya sabes, arruinarían su maquilla, peinado y ropa — imitó a una voz mas chillona y luego ríe solo —. Chocho es así, nosotros siempre le gastamos bromas por ello — Sumire le miró con reproche haciendo que este sacará una lengua juguetón. 

Sumire tomo un sorbo de su té, y pensó en Chocho, era una gran y linda chica. 

Había  tenido la oportunidad de conocerla un poco más en una salida al cine que habían tenidos junto a los amigos de Boruto hace como tres semanas. 

La primera vez que los conoció, en el día de la parrillada, al ser incomodo por ser rostros nuevos que conocía, había preferido solo apartarse y por eso un día antes de la salida al cine, Sumire pensó que quizás por lo de ese día lo habrían tomado a mal y no les habría caído bien, pero no, la incluyeron con mucha animó en todo ese día. 

Fue que recordó algo que sintió ese día que conoció a los padres de su novio, y se sintió terriblemente mal. 

Apretó el vaso y miró a aun lado de ella, Boruto miraba concentrado la televisión.

— Boruto, lo siento.

Ni pasaron dos segundo cuando él la miro, muy confundido. No espero al levantarse para agacharse frente a ella y tomar una de sus manos, siempre apretándola con cariño.

— ¿Qué ocurre? 

— Aquel día, el de la parrillada, yo — le miró angustiada y él  la insistió a continuar—. Yo sentí celos de ti, de todo lo que te rodea, específicamente de esa relación tan bonita que tienes con tus padres — soltó sin pausa, no quería ocultar algo como eso, no a él—. Lo siento mucho, ha sido algo terrible de mi parte. 

Breathe [Boruto x Sumire]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora