true love finds you in the end. ;; freebat

4 ;; Freddy

Sábado, 02:16 p.m

—Freddy. ¿Estás despierto?—otra vez ahí está la voz de Billy.

—Ya tuvimos una conversación así y no me gusto como termino. Así que no lo estoy.

—Vamos a salir. Muévete. Al menos di algo que no sea "no".

—Dile a Rosa que prefiero faltar a la salida familiar.

—Que gracioso.

—No escuché tu risa—digo. Ahora sí está riendo. Hago mi mejor esfuerzo para no sonreír. Me siento en mi cama—Lo siento. No tengo ganas de ir.

—¿Estás seguro?

—Sí. Podrías decirle a Rosa que tengo, no sé, inventa algo o sólo dile que me siento mal. 

—De acuerdo—Veo como sale del cuarto y lo último que escucho es como baja las escaleras.

Dejó su celular en el escritorio. Caminé hacia la ventana e iba a gritarle, pero está hablando con Rosa. Luego me atrapa mirándolo. Siento que mi cara está ardiendo de nuevo. Decido alejarme de la ventana y volver a meterme en mi cama al ver que están entrando de nuevo a la casa.

—Freddy—escucho la voz de Rosa, y después entra al cuarto con Billy—¿Estás bien?

—Sí-bueno, me siento un poco mal pero solo necesito descansar y ya, no te preocupes—respondo. Ella me ve dudosa, pero al final suspira.

—Sabes que debes llamarme si te pasa algo, ¿bien?

—Sí, lo sé—pasa sus dedos entre mi pelo. Últimamente todos hacen eso.

—Puedo quedarme con él—dice Billy. ¿Qué? ¿Por qué dijo eso? Lo que menos quiero es estar a solas con él. Lo peor es que veo en los ojos de Rosa que va a aceptar.

—¿Seguro, Billy? No tienes que hacerlo-

—No, está bien—la interrumpe—De todos modos iba a extrañar a Freddy si no iba—Lo odio. ¿Qué se cree diciendo esas cosas tan naturalmente?

—Bueno, no se olviden de llamarme si sucede algo. No rompan nada—dice. Ambos asentimos y nos besa en la frente. Después sale del cuarto y quedamos en completo silencio. Pasan unos minutos hasta que oímos el sonido del auto.

—¿Por qué te quedaste?—pregunto. Él se sienta en mi cama.

—Porque necesitamos hablar. Y no te iba a dejar solo.

—No necesitamos hablar y sé cómo cuidarme solo, gracias.

—Sé que estás molesto pero...

—No estoy molesto. Bueno, al menos contigo no.

—Simplemente quiero que seamos nosotros, Freddy. Haciendo estupideces y divirtiéndonos.

—Y lo seguiremos haciendo. Pero necesito tiempo.

—Y exactamente, ¿qué tanto tiempo necesitas?

—No lo sé, Billy. De la noche a la mañana no voy a olvidar lo que siento por ti—sentí como mis ojos están comenzando a arder y mis labios a temblar.

—Lo entiendo, pero no quiero que mi mejor amigo se aleje de mí—dice. Idiota. Es un idiota.

Limpio las lágrimas de mis ojos antes de mirarlo. Quito las sábanas que tenía encima, agarro mi bastón y me levanto de la cama.

—No quiero hablar de esto. ¿Sabes qué? Vamos a la cocina. Tengo hambre—salgo del cuarto y él, sin preguntar nada, me sigue. Llegamos a la cocina y me recargo en la pared.