Capítulo 43

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-Recuerden que la boda es mañana a la una de la tarde, y no pierdan los anillos.

-En verdad no sé cómo es que se los das.

-No seas envidioso, Estephan.

Ryan nos entregó a mi novio y a mí la caja que contenía dentro las argollas de matrimonio que les entregaríamos en la misa cuando el padre las pidiera.

Nos despedimos de todos y nos montamos al auto de Damián para viajar por carretera en pretexto a ir al pequeño pueblo lejano en donde se haría todo el festejo y la boda de Ryan, y prontamente, Shelby McClaffin.

Encendí la radio para entretenernos cuando entramos en carretera, sin pensar ni imaginar, que la canción de teen beach movie, meant to be aunque fue de esperarse, saliera por los altavoces. ¡La estación era radio Disney!

Sin dudarlo y sin pensar empecé a cantar:

When it's meant to be

You go kinda crazy

Meant to be

You forget your own name

When it's meant to be

That's destiny callin'

And nothing ever will be the same

Oh, yeah.

Alterna a esa, sonó cruisin'for a bruisin' de la misma película:

Don't stop, stop the music!

We ride fast like a bullet

We do anything we want

Anytime we want!

Oh, yeah! Oh, yeah!

We just ride, ride, ride all day

We're nat gonna live

Any other way

Bubblegum, cherry pop, go to the hop!

Hagin'with my brother,

Cuz his friends are so hot,

While they're cruisin'

For some bruisin'

Y así siguieron las canciones junto a mi hermoso canto de fan enamorada hasta que llegamos a una hermosa playa, en donde bajamos para quedar un rato viendo la hermosa vista.

-Es sorprendente que Ryan se vaya a casar.- Habló Damián.

-Siempre creí que sería un soltero más en esta vida.

-No creo que sea tan marlo serlo. – Le miré seria ante lo que dijo. – No me mal entiendas. – cambió sus palabras. – A mí me encanta estar contigo.

Me besó tiernamente y continuamos nuestro viaje por algo de comer, pues el hambre empezaba a llamar a nuestros estómagos.

Llegamos a un pequeño restaurante en donde comimos y degustamos una deliciosa pasta con pesto de palta, que, aunque no me gustaba mucho la comida estilo gourmet, volvería hasta aquí para volverlo a probar.

Con grandes ganas de helado casero, entramos hasta la heladería que nos prometía probar del mejor y maravilloso helado de chocolate, cosa que confirmamos, ¡Todos deben de probarla!

Al salir de la tienda, fuimos directo al auto de Damián para irnos de una vez por todas y evitar que se nos hiciera tarde y noche, no queríamos un accidente.

Mis mil y un amoresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora