¡Que calor!

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Caminamos rápidamente entre risas y gritos de euforia mientras salíamos de nuestra tercera parada, bueno tal vez nuestra cuarta parada de bar ¿O era la quinta?. Aún nos faltaba un largo camino haciendo que todos nos desorientáramos un poco por el sol aún brillante de la tarde chocando contra tres adultos, no tan adultos en estos momentos, por lo menos así me sentía yo. Nos trepamos al auto yo conduciendo ya que era el mas sobrio, si estar sobrio aún lo era después de haberme tomado una docena de cervezas y tres jaras enteras de cerveza alemana Kapuziner, pues entonces si era estar a raya. Seguimos con nuestra ruta con el viento salado del océano cerca y la música fuerte de AC/DC a todo volumen mientras cantábamos Back in Black haciendo que todos imitáramos estar en un concierto a pesar del riesgo de tener un accidente automovilístico.

Al anochecer nos detuvimos para alimentar nuestras cabezas llenas de alcohol haciendo que un chico joven con cara de 'no quiero lidiar con gente estúpida' nos mirara molesto por tratar con tres adultos estúpidos y alcoholizados en estos momentos. Haciendo que un Gabriel riera llamando la atención de un grupo de chicos y chicas hormonados que nos miraron con interés. Además de que mi hermana la pelirroja acaba de darle un beso al chico que nos atendía dejándolo totalmente trastornado mientras nosotros y el grupo de jóvenes aplaudíamos con orgullo. Lo bueno de todo fue salir con comida extra, Gabriel con dos números de teléfonos que los hecho luego al bote de basura mas cercano, yo con dos más y Anna con el del chico trastornado.

-¡Oigan!-escuchamos la voz de un chico haciendo que todos nos volteáramos sorprendidos-¿A donde irán?-todos nos miramos reconociendo que era uno de los chicos hormonados que dió su numero de teléfono, a mi-¿Quieren conocer la ciudad?-Anna sonrió con alegría dando saltos para acercarse al chico y darle un beso en la mejilla.

Yo no pude evitar mirar alarmado a Gabriel quien hacia lo mismo al ver como los demás se unían a aquel chico. Creo que ya ambos comenzábamos a estar sobrios.

Fuimos llevado por la ciudad con un grupo de jóvenes totalmente fuera del limite, en donde uno de ellos rubio con ojos marrones se propasaba conmigo cada vez que podía. Si no me agarraba una nalga agarraba otra cosa de mi haciendo que comenzara a asustarme mientras que Gabriel y Anna se reían de mi problema con el joven hormonal ¡Yo debía ser mayor que él como por diez años! Aunque no lo admitiera él chico estaba de infarto y era de esos que pasaría una noche bastante movida y divertida si no estuviera ahora pensando en ojos verdes salvajes y el motivo de que comenzáramos toda está locura.

-¿Que sucede?¿Te incomodo guapo?-eso fue una de las frases que me decía mientras todos bailábamos y bebíamos en un bar mientras me agarraba mi trasero, haciendo que mi pulso se acelerara de susto y de nerviosismo. Ya no entendía que sucedía con los jóvenes de hoy en día.

-Bueno, aléjate de mi hermano lapa de tres cuartos que teníamos una misión ¡Nos vemos!-Gabriel me jaló afuera en donde Anna reía siguiéndonos y despidiéndose a besos d todo aquel que se cruzaba con ella. Creo que esta muy alcoholizada aún. Pero tenía una sonrisa brillante y verdadera haciendo que al verla tan libre hacía que me sintiera como un hermano orgulloso.

Luego de caminar durante quince minutos de regreso al auto nos topamos con algo horrible. El auto no estaba allí en donde lo habíamos dejado. Solo había un policía montándose en su auto mientras escribía algo en una libreta y se despedía del camión que se llevaba nuestro auto haciendo que todos soltáramos un grito. Anna corrió hacia el camión pero no lo alcanzó haciendo que regresara sobre sus pasos muy molesta deteniéndose en frente del carro del policía, quien se bajo del auto con gesto serio mientras caminaba hacia ella.

-¡Ese era mi auto!-le gritó a aquel hombre con la valentía de una persona con las pantaletas bien puesta para enfrentar a aquel policía, alguien de la ley. Pero sabía que era más por el alcohol que llevaba en su sistema que por la valentía del momento.

-Estaba en un estacionamiento para impedidos señorita-todos nos detuvimos para enfrentarlo y un Gabriel muy molesto caminó hasta él.

-¡Primero! No le grite a mi hermana de ese modo si no quiere enfrentarse a cinco hermanos muy protectores con ella y que podríamos hacerlo cuadritos en segundos-sonreí por lo dicho pensando en mi y mis hermanos desmembrando aquel policía- ¡Segundo! Se supone que debía ser una multa ¡No llevarse el maldito auto!-caminé hasta él deteniéndome para ver como el policía de cuerpo fuerte y bronceado estaba mas concentrado en la guerra de miradas con Anna que a nosotros o lo dicho por Gabriel.

-Pues lo siento mucho señores, ya esta hecho y ahora si me disculpan, tengo trabajo que hacer-esto nos lo dijo mirándonos a nosotros para luego mirar a Anna de arriba abajo a través de las gafas de sol. Por Dios creo que está comenzando a hacer calor aquí.

El policía nos dio la espalda dejándonos ver todo su cuerpo fornido y trasero formado en todo su esplendor haciendo que los tres lo miráramos de arriba a bajo.

-¡Ni se atrevan! Gabriel ya tiene al amor de su vida y tú estas comprometido, déjenmelo a mi-Anna se arreglo el cabello, se subió los pantalones cortos y la camisa se la amaró en un nudo dejando parte de su piel al aire.

Cuando el policía iba a entrar al auto dejó medio cuerpo dentro del auto y lo otro afuera mientras miraba a Anna caminar hasta él haciendo que Gabriel y yo nos miráramos como todo unos cómplices chocando los cinco.

Mientras veíamos como Anna se detenía delante del policía pude sentir como Gabriel maquinaba en su mente para luego de un momento a otro jalarme por el brazo de forma precavida. Observábamos como Anna hablaba o discutía con el policía mientras Gabriel y yo rodeábamos el auto policial agachados hasta estar detrás del hombre fornido. Gabriel me miró con una sonrisa coqueta mientras subía y bajaba las cejas con complacencia pero yo sabía que significaba esa mirada. Oh no, estamos totalmente perdidos.

Gabriel al ver las llaves del policía colgar de su cinturón las tomó con mucho cuidado mientras yo me comía las uñas por hacer algo ilegal. Cuando las tuvo en sus manos las mostró con orgullo haciendo que Anna nos sonriera dándole un golpe en las partes bajas al policía y por segunda vez en ese día Gabriel y yo soltáramos un quejido doloroso. Gabriel no perdió tiempo y le puso las esposas al policía adolorido mientras Anna depositaba un beso sonoro en la mejilla derecha del hombre de la ley. Subimos al auto del policía para luego salir rápidamente del lugar dejando al pobre hombre tirado al lado de la carretera mientras yo en lo único que pensaba es que Dios estaba en contra de él por que nadie se dio cuenta de lo ocurrido hace momentos atrás.

-¡Por Dios! ¡Están locos!-dije histérico mientras asomaba mi cabeza por la ventana de cristal de entre los asientos delanteros y veía como Gabriel conducía rápidamente con una risa escandalosa al igual que Anna.

-Hermanito aprende a vivir la vida-rodé los ojos aún con el nerviosismo recorrer por mis venas-Esto se queda corto con lo que podríamos ha...-pero Gabriel no terminó de hablar por que Anna soltó un grito de histeria mientras todos veíamos lo que ella tenía en sus manos totalmente estupefactos.

Era un dildo morado.

•-•

¿Pero que pensaban que hacían los policías en su tiempo libre?

Jugar Candy Crush no es

¡Ja!

Creo que me pasé con eso, pero me funcionará para algo que quiero hacer cuando esta historia acabé.

Además, creo que todo aquel que lleva leyendo Destiel desde hace años, meses, tal vez semanas sabrá lo que es eso. Por que las historias Destiel el 97% no son aptos para mentes inocentes, por eso los amo.

Por cierto, estaré publicando otra historia Destiel (Au) que se llamará "Un gran Futuro" (obvio no es un título guao por que admito que no soy buena en eso 🤣) pero espero que si quieren mucho melodrama en sus vidas y ganas de llorar pues aquella historia lo tendrá bastante.

¡Hasta la próxima locura!

Living the NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora