(Este capítulo es más extenso de lo normal, espero que les guste)
HERMANOS
Kail levantó a Alissa, quién estaba tirada en el suelo a causa del choque de ambos. Ella sólo le agradeció con una reverencia.
—Kail...— dijo el acosador-asesino.
Ella estaba confundida, los dos se miraban con rareza, puesto que ayer él le mencionó sobre el tal Kail, también se cuestionó un poco el asunto.
—Disculpa, pero ¿Te conozco?— preguntó al chico sombrío que estaba detrás de Alissa. Sonrió disimuladamente como si se estuviera riendo en silencio al ver a aquel acosador.
Alissa veía a su acosador con inquietud, sabía que él tenía miedo, y aunque no sabía el por qué, debía intervenir por ese asesino. Su padre habría hecho lo mismo, y ella lo admiraba, seguramente se sentiría orgulloso de ella si la viera.
Tomó la mano del acosador-asesino con firmeza, no tanto como para dañarlo, sino para mostrarle que debía confiar sólo en ese momento, en ella.
—Disculpa, pero estamos apresurados, nuestra madre se va a preocupar y no nos podemos dar el gusto de perder el tiempo por una pregunta que no es importante— dijo en son de queja.
Se lo llevó junto a ella, él se quedó en estado de shock, no procesaba lo que acababa de pasar. Además de que Alissa estaba sujetándolo de la mano, no estaban alejados por más de un metro, el tiempo parecía infinito, pensó por un momento en decirle la verdad de lo que pasaría pronto a Alissa, pero recapacitó y no se lo contó.
Ella mantuvo su caminar sin fin. Hasta que paró en cierto punto, en las orillas del río Dams.
—Perdón— dijo él cabizbajo.
Ella volteó y sólo lo miró formando los labios como una línea, un silencio abrumador se percibía entre los dos. El acosador-asesino esperaba que ella no le gritara o golpeara, así que mientras más pensaba en eso su miedo crecía.
Alissa sujeto sus mejillas con ambas manos, y le miró fijamente.
—No tengas miedo, estoy en control de mi ira— dijo con un semblante serio.— Bueno, ya me debo ir, es demasiado tarde, y tú también, adiós— lo soltó y se despidió, yendo de camino a su casa.
Él la miró con tristeza, ya estaba cambiando, pero no en el momento correcto.
Se dispuso a caminar por el parque que había cerca, ese lugar siempre tenía un aire solitario, por eso le gustaba leer ahí, sentado en uno de tantos bancos, normalmente su lectura estaba conformada por ciencia ficción, misterio y romance, todas con un thriller de por medio. Amaba ese tipo de libros, gracias a Bleiz, la única persona que lo acogió como a un hijo.
Mientras leía en paz, una chica se sentó junto a él, sólo la ignoró. Ella se le quedó mirando de raramente, tal vez, era igual a él, que nunca había visto más de una persona en el parque Rutherford.
—Hola, Álex ¿Cierto?— preguntó directa con una sonrisa cálida.
Él se sorprendió, cómo sabía su seudónimo u nombre falso que él había creado. Alzó la vista, estupefacto, cerró inmediatamente su libro, y no puedo decir ni una palabra, su timidez y nerviosismo gobernaron su mente.
—No tienes que decir nada, vi tu nombre en la maleta que traes puesto, mi vista es muy hábil— dijo animada.
Quiso hablar, pero le daba vergüenza, y por un momento se preguntó si Alissa había visto su nombre en la maleta negra, sólo era un seudónimo, pero daba muchas pistas a su nombre real.
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Haré de ti, lo mejor que pude soñar © [PAUSADA]
Mystère / ThrillerCréditos de esta hermosa portada a @carlos_macias01 ✨ Hija del difunto líder de la pandilla más famosa de la ciudad, Alissa, una chica con problemas con el control de su ira. Un asesino en serie que puede ser dos personas al mismo tiempo, y su debe...