Fuego en los corazones

Capítulo 14

-¡Albert! ... ¡me acabo de enterar que el trio de novias alocadas quieren organizar una boda triple!, Candy, me lo ha comunicado esta mañana ...yo le he dicho que lo consultaría contigo, a mí se me hace algo fuera de lugar, pero ella insiste en que ya hablaron con Neal, Archie y Stear y ninguno de los tres tienen inconveniente...yo tengo mis reservas en cuanto a dar mi consentimiento para que se cometa ese disparate...-

-Si tía, ya me lo había comentado Candy, yo no le veo ningún problema, más bien es algo muy original.- dijo el rubio divertido.

-¿Ya lo sabías y no me lo habías dicho?, ¡no puedo creer que no me lo hayas comunicado en seguida Albert!...cada una de esas bodas tendría que celebrarse individualmente, tener su propia ceremonia, en cambio una sola, no va a tener el debido lucimiento, no...no me acaba de convencer, no es digno de la familia Andrew.-

-Tía, te prometo que en cuanto regrese de mi viaje, atenderé ese asunto, por el momento te informo que mañana viajaré a Denver a casa del padre de Dorothy para pedir su mano, espero estés de acuerdo.-

-Hijo, ¿pero no te estás precipitando un poco?, apenas se trataron unas cuantas veces, no quiero que vayas a hacer una elección equivocada, eso me preocupa Albert.-

-Tía, estoy completamente seguro de mi elección y de mis sentimientos, así como los de Dorothy por mí, no tengo dudas, confía en mí.- dijo el rubio.

Y con un beso en la frente se despidió de la anciana que le dio su bendición, al fin y al cabo, confía en su juicio y siendo la srita. Dorothy Paxson una rica heredera no hay ningún motivo para oponerse.

oOoOoOoOo

Cuatro días había durado la visita de Susana y su madre en el rancho de Tom, tiempo en el cual, la señora estaba encantada, cada día se convencía más de que ese guapo vaquero era el hombre que su hija necesitaba, su buena educación y amabilidad terminaron por convencerla, aunque a Susana la había convencido desde el primer día.

Pero llegó el momento en que tenían que regresar a Nueva York, así se lo anunció su madre esa soleada mañana,- Susi, hay que regresar a casa, tienes cita con el dr. Nelson para que veamos el tema de las prótesis, eso no puede esperar, sé que estás muy contenta y yo igual me siento muy agradecida por las atenciones del sr. Stevens, pero es hora de volver.-

Esa decisión de su madre la tomó por sorpresa, era tan feliz en ese hermoso lugar y sobretodo, se había a acostumbrado a convivir con Tom día a día, el contacto con la naturaleza había hecho que mejorara su semblante y actitud hacia la vida, aunadas a las atenciones del chico que cada día amaba más, no quería que llegara el día de tener que decir adiós.

-Está bien madre, comprendo, le comunicaré a Tom que has decidido que nos vayamos, vamos, seguramente nos están esperando para desayunar.- dijo con pesar la rubia, dispuesta a arreglarse para ver por última vez a su vaquero.

Ya en la mesa la sra. Marlow le comunicó al señor Stevens su decisión de regresar con su hija a Nueva York, Tom no atinó a decir nada, solo volteó a ver a Susana que bajaba la mirada con resignación.

Una vez que terminaron de desayunar, el chico, como todos los días, tomó la silla de ruedas de su novia y salieron a dar su paseo acostumbrado, deteniéndose a la sombra de un gran roble.

-Mi amor...es hora de decírtelo...mi padre es un hombre ya grande, él se apoya mucho en mí para manejar el rancho, no puedo dejarlo solo, mi deber es estar aquí en las tierras que un día serán mías, no podría viajar a Nueva York más que en contadas ocasiones, nuestros encuentros serían cortos y muy espaciados y yo ya no puedo vivir sin ti,- lo dijo sentándose junto a ella y tomando sus manos.