Capítulo 8

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-¡Stear mi amor!, - gritó con fuerza Patty y corrió hacia él una vez que lo vio aparecer por la puerta de la mansión, él la recibió en sus brazos y se besaron frente a todos. En ese momento, el mundo para ellos dejó de existir. La larga separación finalmente resultó en un feliz encuentro, encuentro que ninguno de los dos imaginaba, podría volver a suceder.

Se dieron cuenta de que habían nacido él uno para el otro, porque no podía ser de otra manera. Ahora, dejando todo el sufrimiento atrás, se preparan para estar juntos de nuevo. Todos los que vieron esta escena en la sala de la mansión derramaron lágrimas de emoción. La abuela Marta se secó las lágrimas teatralmente con su pañuelo: después de todo, su nieta al fin, es feliz.

Después de que Stear y Patty dejaron de besarse, todos corrieron hacia ellos, que quedaron rodeados por todos lados. En este momento difícil, su regreso pareció como una bocanada de aire fresco.

Cuando todo se calmó, Albert decidió hablar:
- Por supuesto, todos estamos contentos de que Stear haya vuelto vivo y saludable y estamos de acuerdo que es un héroe de guerra. Quiero agradecerles a la valiente Dra. Kelly y a la enfermera Flammy Hamilton por traerlo de vuelta a su casa,- dijo dirigiéndose a la médico y a la enfermera.

-Sin embargo,- continuó Albert, -ahora debemos enfocarnos en lo principal: liberar a Candy,-y con estas palabras se sentó en una mesa que ya estaba ocupada por Neal, el teniente Stoner y el detective Connors; el resto ocupaba un sofá y sillas sueltas.


Albert le pidió a Neal que dijera todo desde el principio. Y a pesar de que el moreno estaba sumamente alterado, pudo contarlo todo. Cuando Archie se enteró que Annie estaba en cama presa de una crisis nerviosa, él y la dra. Kelly fueron a acompañarla, él no podía dejar sola a Annie, por mucho que se preocupara por Candy.

-¡Todo esto es culpa tuya!.- le gritó Stear a Neal. -Debido a ti y a tu hermana, ella tiene tantos problemas, tú responderás si algo malo le sucede,- exclamó.

Él y Archie prometieron ante la tumba de Anthony, que no la dejarían sola y ahora Stear se preocupaba tanto por la chica que no dudó en enfrentar a Neal.


-¡La amo...entiendalo todos de una vez!.- dijo Neil con firmeza. -y no permitiré que nada malo le suceda, e inmediatamente recordó las palabras del secuestrador:

-¿Por qué ese hombre se referiría a Candy como mi prometida?.- quisiera poder encontrar una respuesta, pues estaba muy confundido.

-¡Oh claro!... ¿la amas? ¿Qué tipo de amor es este?... ¡mientes!, si la has odiado toda tu vida.-afirmó Stear con justa razón, quisiera protegerla de los Leagan, tal vez ahora debido a ellos, ahora está en manos de esos bandidos.


-¡Suficiente!...dejen de discutir, ahora no es el momento. Debemos tener listo el plan para salvar a Candy. -Albert llamó a la calma. Él está perfectamente consciente de que todos los presentes y los miembros de la familia, están en un estado de pánico que es típico de su condición, después de todo, ninguno de ellos sabía cómo lidiar con secuestradores.

-Pero antes de comenzar, quiero obtener respuesta a mi pregunta: ¿qué estás haciendo tú aquí?,- Albert se dirigió a Terry que había permanecido en la mansión junto con su madre para estar al tanto de las noticias.


- ¿Yo?, - Terry se sorprendió y apretó los puños. Eleanor se encogió por dentro.

-¡Vine aquí porque me llamaste!.-

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-¡Yo no te llamé!...¿de dónde sacas esa tontería?.- Albert contestó severamente enfrentando al actor.


-¡Estás mintiendo! - dijo Terry levantándose del sillón y dispuesto a pelear con Albert, pero en este momento Eleanor reaccionó rápidamente para contener al chico.

Fuego en los corazonesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora