Fuego en los corazones

Capítulo 17

La puesta en escena que Terry encabezaba resultó todo un éxito, sus problemas de adicción quedaron en el pasado y eso le dio confianza para ver hacia el futuro con esperanza, se enteró por Karen que Candy y Neal se habían casado, e internamente se alegró por ella, aunque desconocía más detalles.

El mismo estaba viviendo su propia historia de amor con Flammy y al ver que la vida y el éxito le sonreían de nuevo, se animó a proponerle matrimonio, por supuesto que su novia aceptó encantada y de inmediato empezaron con los preparativos de la boda, para beneplácito de Eleanor que cada vez se convencía más que ella era la chica que le convenía a su hijo.

-¡Hijo me alegro tanto por ti!, mereces la felicidad por supuesto y sé que con Flammy la conseguirás.-

-Gracias madre...te agradezco infinitamente tu apoyo incondicional, sin tu ayuda y la de ella, no lo hubiera logrado, -le decía pues no había vuelto a beber y juró que no volvería a caer de nuevo en las garras del alcohol.

Un mes después, se encargaron de hacerles llegar la invitación de la boda a todas sus amistades y compañeros de trabajo, la cual se celebraría en la ciudad de Nueva York.

Los miembros de la familia Andrew fueron invitados de honor, aceptaron con agrado y se dispusieron a viajar todos juntos, Albert se alegró mucho por Terry, conocía su problema de alcoholismo y como había logrado reponerse, siempre fueron buenos amigos y si en algún momento hubo roces entre ellos, ya todo quedó en el olvido, por supuesto el jefe del clan iba acompañado de Dorothy que ya se encontraba en la feliz espera de su primer hijo.

Candy y Neal también fueron invitados, su vida en común era maravillosa y deseaban compartir su felicidad con todos sus amigos, así que junto con Archie y Annie se dispusieron a viajar a Nueva York, esta vez Stear y Patty no asistieron, pues la abuela Martha había enfermado y su nieta no quería dejarla sola.

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El esperado día llegó, se dieron cita en la Grace Church de Union Square, todos llegaron a tiempo al evento y ahí se encontraron con Karen Klaise y el señor Hathaway quien fungiría como padrino de Flammy, ella hizo las paces con su familia, su madre y hermanos se encontraban presentes, desgraciadamente su padre murió unos años atrás mientras ella se encontraba en el frente de guerra, asi mismo la señora Eleanor madre de Terry sería la encargada de acompañarlo al altar.

El señor Hathaway llevó del brazo a la feliz novia, que una vez ingresando en la iglesia sonrió a Terry a través del velo que cubría su cara, ya en el altar se lo descubrió enfrente del actor que lucía atractivo y elegante con un Chaqué en color gris, un chaleco haciendo juego y corbata azul metálico que hacía resaltar sus ojos del mismo color.

La ceremonia fue muy emotiva y al salir de la iglesia ya convertidos en marido y mujer, todos los invitados se acercaron a felicitarlos, Candy y Neal se hicieron presentes y los felicitaron también, lo mismo que los esposos Cromwell, la rubia se sentía feliz por Terry y Flammy, su compañera de años atrás al verlos juntos, pareciera que fueran el uno para el otro.

La recepción de la boda fue espectacular y terminando, los felices esposos partieron a Inglaterra de luna de miel y las familias Andrew-Leagan regresaron a sus casas.

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Dos años después..."Volver a los orígenes o el comienzo de una nueva vida".

Candy estaba sentada en la rama del padre árbol y miraba desde arriba y a lo lejos la colina de Pony que tantos bellos recuerdos le traían.
-¡Candy, que haces allá arriba, ven baja!.- le gritó Annie, que apareció al pie del gran árbol.
- ¡Ahora bajo!.-la rubia gritó y rápidamente saltó de la rama.
-¡Annie, estoy tan feliz de verte!.- Candy se acercó y ambas amigas se abrazaron. -¿Cómo estás?-
-¡Bien!,- dijo Annie, -y sonrió, ella estaba embarazada de su primer hijo. Neal y Candy tuvieron un par de gemelos hacía seis meses: un niño al cual llamaron Raymond en honor al padre de Neal, el niño tenía su piel morena y ojos verdes y a una niña que llamaron Cassandra, muy parecida a Candy pero de pelo castaño, Paty y Stear tuvieron un niño al cual llamaron Stephen y ahora venía otro en camino.

Candy vino a la casa de Pony por un par días, porque la señorita Pony le pidió que cuidara de una niña que estaba delicada de salud. Annie también coincidió con ella, ya que quería visitar su lugar de origen y volver a sumergirse en su infancia.

-¡Candy ven quiero mostrarte algo!, vamos, pero por favor, cierra los ojos.-
-¿Qué cierre los ojos?, ja ja ja,...bueno...está bien, los cerraré.- la chica rió divertida e hizo que Annie la condujera.

Caminaron muy poco, y cuando Annie dijo: - Ya puedes abrir los ojos.-

Candy miró asombrada a su alrededor y al principio no lo podía creer, estaban paradas frente a la casa de Pony, y delante de ella había una mesa enorme y todos sus amigos estaban sentados en ella: Patty, Stear, la abuela Martha, Archie, Tom, Susana, el Dr. Martin, George, el Sr. Albert y Dorothy y la tia Elroy también vino y por supuesto, todos los habitantes del hogar de Pony.

-¿Qué significa esto?,-ella preguntó asombrada y sin comprender nada.

-¡Feliz cumpleaños, querida!, -Neal gritó detrás de ella. En sus manos llevaba un pastel y se apresuró a felicitar a su amada, junto de él estaban las nanas cargando a sus bebes, Candy abrazó emocionada a su esposo y a cada uno de sus gemelitos.

-¡Feliz cumpleaños, Candy!.- uno a uno se levantaron a abrazarla, ella se sentía en la gloria y agradecida con todos y cada uno de los presentes que levantaron sus copas y brindaron por su salud, celebrando la fiesta.

Hoy era su cumpleaños, pero la señorita Pony y la hermana María sabían lo desmemoriada que era, así que prepararon esa fiesta sorpresa en su honor, para demostrarle su amor y lo importante que es para ellos.

Neal puso el pastel sobre la mesa y Candy apagó las velas y empezó a repartirlo, luego todos aplaudieron, Klin por supuesto, robó un trozo de pastel de un plato, lo que provocó una risa general.

Candy se paró junto a Neil, tomándolo del brazo los miró a todos y se dio cuenta de lo buena que era su vida. Ella le agradeció a Dios por brindarle todas las bendiciones que le había sido concedidas, después de todo, ella sabía que: la felicidad completa comenzó cuando se casó con Neal y la llegada de sus hijos vino a completar la familia que siempre deseó tener.

-Señor, gracias por ayudarme a dejar atrás mi pasado y encontrar la dicha con la persona que está parada a mi lado, gracias por devolvernos a Alistair, que su felicidad con Patty no termine nunca y gracias a mis amigos que me acompañan, -Anthony, - y volteó su mirada al cielo.- Ahora estoy feliz y sé cómo vivir, descansa donde quiera que estés.-

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Al pie de la colina de Pony, cerca de su padre árbol, permaneció sentada junto a sus seres queridos, apoyaba plácidamente su cabeza en el hombro de Neal, en tanto los demás amigos se despidieron, prometiendo reunirse el siguiente año,

Estaba complacida con lo que la vida la había recompensado después de tantos años de penas, hacía tiempo que había dejado ir todos los recuerdos que la oprimían, ahora estaba en paz consigo misma.

El clima en el hogar de Pony ha cambiado y Chicago no ha visto el mal tiempo por mucho tiempo. La familia Andrew recibió la paz que merecían, todos vivieron en armonía.

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Susana y Tom no podían ser más felices, la vida en el rancho era maravillosa y su hijo Troy era la luz de sus ojos, Flammy y Terry se mudaron a Inglaterra, que fue reconstruida después de la guerra. El continuó con su exitosa carrera en el teatro y fue reconocido como el mejor actor inglés de la década. Tuvieron dos hijas: Beatrice y Eleanor.

Eliza regresó recientemente de Europa, este viaje realmente la cambió y pudo ver la vida de otra manera: cuando menos ya no arruinó la vida de Candy y Neal, incluso encontró el amor en Julian McAvoy, un apuesto y joven millonario socio de Albert, en seis meses celebrarían una nueva boda para el beneplácito de los señores Leagan

En conclusión... ¡todos vivieron felices para siempre!.

FIN